ANNE —¿Cómo les fue en la cena hija?—mi madre se toma lugar en el sillón de mi lado derecho. Mi mente trabaja rápidamente. No puedo creer que mis padrinos estén pasando por una mala situación. ¿Mis padres sabrán la situación? Miro a mi madre curiosa. —Bien. Madre. ¿Puedo hacerte una pregunta?—ella afirma segura con su hermosa sonrisa en sus labios. —Un amigo cercano tiene un problema. Bueno su… No. No. —sabría que son ellos. M****a. ¿Cómo le pregunto? —¿Qué pasa hija?—su sonrisa se desvanece al ver mi preocupación. —Tengo un problema, tengo un amigo en Francia y sus padres tienen una crisis. Casi bancarrota… Pero nadie sabe. —mi madre no hace ni un gesto, señal que no sospechaba de quien hablo. —Y está buscando… Una solución. Pero descartan en vender, el banco lo sabría y actuaría arrebatando TODO. Y una amiga cerca de él, quiere ayudarlo, pero no sabe cómo. Me ha pedido consejos. Ella también tiene un negocio, igual de importante…—mi madre pone su cara de pensativa—y quiere ayuda
A N N E Estoy totalmente decepcionada, llevo dos días sin salir de la casa por lo frustrada y sumando lo aburrido de cargar con el yeso que no me deja moverme lo suficiente. Ayrton no se ha pasado a visitarme desde hace dos días desde que le propuse que nos casáramos para salvar la empresa de la familia. Recordaba una y otra vez su rostro empapado, la sorpresa y confusión en su mirada. Y su negativa… ¡Dios mío! ¡Quiero estrangularlo! -Hago un movimiento con mis manos fingiendo tomar su cuello en el aire-El solo pensarlo me da rabia. ¡Es para salvar su empresa!—Come—la voz autoritaria suena en toda la estancia. Y me giro hacia la entrada.Es Ayrton.Viste formal, un traje gris que le queda a la perfección. Su rostro muestra seriedad, no muestra ninguna señal de estado de ánimo. Y eso me enfurece—internamente—miro de nuevo hacia la pantalla de la televisión plasma, anuncia un documental aburrido, bajo la mirada a mi plato aún lleno de sopa de verduras. Tuerzo mis labios y levanto la mi
ANNE Me observo detenidamente a través del espejo. Mi vestido negro de encaje, moldea mis curvas. El cabello en un recogido en mi nuca me da un estilo sencillo y elegante. La joyería discreta me recuerda el significado de esta noche. Las marcas del accidente están a punto de desaparecer para siempre. Pero las marcas que tengo en lo más profundo de mi alma… Siempre estarán recordándome esa noche. «Siempre sonríe» Las palabras de Jackson golpean mi realidad. Mi mano acaricia el espejo frente a un rostro imaginario de él. —¡Oh Jackson, te extraño!—las lágrimas amenazan con salir, pero tengo que ser fuerte. Ya ha pasado más del mes del accidente. No tenía que estropear esta noche, ayudaría a Ayrton con la empresa y… «¿Y qué más, Anne-Lise?» Arrugo mi entrecejo intrigada por la dirección a donde me van llevando mis pensamientos. —Es solo un compromiso, una empresa para salvar. Y después me iré a Francia. Un nuevo comienzo. El nudo en la garganta empieza a expandirse rápidamente. Pe
AYRTON —Hola Bro—había llegado Owen a Londres hace cuatro días, está quedándose en casa de mis padres. Sonríe y le regreso una sonrisa a medias. Mi buen humor se ha esfumado desde hace una semana desde que Anne-Lise anunció el compromiso a nuestras familias. Y desde hace una semana que no nos habíamos cruzado, ni un mensaje ni una llamada, pero precisamente hoy, tenemos que vernos. Nuestras madres se están encargando de la boda y todos los preparativos. Y Anne-Lise insiste ahora que tenía que participar o podrían sospechar. —Estoy empezando a dudar de todo esto…—digo en voz baja mientras tomo asiento en el sillón frente a Owen en el despacho de mi padre. —Calma, son los nervios. Además, no puedes negar que te llevas a una hermosa mujer como esposa…—Me guiña el ojo y sonríe más, mi mejor amigo estaba más emocionado que yo. —Una hora más tarde— ****Estamos aún sentados en la sala que se encuentra dentro del despacho, revisamos las cifras que mi padre nos ha entregado para evaluar.
