El joven fue a su oficina, se bañó, se visitó y se peinó para su cita con Julianne. Se encargó de ir vestido de traje de tres piezas. Cenarían uno de los mejores restaurantes de la ciudad. El hombre estaba emocionado de ver a Julianne salir del edificio, por lo que decidió encontrarla en la puerta de casa con unas rosas blancas que había comprado para ella. July corría de un lado a otro como si en realidad fuese su primera cita. Se colocó las argollas y fue por otros tacones porque no se sentía cómoda con ellos. Volvió corriendo a la habitación por la cartera y escribió un mensaje
VOY VOY
Estoy nerviosa, Cash.
Carrick leyó el mensaje mientras salía del elevador. Abrió la puerta y la encontró ajustándose una teta en el brasier.
—Uhh, te odio. Estás ahí con ese arreglo tan mono y con ese traje te ves guapísimo.
—Ven, bésame—pidió Cash y ella se alisó el vestido. —Estás preciosa.
Carrick estaba agradecido con el gesto de Julianne por intentar cuidarla y cubrir con sus necesidades más básicas, sin embargo, no quería parte fundamental de su relación se basase en Analissa y sus desastres quería que si llegaban a hacerlo esa semana o entres años fuese absolutamente sobre ellos. —Cariño, no te... enfades...—Julianne le vio expectante encima de él.—Quiero, quiero, en serio, quiero hacerlo contigo, pero no por Analissa. —El sexo entre nosotros nunca va a ser por Analissa o cualquiera de las anteriores. —Lo que quiero decir es que quiero que sea especial y se trate de nosotros. —¿Eres la reina del baile que va a perder su virginidad?—Preguntó Julianne mientras reía.—Carrick se sentó en la cama con ella en el regazo y pegó su frente a la de Julianne. —No soy la reina del baile, pero tú eres la reina de mi corazón y mi vida. No quiero cometer más errores contigo
Cash y Julianne disfrutaron con locura las horas siguientes, besándose, haciendo el amor, durmiendo, incluso le dieron una última probada a la vida exterior y sí desayunaron con sus nuevos amigos. La pareja disfrutó de un masaje más y se divirtieron juntos en la clase de yoga que convirtieron en una competencia entre los otros participantes. La meditación la tomó Julianne sola, porque Carrick tenía unos asuntos urgentes de los que deseaba hablar poco, pero, la mujer disfrutó de ello,del momento de paz dentro de ella misma, del saber que estaba lista para compartir su vida romántica con alguien más. De haber disfrutado de una parte de su vida que ahora se sentía natural. Cuando terminó con la meditación fue a su habitación. Julianne se encontró con Cash, el cual estaba acostado en la cama, se veía tenso, así que la mujer se acercó y le frotó los pies. Carrick se quitó la el brazo de los ojos y sonrió. Julianne se abrió la bata que llevaba y se quitó el t
Santiago fue con Carrick, Julianne con Sebastian y Emma con Isabela, las dos estaban pasándoselo mucho mejor que el resto, Emma no podían tener un problema sin comprar y sentía que muchos de los problemas de Julianne es que apoyaron sus autoexigencias desde muy temprano, un día llegó enojada con cuatro años a casa porque Arturo leía, Arturo era mayor, obviamente que leía, además Alonso iba al colegio y eso quería decir que ella estaba retrasada en tantas cosas, James y Emma lo tomaron a la ligera, lo manejaron poco porque les gustaba que su hija tuviese aspiraciones muy altas y que soñara en grande ¿Qué no podían hacer sus hijos? Eran inteligentes, tenían una buena familia, una casa bonita, apoyo emocional y económico, pero Julianne, parecía no haber sido feliz ni un segundo, la única vez que fue feliz, fue cuando se escapó a cabo con cierto hombre mayor, moreno, guapísimo y regresó embarazada. —¿Me cuentas como le rompiste el celular o mejor cuéntame
