Dominik Bloss. El amar es la mayor auto tortura que podemos llegar a experimentar, soy fiel creyente de esas palabras.Amar a alguien es como una bomba de tiempo si la relación es insana porque sabes que en cualquier momento va a explotar y va acabar con cualquiera de los dos, y algo me dice que ese alguien seré yo.Tal vez no de manera sentimental, pero presiento que si terminaré con un terrible dolor de cabeza, al menos en el caso con Laura ya que con Helen algo me dice que me destruirá de todas las tomas posibles.Conozco poco de ella lo sé, sin embargo, cuando una persona no va hacer beneficiosa para tu vida lo sabes, y aun así decides hacer caso omiso de todo ignorado las banderas rojas que puedan llegar a tener tal persona. ¿Por qué? No lo sé. Pero creo que el estar trabajando justo un día después de la sepultura de su padre y te rehúses a llorar su muerte, es una clara advertencia de lo que se puede avecinar. Ayer después del funeral la traje a su departamento y en cuanto en
Helen.Si mi psiquiatra viera ahora mismo lo que estoy haciendo para no pensar, seguro me diría que estoy rotundamente mal y que cojer sin parar no soluciona absolutamente nada. Que refugiarme en sexo no es buena idea, que todo mi avance se va a ir a la mierda.Pero lo necesito.Perder a mi padre, no poder consolar a mi madre y perder a Tania ha hecho que quiera dejar de pensar. Volver a esos tiempos donde escapaba de todo y todos es lo que quiero, tal vez esté mal pero no conozco otra forma de enfrentar mis miedos y este duelo que no quiero asumir. Estar con Dom me hace bien, me hace no pensar en el caos que hay fuera, el que su miembro entre y salga de mi me lleva a una nube de éxtasis que pocas veces he sentido en el sexo. Me gusta como se siente dentro de mí, como me mira y cómo marca cada parte de mi cuerpo con cierta posesividad que me encanta. —Eres muy hermosa —me susurra viniendose por tercera vez en la noche. Lo quitó de mi y me subo a él a horcajadas para volverlo a bes
Nota de autor.Les cuento que esta novela no va a continuar, lamento mucho que no tenga continuidad ni un cierre. No la eliminó porque es un proceso muy largo de la app y no quiero hacerlo, sin embargo, espero mas adelante darle el cierre que merece la historia.La razón es porque la historia se eliminó por completo de mi teléfono y es el único medio por donde puedo escribir, la verdad es que hace mucho que yo la escribí y como ya no es lo que estoy escribiendo actualmente, me cuenta retomar esta historia.No obstante, estoy planeado re escribirla para el próximo año, cuando termine las tres historias que estoy subiendo también por esta app, si la quieren leer en el futuro no muy lejano Siganme en Intangram para que sepan cuando la suba y puedan decirme su opinión respecto a la historia, apareco cómo Yosemith silvera. (sólo si quieren claro)Si más que decir, Besos.
Tomó un trago de mi bebida mientras bailo la música, la cual es sensual y lenta, por lo que me muevo al compás de esta, moviendo mis caderas de un lado a otro. Coloco mi pelo a un lado, dejando al descubierto mi espalda, la cual solo está cubierta por unos tirantes finos. Al levantar la mirada esta va directo a mi presa, quien me está mirando con intensidad y lujuria. El chico parece no querer perder el tiempo por lo que se acerca a pasos lentos, dándome tiempo a detallar muchos más. Su cabellera rubia casi blanca cae en cascada hasta sus pómulos, su rostro fino delicado pero masculino resalta aún más con las luces del lugar, su cuerpo no muy musculoso pero tiene lo adecuado, sus ojos grises tiene esa carga de malicia y perversión que me encantan. Al llegar a mi me da una sonrisa ladeada, le devuelvo el gesto mientras le doy la espalda y le empiezo a bailar. Posa sus manos en mi cintura, mientras se mueve al compás de mis caderas, su aliento roza mi cuello haciéndome estremecer. —C
Una vez terminamos de almorzar, Tania y yo regresamos a la empresa, ella va a su área y yo a mi despacho. Cuando abro la puerta de cristal, me detengo en seco por un momento, luego avanzó con cautela. —¿Qué haces aquí? — Pregunto sentándome frente a él. —Hola a ti también. Yo estoy bien, gracias por preguntar hija. —Dice con sarcasmo. —Se supone que me entregaste la empresa para yo manejarla y tú pudieras viajar, descansar, que se yo. No es necesario que te aparezcas cada mes o semana. —Le explico pero él es muy terco. —El día en que muera, ese día dejaré de venir. Por ahora acostúmbrate. —me cruzó de brazos y me recuesto de la silla mientras lo miró con el ceño fruncido. —Pero… —Pero si dejaras de ir a clubes cada fin de semana y hacer que no te metan en cada escándalo o te fotografíen con cada persona de esos clubes, dejaría de venir tanto. —Coloca una revista frente a mi mientras niega con la cabeza. Tomó la revista y la medio ojeo un poco ya que dice lo mismo de siempre sol
—No lo puedo creer. —Tania me ve sorprendida por lo que le acabo de decir. —Si que eres mala, amiga. —dice con emoción. —Era lo mejor. Yo me voy a casar con Eric y no necesito que una mocosa me amargue la vida. —me encojo de hombros restándole importancia. —¿No le piensas decir nada a Eric?—No, no tiene caso. —seguimos platicando en la cafetería hasta que me doy cuenta que es hora de ir al trabajo. Una vez llegamos me despido de Tania y voy a mi despacho, pero antes de abrir la puerta mi secretaria me detiene. —Señorita, su cliente ha llegado. —me informa. «No me acordaba que tenía que atender un caso» pienso. —Me recuerda su apellido. —Bloss. —Responde dejándome desconcertada. —Hágalo pasar. —ordenó antes de entrar a mi despacho. Tomó mi laptop revisando los correos importantes. Intento concentrarme pero es imposible. Bloss, la familia más importante de Inglaterra. Alguien abre la puerta haciéndome levantar la mirada y ver quién entró. Por un momento quedó en blanco revisando
Dominik—¿Qué mierda es esto Dominik? — grita Laura, en cuanto entra a mi oficina agitando la carpeta en sus manos. —¿Acaso no sabes leer? Claramente son los papeles de divorcio. — Le explico con calma recostado me de la silla. —¡No me puedes hacer esto! —chilla frente a mi. —Si puedo, ¿y qué crees? ya lo hice. — Le sonrió con todo el descaro que puedo dar. —Pero… ¿por qué? — giro los ojos, aquí vamos de nuevo —Yo te amo, y se que tu a mi también. Cancela esto, y lo arreglamos juntos Dominik. —No. —corto elevando un poco la voz. Sus ojos se llenan de lágrimas. —¿Por qué te quieres divorciar? Yo lo único que he hecho es amarte y demostrarte que te amo, cariño cancela esto. — masajeo mi cien en cuanto siento el estrés elevarse. —No voy a tener esta conversación de nuevo. —me levantó para no tener que lidiar de nuevo con esto. —Nos vemos cuando quieras firmar. —salgo sin esperar respuesta, me voy al estacionamiento donde me adentro en mi auto y pongo el auto en marcha, para estar
Acomodo mi falda negra, un poco para luego verme en el espejo de cuerpo entero, terminó de abotonar mi camisa blanca y arreglar el maquillaje, una vez terminó con mi vestimenta, optó por soltar mi cabello a cada lado de mi rostro y me coloco los tacones blancos.Tomo mi bolso y lentes de sol, antes de salir de mi departamento, subo al auto en cuanto llego al estacionamiento, me coloco los lentes antes de poner en marcha el auto. En cuanto llegó a mi despacho, mi secretaria me extiende mi café antes de entrar.Tomó asiento y empiezo con todo el trabajo que tuve atrasado, paso alrededor de cuatro horas contestando llamadas y correos. En cuanto siento que yo no puedo más alguien entra sin previo aviso.—Helen cariño. —reprimo las ganas de girar los ojos al escuchar la voz de Laura.—Llegas tarde. —Le digo molesta, se supone que debió llegar hace dos horas atrás.—Lo sé, lo siento. Pensé que no era tan importante. —Se encoge de hombros. