Capítulo 58

Salí del baño, ya Caroline se había cambiado de ropa y estaba en la cama con la mirada perdida, aún me costaba comprender lo que me pasaba, sentía una mezcla de dolor por dudar, por no entender qué pasaba y estaba profundamente conmovido por su bella y su timidez.

Me puse una ropa deportiva y salí hacia la habitación de Ximena.

Eso que me contó de Valentina fue grave, sé que no reaccioné de la mejor forma, no debió tomarme por sorpresa.

Abrí la puerta, Ximena estaba sentada en la cama viendo uno de sus libros de dibujos, me senté en la cama junto a ella, y besé sus cabellos, acaricié su pequeño rostro.

—Hola, hija.

—Hola, papi, buenas noches.

—¿Quieres leer? Quieres que te lea un cuento.

Se echó a reír.

—No, ¿A dónde fuiste con Caroline?

—A cenar a un restaurante lindo en la ciudad.

—¿Una cita?

—Sí, tuvimos una cita.

—¿Y cómo les fue?

—Muy bien, Caroline no está acostumbrada a ciertas cosas de mi mundo, pero ya se acostumbrará, poco a poco, hará amistades, conexiones, se acostumbrará
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