Carrick se acercó a Julianne y le abrazó. Todavía con lágrimas en los ojos y llorando. Ella le acarició la espalda y el pelo, lo acunó como si fuera un bebé.
Carrick había pasado la mañana intentando sorprender a Julianne y estaba convencido de que todo sería perfecto. Su hija se despidió y le dijo que estaba muy orgullosa, Carrick sonrió y todos vieron a su padre ingresar a la oficina. —Señor Burwish—dijo Olivia y fue a saludarle. —Hola, cariño, ¿cómo has estado? —No también como usted—Dijo y le ofreció algo de beber. —Como es eso de que has perdido tu tarjeta de hombre ante Cash.—preguntó Sebastian antes de ponerse en pie para saludarle —No sé que me está pasando—Dijo y todos rieron—No dejen que nadie los convenza de jubilarse. —Sí, te entiendo—Olivia vio a su esposo con el ceño fruncido y le dio el whiskey al papá de Cash. —Dejé a tu mamá abajo. —¿¡A mamá?! —repitió Cash.—Papá no la dejas ahí sola. —Está con sus amigas. Dijiste que no
Carrick vio a su novia firmar el prenupcial y los documentos que hacían la casa que habían elegido su hogar, los dos sonrieron y Carrick tomó la pluma y puso su firma en los documentos. Julianne sonrió. —¿Sabes? —comentó Julianne. —Hubo un tiempo en el que te hubiese arrancado la ropa. Carrick vio a su novia entre divertido y molesto. —¿Por qué sientes que no deberías hacerlo? Arrancarme la ropa, tirarme sobre la mesa y no sé... ponerte creativa. —Chupártelo—contraatacó mientras reía. Carrick asintió —Por qué este salmón está buenísimo y quiero saber sobre tu cita con Berrocal. Carrick sintió el pie de su novia contra sus rodillas. ¡Vaya que sí es creativa! Losdos sonrieron. Y ella continuó comiendo como si nada mientras seguía acariciándole las piernas con los pies. —Gracias por el informe y por la ayuda—resumió Cash. —Lo sé.
Carrick entró al apartamento con un pedazo de pastel de moka y crema de avellanas. Vio a su novia la cual corría por la casa en lencería. Carrick rio cuando Julianne pasó por segunda vez enfrente suyo sin mirarlo con el fin de fingir que sí estaba lista y que no le habíavisto, la joven se devolvió. —Hoy voy tan lenta. Me va a venir el periodo y me da ese sueño y me hicieron unos masajes buenísimos, tenemos que ir—Dijo y le vio a los lejos.—¿Qué pasa?—preguntó Julianne mientras le sostenía de las solapas del saco.—¿Por qué sonríes? —Te amo tanto como para no estar enojado—respondió. —Te amo también por comprar esto, gracias.—Dijo y probó el toping del pastel—¿Cuán tarde podemos llegar? —Si nos vamos a ir temprano, podemos llegar unos treinta minutos tarde. Carrick le dio un beso en la mejilla y fue hacia el baño. Se aseguró de cerrar con pestillo y le escri
Julianne entró en su casa en medio de una guerra de dardos. La mujer fue derribada por su esposo. —Alto al fuego, no disparen. ¡Repito, no disparen! Llegó mi mujer, Julianne—Dijo y se acostó encima de su esposa. Julianne rio y Cash le dio un beso en los labios. —Papá lo estás arruinando otra vez—dijo Alexa y le disparó en la cabeza. —Pausa, pausa, voy a saludar a mi mamá—Replicó Swayer. Gemma corrió hacia sus papás y se tiró encima de Carrick su papá giró la cara para verle, ella estaba sonriendo sin dientes hacia su mamá. —Hola, mami. —Hola, Gemy. —¿Dónde está Tuck?—preguntó Julianne. —Tuck está dormido—Respondió su gemela. —¿Y Santi?—preguntó. —Está metiéndole la lengua en lugares inapropiados a su amiga que no es su amiga.
