ANNE
Estoy completamente en shock. El hombre que tengo frente a mí, es el mismo Ayrton Goldman. Es la segunda vez que tropiezo con él. El corazón está a punto de salirse de mi pecho. Pero por un momento, mi mente recapitula el pasado frente a mí. Parece ser que Ayrton estaba en las mismas. La única reacción que tuvo, fue extender su mano para ayudarme a levantarme del suelo, observo el gesto y automáticamente me niego. Yo misma me levanto con cuidado y empiezo a recoger los restos de platos rotos del suelo. Ayrton aun con la mano extendida, escucho que suelta un suspiro de irritación.
—Te ayudo.
Yo no digo nada, sigo rejuntando con cuidado de no cortarme, tendré que bajar por otra botella de vino y poner el resto en la basura.
— ¿Cuándo has llegado? — pregunta Ayrton, pero de repente pone ese gesto en su rostro, como si se preguntara de donde mierdas ha salido eso.
—Hoy.
Fue lo único que pude decir. Los sentimientos comenzaron arremolinarse dentro de mí. Si no fuese por lo que ocurrió diez años atrás, en estos momentos estuviéramos abrazados, riendo y contando las anécdotas del viaje. Pero no era así.
— ¿Qué tal el vuelo? — insiste Ayrton.
Lo miró cuando termino de tirar a la basura los restos de la porcelana.
—Bien, gracias. ¿Y tú? ¿Cuándo has llegado? —Ayrton mete las manos a los bolsillos algo incómodo.
—El jueves pasado. Estaré unas semanas ayudando en la empresa de mi padre, ¿Tú sabías de la operación?
Solo hice un movimiento afirmativo con mi barbilla mientras me limpiaba las manos con un mantel de cocina. A simple vista, Ayrton empezó a enfurecerse.
—Mi madre me ha contado cuando le he llamado ese día, pero no he podido venir hasta este fin de semana… ¿Tú no? —las aletas de la nariz se le hinchan.
—No.
—Oh, lo siento. Pero está bien gracias a Dios, ahí lo puedes comprobar por ti mismo al escucharlo reír…
Ayrton no dijo nada. Y sus ojos me recorrieron el cuerpo creyendo que no me daría cuenta a través del reflejo de las puertas del frigorífico al estar sirviendo de nuevo un plato grande de queso. Solo torcí mis labios en desaprobación… ¿A qué? No sé.
Debe de estar sorprendido por mi cambio radical en estos diez años, de que iba a crecer, ya no, eso ya es genética de familia materna. Ya no era esa mujer rubia que había visto por última vez en la piscina de su casa, cuando me besó por la apuesta, cuando me acarició sin darse cuenta de que me estaba incendiando, que lo había pillado con una erección contra mi vientre. Inmediatamente, cerré los ojos y me apreté el puente de mi nariz. Tenía que alejar esos pensamientos lejos de mí.
—Tú trae el vino, ya sabes dónde está…—le dije en su dirección al terminar de poner el resto en el plato.
—Conozco el lugar—y se fue en dirección a la cava.
Se sentía esa frialdad en sus palabras, pero no me importaba. Él también debe de estar dolido por lo que había pasado. Muchas veces intentó comunicarse conmigo, pero nunca lo logró. Sus correos nunca los contesté. ¿Entonces?
Al regresar a la mesa, todos estaban riendo. Después me encontraba al lado de mi padre, estaban consintiéndome por mi llegada, comienzo queso, luego una copa de vino mientras les contaba una historia. Tenía años de no ver una escena así. Después llegó… Ayrton.
Ahora la mesa estaba completa.
Dos horas después, mucha plática, mucho que ponerse al día, pero nosotros no cruzamos palabras, por más que nuestros padres intentarán que socializáramos, no se logró su cometido.
Tomo mi móvil al sonar el tono de mensaje. Sentí la mirada de Ayrton y cuándo nuestras miradas se cruzaron, él desvió su mirada rápido. Abrí el mensaje y no pude evitar sonreír por Jackson, miré a mi madre que estaba a mi lado sentada platicando con mi madrina, le informé que era hora de irme, Samantha, mi madre hizo un gesto de desaprobación, pero no intenta detenerme. Miro a todos en la mesa.
