“Anne-Lise se abrazaba con fuerzas al cuerpo de Jackson. El aire fresco de la recién lluvia los golpeaba. Cerró los ojos y se dejó llevar. Sintió una caricia en su mano.
«Jackson.»
Sonrió con sus mejillas recargadas en la espalda de él. El plan, irían a la casa de la playa. Tendrían su primera noche, perdería su virginidad con el hombre que quería. Jackson siempre le había dado su espacio. Siempre le hacía sentir especial. Él realmente la amaba, como nunca había amado a alguien. Era la primera y única mujer en su vida. Era su mejor amiga, consejera, novia y podría decir que en un futuro no muy lejano… Su mujer. Su esposa. La madre de sus hijos.
Jackson apretaba con fuerza sus manos a las manijas de la moto, el ver a Ayrton había abierto viejas heridas. La inseguridad lo consumía lentamente. Sabía que él seguía enamorado de ella, en sus ojos podía verlo. En como quería protegerla. Pero Jack había perseverado. Fue constante, y el viajar a Francia, era un plus para él para con Anne-Lise. ¿Qué hizo Ayrton? Nada. Se alejó de todos. Y de ella.
Pararon en la próxima gasolinera. Mientras regresaba Jackson con un par de botanas, se recargó en la moto, mientras Anne-Lise seguía arriba.
— ¿Y qué hacía Ayrton en tu casa? —intentó no sonar celoso.
Anne-Lise tomaba una galleta y lo observó.
—Es hijo de mis padrinos, y te he contado que cuando mis padres se reúnen, todos van. Aparte…—se quedó en silencio, las imágenes de esa tarde en el edificio de Miranda, cuando la llevo cerca de su casa y cuando entró en la cocina—… No lo había reconocido, apenas hace unas horas. No creí que estuviera en Londres, Jackson.
El silencio se quedó entre los dos. Anne-Lise miraba la galleta sin morder en sus manos.
—No importa. Es solo que no me gustó como se portó antes de venirnos, como si fueses de él.
—Se veía como que preocupado, aparte, ya han pasado años. Tenemos que superar toda esa m****a del pasado. Quiero mirar al frente sin presiones, ni recuerdos que nos lastimen…—Jackson se acercó y plantó un beso en la comisura de la boca de Anne-Lise. Esta sonrió.
—Me parece perfecto, cariño. Pero no hablemos más de él. Mis padres quieren que vayas mañana en la noche. Mi madre preparará una rica cena, además, Jackdiel me tiene amenazado. Quiere verte. Y quiere jugar póker. Quiere verte derrotada desde la última que lo hiciste comer polvo…—ambos soltaron la risa.
—Está bien.
Jack terminó de llenar combustible y subieron por el camino a la casa de la playa. Estaba a media hora de ahí, así que tendrían que apurarse.
La canción Midnight de Coldplay sonaba dentro de la cabeza de Anne-Lise, se abrazó de nuevo a Jack y tarareó para ella. El camino estaba solitario. Levantó la mirada al cielo oscuro, las estrellas apenas aparecían después de que las nubes empezaran a despejarse. Se soltó del agarre de la cintura de él, para extender sus brazos. Dio un grito de júbilo. Jackson comenzó a reír. Anne-Lise lanzó su cabeza hacia atrás para mirar por completo el cielo.
Se sentía tan tranquila, relajada, emocionada y muy dentro de ella… tenía miedo. ¿A qué? No lo sabía.
Y todo sucedió en cámara lenta.
Al volver lentamente su rostro hacia el frente, pudo visualizar los faroles de un carro de carga. Iba directo hacia ellos, Jackson intentó desviarse para evitar ser golpeados, pero fue tarde.
«Ayrton»
Fue lo último que pensó Anne, antes de que su alrededor se convirtiera en absoluta
… Oscuridad.
ANNE
El silencio inunda el lugar, el aire es frío y todo es confusión.
—A-A-Anne-Li…—su voz es un susurro en mi oscuridad. Abro lentamente los ojos, el cielo oscuro y majestuoso está ante mí. Un quejido me alarma. Las imágenes de hace unos minutos llegan de golpe.
—J-Jackson…—susurro con dolor.
