Damien

Cada día me acercaba un poco más y él hacía algo que me despistaba por completo.

Cambiaba con regularidad, alternando entre licántropo y humano, alejándome cada vez más de Sombra Oscura y de mi pareja. Pero no me detendré, no hasta que esté muerto, incluso si eso significa ir hasta los confines de la Tierra.

Un puñado de veces nos habíamos encontrado cara a cara. No de cerca, pero podíamos vernos a través de campos, una estación de tren y puentes.

Cada día que pasaba, más me enojaba. Solo quería estar con mi pareja, pero si no detenía a Salem. Él encontraría una manera de atormentar a esa manada y a mi pareja por siempre.

Rastreando su olor en un bar, mis ojos se ajustan de inmediato al espacio poco iluminado. El olor a alcohol seco, orina y sangre llena el aire. Habían pasado unas horas desde que estuvo aquí. Antes de que siquiera entrara, supe por qué había elegido este lugar.

Siempre le habían gustado los desafíos, mucho antes de convertirse en licántropo. Burlarse y