Neah

Un nuevo aroma llega a mi nariz antes de que abra mis ojos. Otro lobo que no reconocía. No sabía por qué, pero mantuve los ojos cerrados. Dane debía estar cerca, pues no estaba listo para dejarme sola todavía. Este lobo no debía ser peligroso.

“Déjala dormir, Dorothy”. ¿Quién mierda era Dorothy? “Ella tiene bebés en su pancita”, le dice Raven a esta tal Dorothy. “Por eso está cansada”.

“Es muy bonita”, responde una suave voz. Abro los ojos y me encuentro a una niña pequeña a unas pulgadas de mi rostro, mirándome con sus grandes y brillantes ojos verdes. Mientras sonríe, unos hoyuelos aparecen en sus mejillas. “Hola”.

“Hola”, murmuro confundida. ¿De dónde había salido ella?

Ella regresa corriendo al escritorio, se sienta en la silla de Dane y se pone a dibujar en un papel mientras abraza contra su pecho a un pequeño osito de peluche.

Raven me sonríe mientras balanceo mis piernas y me tallo los ojos. “Damien regresó y nos trajo a una nueva amiga. Ella es Dorothy”.

Dorothy no