Capítulo 59

Desperté con su cuerpo desnudo, abrazado al mío, besé sus labios y la admiré antes de salir de la cama, no podía creer esas cosas que decía Ximena, sin duda alguna era Valentina quien le envenenaba la cabeza con esas ideas.

Ella se despertó y me sonrió mirándome con ternura, acaricié sus manos.

—Buenos días, preciosa.

Sonrió con mayor amplitud.

—Viviste a ser el mismo —susurró.

Pasé saliva, me dolió un poco que se diera cuenta de la distancia que las dudas me impusieron, no dejaría que eso pasara de nuevo.

—Tenía muchas cosas en la cabeza, muchos problemas.

—Lo sé.

Me di una ducha y me vestí para ir a mis compromisos, sabía que salir hacia el comedor sería tenso, Ana me miró a los ojos con curiosidad mientras le servia comida a los niños junto con Caroline.

Me aclaré la garganta.

—Niños, Valentina ya no trabajará más con nosotros.

Ximena alzó la mano.

—La vimos que se fue temprano, ¿por qué, papá?

—Vamos a optar por otro sistema de estudios para ustedes, quizás la escuela tradicional
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