Sebastián no tuvo otra opción que seguir fingiendo ser un buen esposo, luego de que Katlyn dejara de llorar desconsoladamente cuando dijo que le había mentido con lo de la bancarrota, Sebastián le dijo que estaba bien, que lo resolvería, aunque no tenía idea de cómo. -¡Te juro que voy a hacer todo para que tengamos un niño Sebi!- exclamó angustiada la rubia. Sebastián sintió en ese momento un escozor en su nuca, su vocecilla interior que le decía:“Dile la verdad, dile que es tu culpa, que eres estéril”Estuvo a punto de revelar su verdad más íntima cuando tocaron la puerta del cuarto, salvándose de la confesión. El joven CEO se levantó rápidamente y se acercó a la puerta, encontrándose con el mayordomo de la familia, que lo conocía desde niño. -Amo Aller, lo siento por interrumpir su momento con la señora Aller, pero hay un hombre que lo busca…-¿De quién se trata?-Dice ser un detective privado-¡¿Un detective privado?!- exclamó confundida su esposa desde detrás suyo. -Dile que
Helena terminó aceptando la invitación a tomar un café con la mujer, no tenía idea de qué le iba a decir, solo rogaba que su ex compañera no abusara nuevamente de su confianza, no soportaría otra broma más.-¿Qué querías decirme?- preguntó cuándo estaban sentadas en el café.-¿Cómo has estado Helena? ¿Te está yendo bien?La pelirroja enarcó una ceja incrédula.-¿De repente te importa cómo estoy?La joven miró al suelo avergonzada.-Realmente lo siento por todo lo que pasó, simplemente se fue de las manos y no pude hacer nada.-Bueno, pero ya consiguieron lo que querían, que yo no esté más en la empresa.-¿Te soy sincera? Creo que no hay mejor secretaria presidencial que tú, ninguna de las chicas que ha estado desde que te fuiste ha soportado más de dos días, yo ni siquiera me he animado a estar, prefiero cobrar menos que soportar al ogro de Sebastián. - Bromeó, aunque a Helena no le hizo gracia. -Si esto era para decirme que vuelva olvídalo, no va a pasar, ahora estoy en una empresa
Apenas había podido conciliar el sueño en toda la noche, en su cabeza repetía una y otra vez:“Katlyn te drogó”Las pesadillas habían vuelto a intensificarse en las pocas horas en las que había logrado cerrar los ojos. Ahora el rostro de sonrisa grotesca de Katlyn estaba como protagonista, también el momento en el que había brindado con la rubia y las demás, y cuando bebió el contenido adulterado bajo la mirada de todas esas arpías que sabían lo que había hecho Katlyn y nadie había impedido que tomara la droga.Todas se habían burlado de ella, la habían filmado riéndose de su situación. No habían hecho nada cuando esos hombres se habían acercado a ella sabiendo que no estaba en sus cabales como para defenderse y luego….Simplemente se habían ido…Ahora el recuerdo de las mujeres alejándose hacia la salida había aparecido de sus recuerdos perdidos, cómo se reían divertidas al irse de ahí dejándola a la merced del lobo que luego se la llevaría a ese sucio motel para hacer lo que quisier
Helena corrió hacia el ascensor, apenas había podido agarrar su bolso, dejando su abrigo colgado en el perchero, no pensaba volver por él, no se animaba a girarse, tenía miedo de encontrarse con que Alan la estaba siguiendo.Entró al ascensor y apretó el botón con desesperación para que las puertas se cierren.-Vamos…por favor…- Sollozó respirando agitada y con el corazón en la garganta.Finalmente, las puertas se cerraron y se apoyó contra el espejo del ascensor, las lágrimas comenzaron a salir sin poder frenarlas y sus piernas se aflojaron, cayendo lentamente al suelo.“No eres más que una puta, que no se te olvide”Esa frase se repetía una y otra vez en su cabeza….Además de ser cruel y dolorosa, sentía que ya la conocía, como si fuera un deja vu.El ascensor se abrió y rápidamente se arrojó fuera, corriendo con todas sus fuerzas hacia la salida bajo la mirada de sorpresa de sus compañeros, quienes habían sido buenos con ella.Ahora entendía que era mejor tener malos compañeros, pe