—Bueno, quiero darles las gracias por tan deliciosa cena. Tengo un compromiso, pero prometo mañana una deliciosa comida aquí en casa—todos asienten sonrientes.
Ayrton me observaba como un halcón.
— ¿Necesitas que te lleve a algún lugar? —dijo inmediatamente Ayrton, mientras me despedía de mis padres y de mis padrinos.
—No gracias.
Arrugo el entrecejo a las palabras de Ayrton. Es incómodo el que sea amable.
Salí por la puerta del jardín que da a la salida. La moto rugió y es cuándo miré a Jackson vestido de motociclista. Lucía más atractivo en ella. Se retira el casco, se acerca a toda prisa a mí y me levanta dando vueltas, me besa repetidamente y dice que me ha extrañado como nunca. Reímos….
AYRTON
Anny sale por la puerta del jardín. Solo me quedo mirando cómo se aleja de nosotros, abre la puerta y la cierra detrás de ella.
Se escucha un rugido de una moto. Todos detienen lo que van a decir.
—Maldición—murmura mi padrino Albert mirando a mi madrina.
— ¿Qué pasa? —pregunta mi madre.
—Es Jackson.
«¿Jackson Duncan?»
Me pregunto en silencio a mí mismo.
—Sí, ese Jackson—murmura mi padrino en respuesta al ver mi reacción.
— ¿Y qué hace aquí? —digo mientras me levanto de mi lugar. La mano de mi padre intenta detenerme.
—Calma, hijo. No vayas a hacer algo estúpido…—dice mi padre.
—Es… El novio de Anne-Lise—dice Samantha. Miro a mi madrina, mi madre toma mi mano e intenta que regrese a tomar mi sitio de nuevo, pero algo en mí emerge.
Sin decir nada, tenso la quijada y me suelto del agarre de mi madre, me vuelvo hacia la salida del jardín ignorando el pedido de mi madre.
Al salir, veo a Anne-Lise colgada del cuello de Jackson y este le da vueltas. Ríen y una punzada de rabia y celos brincan dentro de mí de una forma primitiva que hace mucho no sentía.
Anne-Lise lanza la cabeza hacia atrás mientras la risa de ella contagiaba a Jackson.
A simple vista, se podría notar la complicidad con la que contaban. Ella levanta su rostro para ver a Jackson, mientras este sigue riendo, sus miradas se encuentran y el brillo de la emoción en sus ojos, es visible, es obvia.
Otra punzada de celos.
Siempre supe de los sentimientos de Anne-Lise por mí, pero nunca se atrevió a decir algo. Hasta que Jackson, confesó que él estaba enamorado de ella.
Anne-Lise se aferra más al cuello, cuando Jackson dio tres vueltas más antes de bajarla.
Este le planta un beso en la frente y está puso su oído sobre su pecho y rodeándolo por la cintura. Se fundieron en un abrazo cálido. Familiar. Y privado.
Jackson le murmura algo al oído y Anne-Lise mira en mi dirección.
M****a.
Intento quitar la mirada, pero ya me han pillado ambos.
—Ayrton.
Dice Jackson en un tono serio, pero segundos después lo acompaña una sonrisa por todo su rostro.
No me moví de mi lugar, meto ambas manos a mis pantalones y levanto mi barbilla intentando intimidarlo.
—Jackson.
Contesto el saludo.
—Vamos— le dice a Anne-Lise y ella afirma con un movimiento. Se acercan a la moto y Jackson le ayuda a subir. Un pánico y escalofrío me recorre de pies a cabeza, entonces mi boca se abre:
—Baja de esa moto, Anny.
Anne-Lise al escuchar, se vuelve hacia mí.
—No. Y no te atrevas a volver a llamarme así—Arrugo el entrecejo confundido, ¿De dónde ha salido eso, Ayrton? Entonces intento sonar más tranquilo.
