Yo todavía no era lo suficientemente fuerte para ir, pero él necesitaba la fuerza de la luna llena.

“Necesito vigilar a Neah”.

“Yo puedo hacer eso. Dane, te perdiste la última por culpa de Salem, tienes que ir esta. Y Neah estará bien. Probablemente comeremos helado y ella puede escucharme quejarme de Damien”.

Él resopla y arquea una ceja. “Me lo pensaré”.

Mirando a Eric, me dice que lo deje dormir para que se le pase la borrachera. “Podremos ayudarlo solo cuando esté preparado”.

Cuando Dane se marcha, me acomodo en el sofá frente a Eric. Apenas hablaba cuando estaba despierto y, si lo hacía, lo hacía arrastrando las palabras o como si hubiera desarrollado un ceceo, y nada de lo que decía tenía sentido. Quería decirle que todo iría bien, que… Pero no lo estaría, ¿verdad? Había perdido su mundo.

¿Cómo podía una bestia destruir tanto de nuestra manada por sí sola?

Dane había trabajado duro, durante años, implementando fuerza y poder. Siempre habíamos tenido la ventaja y ahora una