Intento moverme, el casco me empieza asfixiar, sentía dolor por todas partes, mi mente mandaba órdenes de moverse, pero mi cuerpo no reacciona, entonces poco a poco comienzo a moverme, con todo el dolor, mis dedos temblorosos y adoloridos intentan quitar el maldito seguro que apretaba en mi garganta, lo retiro con cuidado, el pulso lo escucho momentáneamente dentro de mi cabeza, con cuidado, me vuelvo sobre mi cuerpo para quedar boca abajo sobre el pavimento. Trato de buscar a Jackson y no tardo mucho. Veo su cuerpo a dos metros del mío. Estaba igual que yo, pero su mejilla descansa sobre el pavimento, sus ojos cerrados y caía sangre de su cabeza.
—J-J-Jack—El pánico me abrazó, él abre lentamente sus ojos. Comienzo a llorar del miedo, con toda la poca fuerza que me queda, extiendo mi mano. Pero no se mueve.
¡No! ¡No! ¡No! ¡Esto no está pasando!
—A-Anne-Lise… No… Te mue… Vas… —como puedo me arrastro para cubrir la distancia que nos separa, estoy temblando de pánico, no puedo gritar, pasan miles de cosas por mi mente. Llego a él… Miro su rostro, su cuerpo está de una manera extraña…
—J-Jackson, tienes que ser fuerte…—susurro mientras lloro a mares.
Apenas levanta sus labios para formar media sonrisa. Las lágrimas seguían saliendo como cascadas por mis mejillas.
—¡No! ¡No! ¡No!, t-t-tienes que esperar a la am-bulanci-a… No debe de tardar… Tienes que esperar… J-Jackson…—mis sollozos se intensifican. Acaricio su rostro y él solo sigue con esa sonrisa en su rostro, las lágrimas salen en silencio por sus mejillas manchadas de sangre.
—N-N-unca de-jes de… Sonreír… R-Recuerda… Por nadie… Ni por… Mi…—nos sostuvimos por segundos la miradas y el brillo azul de sus ojos empezaba a desvanecerse junto con su sonrisa.
—¿Jackson? ¿Jackson?—lo llamo llorando con más fuerza, el dolor no es físico, es otro tipo de dolor que es insoportable—¡Jack! ¡Jack! ¡Jack! ¡No! ¡No! ¡No me dejes! ¡Jackkkk! ¡Jackson regresa a mí!—sus ojos estaban abiertos, observándome. Pero él se había marchado, él me había dejado…
¡Grito! Grito como nunca en mi vida había gritado, la garganta quema, mi cuerpo duele, el corazón duele, hay otro dolor que es indescriptible. Se escuchan las sirenas de la ambulancia, voces, pasos y autos rechinando llantas al detenerse. Comienzo a convulsionar del llanto… del dolor que sentía…
Las voces… se empezaban a desvanecer.
—Señorita no se mueva… Ya llegó la ambulancia—acaricio el rostro de Jackson mientras lloro desconsoladamente, el señor que había llegado le toca el pulso, pero niega. Intenta cerrar sus ojos, pero se lo impido.
—No…—se hace a un lado y con mis manos temblorosas… Con una acaricio su frente, acomodo el mechón de su cabello rubio… y lloro con intensidad cuando deslizo lentamente la palma de mi mano por sus ojos.
Finalmente los cierro.
—No se mueva, señorita…—cierro los míos y el dolor se hace presente con más intensidad, un fuerte quejido me hizo caer a su lado, el dolor se ha instalado en mi alma… Y en el resto de mi corazón.
Jackson se ha ido.
El dolor de mi cuerpo sale a la superficie, no siento una de mis piernas, mientras lloro, de nuevo ese dolor en mi pecho, el aire me hacía falta para respirar.
Imágenes borrosas. Paramédicos, el interior de la ambulancia. Todo en cámara lenta sucedía ante mí.
Antes de cerrar las puertas de la ambulancia… un oficial cubre con una manta blanca el cuerpo de Jackson.
Mi dulce Jack…
La vista se empieza a oscurecerse y de fondo sus últimas palabras: “N-N-unca de-jes de… Sonreír… R-Recuerda… Por nadie… Ni por… Mi”
Cierro finalmente mis ojos cuándo llega por completo la oscuridad y me dejé abrazar por ella.