—Baja por favor, Anne-Lise. Eso no es seguro.
Jackson se acerca y queda frente a mí cuando ya ha dejado a Anny sobre el asiento trasero de la moto.
— ¿Celos Goldman? Ella me ha elegido a mí, solo a mí. Ve y piérdete. —dice Jackson con un ademán de mano en el aire.
Lo tomo del brazo antes de que girara por completo.
—Jackson. Puedes tomar mi auto, pero baja a Anne-Lise de esa moto. Sé que no nos hemos hablado en años, pero si realmente te importa Anne-Lise, toma mi auto.
Dije en un tono bajo para nosotros dos. Anne-Lise se estaba acomodando el casco de seguridad mientras ella nos observaba a ambos.
Había algo en el aire. Un frío. Una señal. El miedo me invade. Insisto cuando Jackson se suelta de un movimiento brusco y discreto.
—Basta, Goldman. —me da la espalda, camina hacia la moto y se cerciora que Anny tenga bien puesto el casco, le da un beso en la punta de la nariz y ella le sonríe. Finalmente, se sube a la moto, algo en mí se alerta.
—Anne-Lise, baja. ¡Ahora! —esa sensación de miedo se agranda cuando la moto suena con un fuerte rugido. —¡Anne! ¡Baja inmediatamente de esa moto! ¡Por favor!
Anne-Lise arruga su entrecejo, realmente le debe de impresionar mi reacción, pero en estos momentos no me importa.
Ella se aferra al cuerpo de Jackson por la cintura, la moto comienza a moverse y agarra camino por el sendero para salir. Pero ella ya no me escucha… ellos desaparecen de mi vista.
Los veo alejarse. No estoy tranquilo. Me giro a toda al mismo tiempo que busco las llaves en mi bolsillo, cuando tengo la intención de ir a mi auto y seguirlos, siento la mano cálida de mi madre.
—Hijo…—me giro a ella.
— ¿Tú lo sabías? —pregunta en un tono bajo.
—Sí, hace unos días. Tu madrina me ha contado que no está de acuerdo, apenas hace unos días antes de venir, Anne les contó acerca de su relación con Jackson. Sé que tú…—le lanza una mirada dura.
—No sabes nada.
—No me pongas esa mirada, Ayrton Frederyc Goldman. Y no me hables en ese tono. Te conozco como la palma de mi mano y sé que tus sentimientos por Anne-Lise siguen intactos o más fuertes.
No digo nada. Mi madre me conoce a la perfección, aunque yo no aceptara del todo todos mis sentimientos.
Miro en dirección por donde se han ido. Tengo que alcanzarla, asegurarme que no le pase nada. Algo, muy dentro de mí, sentía miedo. Pero no entendía el por qué.
— ¿Crees en las…? —no termino la pregunta. Sería algo ridículo.
Mi madre me miraba cautelosa. Toma mi brazo a leer la intención de ir detrás de ellos en mi auto.
—Ven, tu padre pregunta por ti. No hay que darle disgustos ni preocupaciones.
No digo nada y la sigo… Aun con el sabor del miedo en mi boca.
“Anne-Lise se abrazaba con fuerzas al cuerpo de Jackson. El aire fresco de la recién lluvia los golpeaba. Cerró los ojos y se dejó llevar. Sintió una caricia en su mano.«Jackson.»Sonrió con sus mejillas recargadas en la espalda de él. El plan, irían a la casa de la playa. Tendrían su primera noche, perdería su virginidad con el hombre que quería. Jackson siempre le había dado su espacio. Siempre le hacía sentir especial. Él realmente la amaba, como nunca había amado a alguien. Era la primera y única mujer en su vida. Era su mejor amiga, consejera, novia y podría decir que en un futuro no muy lejano… Su mujer. Su esposa. La madre de sus hijos.Jackson apretaba con fuerza sus manos a las manijas de la moto, el ver a Ayrton había abierto viejas heridas. La inseguridad lo consumía lentamente. Sabía que él seguía enamorado de ella, en sus ojos podía verlo. En como quería protegerla. Pero Jack había perseverado. Fue constante, y el viajar a Francia, era un plus para él para con Anne-Lise.
ANNE Los recuerdos de Jackson pasaban una y otra vez dentro de mi cabeza. Su gran sonrisa, su tic nervioso, las noches que platicaba con él, cuando reíamos de sus chistes, sus sueños, metas y el futuro soñado que quería a mi lado. Pero no sucedería. «No dejes de sonreír, por nadie, ni por mí» En mi propia oscuridad podía alcanzar a escuchar a mí alrededor. No entendía nada… ¿Dónde estaba? —… Pero está bien, salió de estado crítico, estará en cuidados intensivos por 48 horas. Y se permitirá solo una persona en la habitación—una voz informaba. —Gracias, doctor. Quédate tu amor, yo iré a casa a bañarme, e intentaré de convencer a Ayrton que me acompañe—es la voz de mi padre. —Sí amor, convéncelo. Pobre, parece un zombi sentado afuera, dale las buenas noticias y llévatelo a casa, que coma algo y se bañe—es la voz angustiada de mi madre. —Constanza y Alfred, regresarán por la tarde—dice mi padre. Siento un beso en mi frente. Después se escucha la puerta cerrarse, luego el toque cálid
AYRTON Semanas después…. Abro mis ojos al sentir un pellizco en mi brazo. Me he quedado dormido en el sillón, al darme cuenta de donde estoy, visualizo poco a poco. Es la habitación de Anne-Lise, cuándo levanto mi rostro hacia ella, nuestras miradas se encuentran y ella sonríe débil. — ¿Necesitas algo?—pregunto levantándome de mi lugar bruscamente. A la mejor necesita algo urgente o se siente mal y yo durmiendo. —Calma, estoy bien. Solo quiero pedirte un poco de agua…—me levanto y agarro del mueble una jarra y un vaso, lo lleno y le ayudo a tomar con todo el cuidado del mundo. Lucía hermosa con su cabello castaño rebelde desparramado por todos lados y el color rosáceo en sus mejillas pálidas. Sigue con su collarín, unos hematomas, pequeños raspones en su rostro y cuerpo, su pierna enyesada y una férula en el brazo izquierdo. —Hoy viene el doctor a revisarte, supongo que ya te podrás quitar el collarín y esa férula del brazo—digo en voz baja. Ella solo afirma. Termina de tomar ag
AYRTON Estoy estacionado frente al edificio de ladrillos, observo a la gente pasar, cada quien en su propio mundo. Dudo que se sientan como yo lo estaba en estos momentos. Aprieto el volante con fuerza hasta ver que mis nudillos palidecen. —¡Maldita sea! ¡Sal de mi cabeza!—suelto un puño en el centro del volante haciendo sonar la bocina. Cierro los ojos furiosos. Esto no debe estarme pasando. La imagen de Anne-Lise no abandona mi mente desde que la he dejado cenar sola en su habitación. Su rostro de decepción por no haberme quedado, luego esa indiferencia. ¿Sentía algo por mí? «No Goldman, ella está así por Jack» Maldito idiota, si solo me hubiese hecho caso o usar otro casco extra o mi auto. El sonido de mi móvil me distrae de mis pensamientos, y para mi sorpresa… Anne-Lise. —Goldman—contesto en un tono neutro. —Disculpa, ¿Estás muy ocupado?—su melodiosa voz me hace cerrar los ojos. —Sí, un poco. ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?—preguntando de repente en la opción de que realment
ANNE Me han quitado el collarín y la férula del brazo hace días. Ya puedo estar más cómoda. Ha pasado una semana más que sigo en esta cama y que Ayrton no ha venido desde esa vez que le dije que no era necesario que regresara. Una semana sin escuchar sus gruñidos, sus gestos cuando está leyendo o trabajando. Es extraño sentir nostalgia por eso. Entonces llega a mí un recuerdo. FLASHBACK. (Recuerdo del pasado) FRANCIA, UN AÑO ATRÁS… —¿No lo has notado? ¿En la forma como te miraba o sonreía?—se quejó Jackson mientras hacíamos una videoconferencia. —¿Puedes dejarlo ya? Han pasado años Jackson y desde entonces no nos hemos cruzado. Ayrton hizo su vida y yo la mía. Y yo te elegí a ti, así o más claro—contesto mientras me recostaba en la cama, ajusté la pantalla para verme en el cuadro completo. —¿Y cuándo no esté yo? Él intentará ligar contigo y hará venganza por qué…—se quedó callado. —¿Por qué? Anda, termina lo que ibas a decir…—su rostro cambió por completo, ahora se veía irri
AYRTON Estoy de pie al final de las escaleras esperando a que Anne-Lise baje. Tengo el Bentley de mi padre esperando por nosotros. Me puso a Miko para que nos moviera a donde quisiéramos. Por más que quise negarme a llevar un chaperón, insistió. —Con cuidado bájala, Robert—la voz de mi madrina me hace girarme de mi lugar. Anne-Lise baja en brazos de Robert y algo le decía que este sonreía hasta ponerse rojo como un tomate. Eso me irrita. ¿Qué cosa tiene que estarle diciendo para ponerlo así? Finalmente terminan de bajar. Ella viste un vestido sencillo que cubre sus rodillas y es color oscuro, supongo que es el luto por Jackson. —Lista. ¿Cabe la silla de ruedas en tu auto?—Anne-Lise pregunta irónica. Ha de pensar que la llevaría en mi deportivo. Esperen. —¿Silla de ruedas? No, no, no. Yo te voy a cargar—sus ojos se abren por las palabras que acabo de decir. Mi madrina le sigue el mismo gesto. —¡Ayrton, no puedo entrar a un restaurante lleno de gente contigo cargándome! ¡Es vergo
ANNE —¿Cómo les fue en la cena hija?—mi madre se toma lugar en el sillón de mi lado derecho. Mi mente trabaja rápidamente. No puedo creer que mis padrinos estén pasando por una mala situación. ¿Mis padres sabrán la situación? Miro a mi madre curiosa. —Bien. Madre. ¿Puedo hacerte una pregunta?—ella afirma segura con su hermosa sonrisa en sus labios. —Un amigo cercano tiene un problema. Bueno su… No. No. —sabría que son ellos. M****a. ¿Cómo le pregunto? —¿Qué pasa hija?—su sonrisa se desvanece al ver mi preocupación. —Tengo un problema, tengo un amigo en Francia y sus padres tienen una crisis. Casi bancarrota… Pero nadie sabe. —mi madre no hace ni un gesto, señal que no sospechaba de quien hablo. —Y está buscando… Una solución. Pero descartan en vender, el banco lo sabría y actuaría arrebatando TODO. Y una amiga cerca de él, quiere ayudarlo, pero no sabe cómo. Me ha pedido consejos. Ella también tiene un negocio, igual de importante…—mi madre pone su cara de pensativa—y quiere ayuda
A N N E Estoy totalmente decepcionada, llevo dos días sin salir de la casa por lo frustrada y sumando lo aburrido de cargar con el yeso que no me deja moverme lo suficiente. Ayrton no se ha pasado a visitarme desde hace dos días desde que le propuse que nos casáramos para salvar la empresa de la familia. Recordaba una y otra vez su rostro empapado, la sorpresa y confusión en su mirada. Y su negativa… ¡Dios mío! ¡Quiero estrangularlo! -Hago un movimiento con mis manos fingiendo tomar su cuello en el aire-El solo pensarlo me da rabia. ¡Es para salvar su empresa!—Come—la voz autoritaria suena en toda la estancia. Y me giro hacia la entrada.Es Ayrton.Viste formal, un traje gris que le queda a la perfección. Su rostro muestra seriedad, no muestra ninguna señal de estado de ánimo. Y eso me enfurece—internamente—miro de nuevo hacia la pantalla de la televisión plasma, anuncia un documental aburrido, bajo la mirada a mi plato aún lleno de sopa de verduras. Tuerzo mis labios y levanto la mi