A Y R T O N Vamos en silencio hasta el auto. —¿Todo bien? —pregunta, sorprendido a mi silencio. —Vamos a buscar una banda—Owen sonríe. —Si es lo que estoy pensando, será una excelente idea ¿Anne-Lise lo sabe? Niego. —Creo que tomaré tu consejo, Bro. —digo mientras arranco el auto. —¿Cuál de todos? —Enamorarla. Recordarle sus sentimientos por mí. Sé, que siente aún algo por mí. Además, tú lo has visto como ha reaccionado por el tema de Rachel. Owen lanzaba un puño al aire divertido. —¡Si se puede! ¡Si se puede! Claro que está enamorada de ti, solo que le ha de costar aceptarlo. Y lo de la banda… ¿Es lo que tengo en la cabeza? Afirmo. —Será… uno de mis regalos de boda para ella. Nos dirigimos fuera del estacionamiento de la casa de mis padrinos. Había algo en el aro azul de los ojos de Anne-Lise que me han dado una esperanza. ¿Qué es? No sabría decirlo, pero tenía menos de un año para averiguarlo, ¿Por qué no empezar poco a poco? Su respiración se agita, casi tomo de su ci
ANNE —El color es perfecto, resalta el color de tus ojos es hermoso, hija—la voz susurrante de mi madre a mi espalda suena demasiada melancólica. Me giro hacia ella y sus ojos están cristalizados. —Madre…—pero me hace señas con su mano que no diga nada. —Te ves perfecta—la voz emocionada y al borde de las lágrimas de mi madrina, posa una mano en el hombro de mi madre en señal de apoyo. Regreso la mirada al espejo, aun en estado de shock. Es otra mujer reflejada en ese espejo. —Es el indicado…—murmuro para mí misma al ver el vestido de novia, es todo de encaje, se amolda desde mi pecho, cintura y al llegar a mis caderas, cae en una cascada de encaje y pedrería discreta. Mi cabello está en un moño sencillo y al mismo tiempo, elegante. La emoción me llena totalmente. Y por un rato me olvido de que todo esto no era real. Por un rato me siento como si realmente fuese una novia. Es el vestido perfecto, pero no la mujer correcta. —Se le va a caer la baba a Ayrton cuando te vea caminar
A Y R T O N Me muevo incómodo ahora yo, no entiendo si lo dice por algo que yo no sé, o solo está metida en su papel de futura señora Goldman. Desajusto mi pajarita al sentirme presionado, creo que estoy empezando a sudar. Me siento desarmado. ¡Malditos votos! Si solo… olvídalo Goldman. Trago saliva listo para lanzarme al acantilado. —Anny, no sé por dónde empezar…—susurro mientras mi mente empieza a ordenar las palabras en mi boca. —¿Ayrton? —me llama Anne-Lise al ver que me he quedado en silencio, sus ojos azules me contemplan, ¿Qué puedo decir? “Solo la verdad, Goldman.” —Anny… Una vez me has roto el corazón…—sus ojos se abren de sorpresa—pero como tú dices, el tiempo cambia a la gente. Por más que intenté borrarte de mi mente… Te aferraste con ganas a mis pensamientos. Diez años sin verte, tocarte o siquiera mirar esa sonrisa—levanto mi mano y acaricio sus labios que tiemblan a mi toque— y a pesar de nuestra pérdida. Seguimos aquí, de pie frente a uno, luchando, escuchando y
ANNE Me separo de Ayrton, mis labios amenazan con temblar de la decepción. Por un momento he creído que es real, pero eso me hace confirmar que me ha escuchado hablar con Miranda. ¡Tonta! ¡Tonta! ¡Tonta! Me separo de él y salgo de la pista fingiendo una sonrisa ante los invitados, dejando a un Ayrton confundido en medio de la pista. Avanzo al interior de la casa y entro hasta mi habitación. Al cerrar la puerta detrás de mí, me deslizo hasta el suelo y comienzo a llorar. —¿Por qué lloras, tonta?—murmuro cargada de enojo conmigo misma. Es obvio Anne-Lise. Ayrton es el mismo. Recuerdo el momento en que Miranda se había puesto pálida, antes de que llegara la señora Duncan... La señora Duncan. Acaricio mi mejilla, cierro mis ojos e intento tranquilizarme. Unos momentos después tocan la puerta. —Anne-Lise, soy Miranda, abre. Abro la puerta estirando mi brazo en el picaporte sin levantarme del suelo, entra sorprendida al verme sobre mi vestido de novia en la duela oscura de mi habit