-Esa fue la última- informó Erik que se acercó hasta su frustrado amigo- ¿No crees que has sido un poco duro con las chicas?-¡No puedo elegir a alguien que no me convence al 100% Erik! – gritó fastidiado.-Oye tranquilo… Lo que quiero decir es que quizás no estás muy convencido con todo esto y estás metiendo excusa tras excusa.Sebastián se levantó de su escritorio.-¿A dónde vas?-A casa, tengo que decirle la verdad a Katlyn…Justo en ese mismo momento el timbre sonó. Ambos se miraron extrañados.-Voy yo…que raro, ya y media pasadas-Exclamó su amigo, yendo al comunicador-¿Quién es?-Hola, buenas noches… vengo a la entrevista- dijo una voz femenina insegura.-Si pasa- indicó apretando el botón para que la joven pudiera entrar al edificio.-¿Y? ¿Quién era?-Una última candidata- exclamó emocionado Erik- Esta vez no la cagues.El CEO ya había bajado los brazos, se había resignado a no encontrar una mujer que cumpliera con sus estándares para ser la creadora de su heredero. Pero una más
-¿Qué pasó? ¿Y ahora qué hiciste?-Vete por favor Erik.-Amigo… era tu última oportunidad y parecía una buena chica…-¡Que te vayas!- gritó el CEO, perdiendo la paciencia.Erik suspiró resignado y se dirigió hacia la puerta-Está bien Sebas, pero deberías empezar a replantearte tus actitudes, no te van a llevar a ningún lado.El mayor de los Aller no le contestó, dejando que su mejor y único amigo se fuera. No podía dejar de pensar en que había desaprovechado una oportunidad tan grande como la que el destino le había dado. Ahora solo quedaba esperar a que en una semana Helena no pudiese devolver el dinero y cerrar finalmente el trato, mientras tanto el joven Aller tenía algo pendiente que resolver.Helena fue tachando mentalmente los días de la semana que se iban acabando frente a sus ojos sin tener éxito en conseguir un nuevo trabajo, hasta había bajado sus expectativas y sus estándares, pidiendo trabajo en los peores lugares, en esos que te explotaban por dos pesos, pero ni aún así
Apenas Sebastián dejó solo a Alan, el menor de los Aller pasó por todas las emociones como una ráfaga abrumadora.Primero el desconcierto, cayendo en su asiento y sosteniéndose la cabeza.“¿Cómo pude ser tan imprudente?” Jamás había embarazado a una mujer antes y eso que lo había hecho con una cantidad incontable, siempre siendo precavido en ello, sabiendo que esas mujeres busca fortunas podrían quitarle una parte de su herencia.Luego el miedo lo invadió, jamás había pensado en ser padre, la sola idea de traer una criatura al mundo y tener que hacerse cargo de ella simplemente le causaba náuseas.Luego lo irrumpió una ira ciega, recordando que su hermano había intentado, aunque este era estéril, todos los días embarazar a quien era el amor de su vida. Aunque odiaba a los niños, que Katlyn tuviera uno con alguien que no era él era algo imperdonable.Y finalmente, con esta última conclusión, una sonrisa grotesca se dibujó en su rostro, dándose cuenta de algo que era obvio y que había e
-David…- dijo la pelirroja en un hilo de voz y con los ojos cristalinos, cuando su amigo le abrió la puerta.-Hele, ¿Qué sucedió?- preguntó al ver a su amiga hecha un trapo viejo y usado. La joven no lo aguantó más y largó en llanto abalanzándose al cuello de su mejor amigo quien la recibió en un fuerte abrazo, aún sorprendido por la visita inesperada de quien había sido su amiga de toda la vida y a quien creyó perdida por su cruel actitud con ella la última vez que se habían visto.David la sostuvo un buen rato mientras Helena se desahogaba en su pecho, humedeciendo su ropa. El joven se mantuvo en silencio, frotando su espalda como señal de apoyo.Cuando su amiga finalmente dejó de llorar desconsoladamente y solo escuchaba hipos saliendo del cuerpo tembloroso de la joven, David se separó del abrazo y la condujo al sillón.-Ten- dijo alcanzándole un pañuelo para que se secara su rostro húmedo y rojo de tanto llorar.-Cuéntame qué te ha pasado Hele…La pelirroja no quería volver a llora