Cash y Julianne disfrutaron con locura las horas siguientes, besándose, haciendo el amor, durmiendo, incluso le dieron una última probada a la vida exterior y sí desayunaron con sus nuevos amigos. La pareja disfrutó de un masaje más y se divirtieron juntos en la clase de yoga que convirtieron en una competencia entre los otros participantes. La meditación la tomó Julianne sola, porque Carrick tenía unos asuntos urgentes de los que deseaba hablar poco, pero, la mujer disfrutó de ello, del momento de paz dentro de ella misma, del saber que estaba lista para compartir su vida romántica con alguien más. De haber disfrutado de una parte de su vida que ahora se sentía natural.
Santiago fue con Carrick, Julianne con Sebastian y Emma con Isabela, las dos estaban pasándoselo mucho mejor que el resto, Emma no podían tener un problema sin comprar y sentía que muchos de los problemas de Julianne es que apoyaron sus autoexigencias desde muy temprano, un día llegó enojada con cuatro años a casa porque Arturo leía, Arturo era mayor, obviamente que leía, además Alonso iba al colegio y eso quería decir que ella estaba retrasada en tantas cosas, James y Emma lo tomaron a la ligera, lo manejaron poco porque les gustaba que su hija tuviese aspiraciones muy altas y que soñara en grande ¿Qué no podían hacer sus hijos? Eran inteligentes, tenían una buena familia, una casa bonita, apoyo emocional y económico, pero Julianne, parecía no haber sido feliz ni un segundo, la única vez que fue feliz, fue cuando se escapó a cabo con cierto hombre mayor, moreno, guapísimo y regresó embarazada. —¿Me cuentas como le rompiste el celular o mejor cuéntame
Sebastian no encontraba las palabras para expresar lo horrible que fue. El hecho de haber sido secuestrado por su madre era doloroso y vergonzoso. Lo entendió, él podía tener menos de siete años, pero entendía que algo muy malo estaba haciendo Analissa, sabía que sus papás estaban divorciados y que ir por un helado era una cosa totalmente que cambiar de país e idioma. Los dos niños Burwish hablaban Inglés y Español porque se criaron entre España y Estados Unidos, sin embargo, el ambiente inestable de un circo, de estar entre bailarines y de pasar a tener una rutina y una vida feliz y cómoda a no comer y dormir en lugares que no le correspondían. Isabela, también entendía, pero de un modo muy diferente, su mamá sí había hecho mal, pero, fueron unos días y volvieron, su papá fue por ellos y no volvería a pasar nunca más, no hubo daños físicos y el susto no lo consideraba un daño emocional, porque le había reafirmado que su papá corría hasta el inf
—¿Quieres hablarlo ahora? ¿Podemos hablarlos tú y yo o podemos?—preguntó Carrick a su hijo mientras le abrazaba. Sebastian le devolvió el abrazo y sonrió asustado e inseguro, su padre le dijo mirándole a los ojos y con toda sinceridad:—Me encantaría que no te doliera. Hijo, no importa cuán pequeño sea lo que pase, sé que nos enseñan a no hablar de nuestros sentimientos, pero me importan los tuyos, eres mi hijo y no porque sea tu papá quiero regañarte o castigarte. Siempre puedes venir a mí. Isa es tu hermana y es lo más dulce de la vida. Amo lo unidos que son, pero yo quiero ser la persona en la que te refugias cuando tienes miedo, cuando tienes dolor, cuando no le encuentres el sentido a la vida. Voy a estar ahí, aunque no lo sepas. —¿Siempre?—preguntó mientras lloraba. —Sí, hijo, siempre. Soy un coñazo. Voy a estar toooda la vida pendiente de ti, hasta que no viva y si es posible después de la muerte.<
Julianne respiró hondo porque Carrick no podía estar pasando por nada bueno si recibía ciertos mensajes y estaba por ser honesto con ella con respecto a su vida se uniforman no solo amorosa sino laboral. —Okay. —Primero, Sebas está confundido con lo que vivió con su mamá y lo que siente. Yo estoy de acuerdo, solo si quieres. Y ahora lo fuerte —Dijo y bebió casi toda la cerveza. —Sabes quién es André Berrocal. —¿El narco? —No ha sido demostrado, pero sí. Narco traficante y hombre de la mafia —Respondió Carrick. —¿Quiere que vendas, quiere Lemonade o los casinos? —Escucha, quiere ofrecerme un negocio, pero mandó el mensaje: estás conmigo o contra mí y yo había hablado con Patrick tu amigo de la policía así que siento que sabe y me va a matar. —Carrick, él trafica mujeres, armas y drogas. Obviamente compra a la policía alguien tuvo que haber vendido a Patrick. —Lo sé—Respondió asustado. —No
Los tres hermanos fueron al interior de la casa y se encontraron con sus tíos y abuelos conversando con Julianne. Santi saludó con un fuerte abrazo a sus abuelos al igual que sus tíos. —¿Y Loren? —Está nadando. —Respondió Eleonor.—En el nombre del señor espero que con ropa. —Es como una fase, he notado que no es el único. —No sé qué es pero me enloquece. Carrick entró y corrió hacia su mamá, le llenó de besos mientras sus hermanos le pedían que se separara. —Yo salí primero de esta mujer. —Aquí vamos —Dijo Eleonor. —¿Oye, quedan habitaciones? —Para el papá de tu hijo o tu novio —preguntó Baron. —¿Por qué te metes conmigo? —los dos rieron. Carrick asintió y le dio un beso a su hermana. Julianne estaba encantada con fin de semana con los Burwish, eran demasiado activos y
Había sido una noche demasiado emocionante para Julianne. Cuando regresaron del bosque, sus hermanos y su padre habían llegado junto a su tío Favorito. James no pudo evitar soltar la pulla de que a los niños les habían tomado seis meses y a Carrick casi veinte años en medio de la cena familiar. El señor Burwish dejó en claro que él los casaría si tenía que hacerlo por su cuenta. Julianne alzó la mirada y le dio un beso a su hijo más pequeño. —¿Cómo te quieres casar, Julianne? —No sé... —Vamos July, dinos—pidió Isabela. —Mi hermana siempre ha querido algo sencillo, al aire libre, nada de parar el trágico o miles de campanadas. —Solo los que tienen que estar—Completó Alan. Era cierto, Julianne no quería la borda más lujosa, sino casarse con la persona correcta, siempre había pensado que a veces invertidos demasiado tiempo en las cosas pequeñas
Julianne vio el rostro de Carrick y supo de qué iba la noticia. La joven le abrazó y él maldijo molesto, tenía que decirles a sus hijos que la perra de su madre había fallecido. —Lo siento, Cash.—Él le dio un beso en la frente. —Puedes por favor a averiguar sobre el caso de Berrocal yo voy a resolver esto. —Bien. No tienes que hacer nada solo. —Sí. Sus hermanos bajaron para desayunar junto Alice y Alan, Julianne fue a despertar a los chicos, Lorenzo se había pasado de cama y tenía a su primo pequeño abrazado como un peluche. Los cuatro se miraron.—Vamos a desayunar—Propuso Julianne. —Mi abuelo dijo que íbamos a montar—Respondió Isabela emocionada. —Voy a bañarme. —¿Quién putas se baña antes de ir al monte? —Yo. ¿Qué tal si me pasa como a tu mamá? Llega un príncipe a conocer
Carrick estaba acostado en el césped mientras sus hermanos jugaban croquet como si fuesen de la realeza, su hermana y Alice llevaban un sombrero gigante, sus hermanos unas corbatas mal anudadas e Isam su cuñado llevaba guantes al igual que Alan. Eran tan ridículos todos. Habían convertido el croquet tan clásico y refinado que su mamá amaba en un evento especial dirigido por un código de vestimenta que su hermana básicamente se inventó y finalmente estaba la parte de fuerza y masculinidad, intentando derribar al otro de un solo golpe. Valentina dirigía un croquet con los pequeños y reía como loca de los malos intentos de su hijo mayor junto con Lorenzo, el cual no podía ocultar la sonrisa de diversión ante los múltiples fracasos de su hermanito. —Tu turno, Cash—Dijo Leonor mientras le daba golpecitos con el palo. —Son muy malos, malos que te cagas—Replicó Carrick mientras caminaba como un lagarto y se pu