Sebastian no encontraba las palabras para expresar lo horrible que fue. El hecho de haber sido secuestrado por su madre era doloroso y vergonzoso. Lo entendió, él podía tener menos de siete años, pero entendía que algo muy malo estaba haciendo Analissa, sabía que sus papás estaban divorciados y que ir por un helado era una cosa totalmente que cambiar de país e idioma. Los dos niños Burwish hablaban Inglés y Español porque se criaron entre España y Estados Unidos, sin embargo, el ambiente inestable de un circo, de estar entre bailarines y de pasar a tener una rutina y una vida feliz y cómoda a no comer y dormir en lugares que no le correspondían. Isabela, también entendía, pero de un modo muy diferente, su mamá sí había hecho mal, pero, fueron unos días y volvieron, su papá fue por ellos y no volvería a pasar nunca más, no hubo daños físicos y el susto no lo consideraba un daño emocional, porque le había reafirmado que su papá corría hasta el inf
—¿Quieres hablarlo ahora? ¿Podemos hablarlos tú y yo o podemos?—preguntó Carrick a su hijo mientras le abrazaba. Sebastian le devolvió el abrazo y sonrió asustado e inseguro, su padre le dijo mirándole a los ojos y con toda sinceridad:—Me encantaría que no te doliera. Hijo, no importa cuán pequeño sea lo que pase, sé que nos enseñan a no hablar de nuestros sentimientos, pero me importan los tuyos, eres mi hijo y no porque sea tu papá quiero regañarte o castigarte. Siempre puedes venir a mí. Isa es tu hermana y es lo más dulce de la vida. Amo lo unidos que son, pero yo quiero ser la persona en la que te refugias cuando tienes miedo, cuando tienes dolor, cuando no le encuentres el sentido a la vida. Voy a estar ahí, aunque no lo sepas. —¿Siempre?—preguntó mientras lloraba. —Sí, hijo, siempre. Soy un coñazo. Voy a estar toooda la vida pendiente de ti, hasta que no viva y si es posible después de la muerte.<
Julianne respiró hondo porque Carrick no podía estar pasando por nada bueno si recibía ciertos mensajes y estaba por ser honesto con ella con respecto a su vida se uniforman no solo amorosa sino laboral. —Okay. —Primero, Sebas está confundido con lo que vivió con su mamá y lo que siente. Yo estoy de acuerdo, solo si quieres. Y ahora lo fuerte —Dijo y bebió casi toda la cerveza. —Sabes quién es André Berrocal. —¿El narco? —No ha sido demostrado, pero sí. Narco traficante y hombre de la mafia —Respondió Carrick. —¿Quiere que vendas, quiere Lemonade o los casinos? —Escucha, quiere ofrecerme un negocio, pero mandó el mensaje: estás conmigo o contra mí y yo había hablado con Patrick tu amigo de la policía así que siento que sabe y me va a matar. —Carrick, él trafica mujeres, armas y drogas. Obviamente compra a la policía alguien tuvo que haber vendido a Patrick. —Lo sé—Respondió asustado. —No
Los tres hermanos fueron al interior de la casa y se encontraron con sus tíos y abuelos conversando con Julianne. Santi saludó con un fuerte abrazo a sus abuelos al igual que sus tíos. —¿Y Loren? —Está nadando. —Respondió Eleonor.—En el nombre del señor espero que con ropa. —Es como una fase, he notado que no es el único. —No sé qué es pero me enloquece. Carrick entró y corrió hacia su mamá, le llenó de besos mientras sus hermanos le pedían que se separara. —Yo salí primero de esta mujer. —Aquí vamos —Dijo Eleonor. —¿Oye, quedan habitaciones? —Para el papá de tu hijo o tu novio —preguntó Baron. —¿Por qué te metes conmigo? —los dos rieron. Carrick asintió y le dio un beso a su hermana. Julianne estaba encantada con fin de semana con los Burwish, eran demasiado activos y
Había sido una noche demasiado emocionante para Julianne. Cuando regresaron del bosque, sus hermanos y su padre habían llegado junto a su tío Favorito. James no pudo evitar soltar la pulla de que a los niños les habían tomado seis meses y a Carrick casi veinte años en medio de la cena familiar. El señor Burwish dejó en claro que él los casaría si tenía que hacerlo por su cuenta. Julianne alzó la mirada y le dio un beso a su hijo más pequeño. —¿Cómo te quieres casar, Julianne? —No sé... —Vamos July, dinos—pidió Isabela. —Mi hermana siempre ha querido algo sencillo, al aire libre, nada de parar el trágico o miles de campanadas. —Solo los que tienen que estar—Completó Alan. Era cierto, Julianne no quería la borda más lujosa, sino casarse con la persona correcta, siempre había pensado que a veces invertidos demasiado tiempo en las cosas pequeñas