¡Hola lectores! Muchas gracias por leer El corazón del empresario. Espero lo hayan disfrutado en todo momento y estén listos para disfrutar más de Mainvillage. Acá en buenovela están disponibles otras de mis novelas solo con buscar Mainvillage entre ellas pueden leer: La jefaNovela que narra la historia de Berrocal.Sinopsis.Lexie es la dueña de una de las casas de entretenimiento femenino más exclusivas de Mainvillage, es una mujer extremadamente exitosa en cuanto a los negocios, sin embargo vive con miedo constante, desde que su mamá dejó a su papá ha evitado el contacto con el mismo, sin embargo, eso le convertía en un blanco perfecto para ser víctima de los gajes del oficio familiar. Finalmente, ese día ha llegado y tiene tres opciones convertirse en la jefa de la mafia, en la esposa del jefe o permitir que la maten. . Volviendo loco al jefe
Julianne Altazar iba caminando por la estación de policías de Mainvillage. Se veía perfecta para ser casi las cuatro de la mañana; traía el cabello colocho recién planchado, las uñas recién pintadas y podía decir que su cuerpo finalmente se sentía como suyo en aquella falda tubo que se ajustaba sus curvas y la camisa de tirantes combinada con un saco de diseñador. Saludó a uno de los policías con un golpe de puño y otro le acercó un vaso con café, la joven les miró con los ojos entrecerrados y sonrió. Le dio un beso a una de sus amigas de la estación, la detective Méndez. —Tu cliente está guapo que te cagas. —Es muy guapo—Aseguró Julianne. —Quiero pegarle—Advirtió uno de los detectives y Julianne supo que sí era Carrick, porque ella a veces quería hacer lo mismo. Siguió al detective, caminó hacia las celdas y se encontró con Cash Burwish con un ojo morado detrás de las barras, un labio roto, la camisa
Carrick estaba sentado frente a Sebastian mientras comían una ensalada y un bistec enorme. Su amigo estaba intentando volver a ganar el puesto de mejor amigo luego de haberle dejado pasar la noche en la cárcel, obviamente no fue intencional; Sebastian estaba intentando ganar a su mujer de vuelta, su relación no era ni de cerca la luna de miel que Sebastian esperaba; Olivia estaba pasando de Sebastian, y puede que la frustración le estuviese volviendo loco y quebrara el celular, luego se tomase una pastilla o tres para dormir. Alonso regresaría en la tarde a la ciudad por lo que le recomendó llamar a un abogado y Olivia había ido a curarle la cara en la mañana. Apenas vio los mensajes, no se lo iba a decir a Carrick porque él se lo diría a Sebastian y de esa forma el joven lo sabría con certeza, pero se había dormido de tanto llorar por la humillación. Como compensación por sus horas en una celda, tener que llamar a su exnovia y ser curado en casa después de
Carrick estaba llamando al colegio de sus hijos mientras le llevaban a casa de su amiga. Como Julianne no quería nada con su polla ni su persona en general, se vio obligado a ir a la gala benéfica sin compañía; primero pensó en contratar a alguien, luego se le ocurrió sobornar a su mejor amiga, porque así él no tendría que ir sola a la gala de sus hermanos perfectos, con el ex que le abandonó en una cena que se suponía tendría que ser romántica no en la que ella quedaba sola, llamando a sus mejores amigos. Los hombres somos estúpidos, pensó Carrick y volvió a marcar el número del colegio de sus hijos. El chofer le recordó que estaban al frente y Carrick agradeció antes de salir para ir por Olivia. Mientras estaba en el elevador su teléfono sonó, tomó la llamada pensado que era el colegio de sus hijos. Cuando escuchó a su padre supo que era más de lo que podía soportar en un día. —La cárcel, Carrick. Por una pelea de bar. —Papá…