ANNE Los recuerdos de Jackson pasaban una y otra vez dentro de mi cabeza. Su gran sonrisa, su tic nervioso, las noches que platicaba con él, cuando reíamos de sus chistes, sus sueños, metas y el futuro soñado que quería a mi lado. Pero no sucedería. «No dejes de sonreír, por nadie, ni por mí» En mi propia oscuridad podía alcanzar a escuchar a mí alrededor. No entendía nada… ¿Dónde estaba? —… Pero está bien, salió de estado crítico, estará en cuidados intensivos por 48 horas. Y se permitirá solo una persona en la habitación—una voz informaba. —Gracias, doctor. Quédate tu amor, yo iré a casa a bañarme, e intentaré de convencer a Ayrton que me acompañe—es la voz de mi padre. —Sí amor, convéncelo. Pobre, parece un zombi sentado afuera, dale las buenas noticias y llévatelo a casa, que coma algo y se bañe—es la voz angustiada de mi madre. —Constanza y Alfred, regresarán por la tarde—dice mi padre. Siento un beso en mi frente. Después se escucha la puerta cerrarse, luego el toque cálid
AYRTON Semanas después…. Abro mis ojos al sentir un pellizco en mi brazo. Me he quedado dormido en el sillón, al darme cuenta de donde estoy, visualizo poco a poco. Es la habitación de Anne-Lise, cuándo levanto mi rostro hacia ella, nuestras miradas se encuentran y ella sonríe débil. — ¿Necesitas algo?—pregunto levantándome de mi lugar bruscamente. A la mejor necesita algo urgente o se siente mal y yo durmiendo. —Calma, estoy bien. Solo quiero pedirte un poco de agua…—me levanto y agarro del mueble una jarra y un vaso, lo lleno y le ayudo a tomar con todo el cuidado del mundo. Lucía hermosa con su cabello castaño rebelde desparramado por todos lados y el color rosáceo en sus mejillas pálidas. Sigue con su collarín, unos hematomas, pequeños raspones en su rostro y cuerpo, su pierna enyesada y una férula en el brazo izquierdo. —Hoy viene el doctor a revisarte, supongo que ya te podrás quitar el collarín y esa férula del brazo—digo en voz baja. Ella solo afirma. Termina de tomar ag
AYRTON Estoy estacionado frente al edificio de ladrillos, observo a la gente pasar, cada quien en su propio mundo. Dudo que se sientan como yo lo estaba en estos momentos. Aprieto el volante con fuerza hasta ver que mis nudillos palidecen. —¡Maldita sea! ¡Sal de mi cabeza!—suelto un puño en el centro del volante haciendo sonar la bocina. Cierro los ojos furiosos. Esto no debe estarme pasando. La imagen de Anne-Lise no abandona mi mente desde que la he dejado cenar sola en su habitación. Su rostro de decepción por no haberme quedado, luego esa indiferencia. ¿Sentía algo por mí? «No Goldman, ella está así por Jack» Maldito idiota, si solo me hubiese hecho caso o usar otro casco extra o mi auto. El sonido de mi móvil me distrae de mis pensamientos, y para mi sorpresa… Anne-Lise. —Goldman—contesto en un tono neutro. —Disculpa, ¿Estás muy ocupado?—su melodiosa voz me hace cerrar los ojos. —Sí, un poco. ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?—preguntando de repente en la opción de que realment
ANNE Me han quitado el collarín y la férula del brazo hace días. Ya puedo estar más cómoda. Ha pasado una semana más que sigo en esta cama y que Ayrton no ha venido desde esa vez que le dije que no era necesario que regresara. Una semana sin escuchar sus gruñidos, sus gestos cuando está leyendo o trabajando. Es extraño sentir nostalgia por eso. Entonces llega a mí un recuerdo. FLASHBACK. (Recuerdo del pasado) FRANCIA, UN AÑO ATRÁS… —¿No lo has notado? ¿En la forma como te miraba o sonreía?—se quejó Jackson mientras hacíamos una videoconferencia. —¿Puedes dejarlo ya? Han pasado años Jackson y desde entonces no nos hemos cruzado. Ayrton hizo su vida y yo la mía. Y yo te elegí a ti, así o más claro—contesto mientras me recostaba en la cama, ajusté la pantalla para verme en el cuadro completo. —¿Y cuándo no esté yo? Él intentará ligar contigo y hará venganza por qué…—se quedó callado. —¿Por qué? Anda, termina lo que ibas a decir…—su rostro cambió por completo, ahora se veía irri
AYRTON Estoy de pie al final de las escaleras esperando a que Anne-Lise baje. Tengo el Bentley de mi padre esperando por nosotros. Me puso a Miko para que nos moviera a donde quisiéramos. Por más que quise negarme a llevar un chaperón, insistió. —Con cuidado bájala, Robert—la voz de mi madrina me hace girarme de mi lugar. Anne-Lise baja en brazos de Robert y algo le decía que este sonreía hasta ponerse rojo como un tomate. Eso me irrita. ¿Qué cosa tiene que estarle diciendo para ponerlo así? Finalmente terminan de bajar. Ella viste un vestido sencillo que cubre sus rodillas y es color oscuro, supongo que es el luto por Jackson. —Lista. ¿Cabe la silla de ruedas en tu auto?—Anne-Lise pregunta irónica. Ha de pensar que la llevaría en mi deportivo. Esperen. —¿Silla de ruedas? No, no, no. Yo te voy a cargar—sus ojos se abren por las palabras que acabo de decir. Mi madrina le sigue el mismo gesto. —¡Ayrton, no puedo entrar a un restaurante lleno de gente contigo cargándome! ¡Es vergo
ANNE —¿Cómo les fue en la cena hija?—mi madre se toma lugar en el sillón de mi lado derecho. Mi mente trabaja rápidamente. No puedo creer que mis padrinos estén pasando por una mala situación. ¿Mis padres sabrán la situación? Miro a mi madre curiosa. —Bien. Madre. ¿Puedo hacerte una pregunta?—ella afirma segura con su hermosa sonrisa en sus labios. —Un amigo cercano tiene un problema. Bueno su… No. No. —sabría que son ellos. M****a. ¿Cómo le pregunto? —¿Qué pasa hija?—su sonrisa se desvanece al ver mi preocupación. —Tengo un problema, tengo un amigo en Francia y sus padres tienen una crisis. Casi bancarrota… Pero nadie sabe. —mi madre no hace ni un gesto, señal que no sospechaba de quien hablo. —Y está buscando… Una solución. Pero descartan en vender, el banco lo sabría y actuaría arrebatando TODO. Y una amiga cerca de él, quiere ayudarlo, pero no sabe cómo. Me ha pedido consejos. Ella también tiene un negocio, igual de importante…—mi madre pone su cara de pensativa—y quiere ayuda
A N N E Estoy totalmente decepcionada, llevo dos días sin salir de la casa por lo frustrada y sumando lo aburrido de cargar con el yeso que no me deja moverme lo suficiente. Ayrton no se ha pasado a visitarme desde hace dos días desde que le propuse que nos casáramos para salvar la empresa de la familia. Recordaba una y otra vez su rostro empapado, la sorpresa y confusión en su mirada. Y su negativa… ¡Dios mío! ¡Quiero estrangularlo! -Hago un movimiento con mis manos fingiendo tomar su cuello en el aire-El solo pensarlo me da rabia. ¡Es para salvar su empresa!—Come—la voz autoritaria suena en toda la estancia. Y me giro hacia la entrada.Es Ayrton.Viste formal, un traje gris que le queda a la perfección. Su rostro muestra seriedad, no muestra ninguna señal de estado de ánimo. Y eso me enfurece—internamente—miro de nuevo hacia la pantalla de la televisión plasma, anuncia un documental aburrido, bajo la mirada a mi plato aún lleno de sopa de verduras. Tuerzo mis labios y levanto la mi
ANNE Me observo detenidamente a través del espejo. Mi vestido negro de encaje, moldea mis curvas. El cabello en un recogido en mi nuca me da un estilo sencillo y elegante. La joyería discreta me recuerda el significado de esta noche. Las marcas del accidente están a punto de desaparecer para siempre. Pero las marcas que tengo en lo más profundo de mi alma… Siempre estarán recordándome esa noche. «Siempre sonríe» Las palabras de Jackson golpean mi realidad. Mi mano acaricia el espejo frente a un rostro imaginario de él. —¡Oh Jackson, te extraño!—las lágrimas amenazan con salir, pero tengo que ser fuerte. Ya ha pasado más del mes del accidente. No tenía que estropear esta noche, ayudaría a Ayrton con la empresa y… «¿Y qué más, Anne-Lise?» Arrugo mi entrecejo intrigada por la dirección a donde me van llevando mis pensamientos. —Es solo un compromiso, una empresa para salvar. Y después me iré a Francia. Un nuevo comienzo. El nudo en la garganta empieza a expandirse rápidamente. Pe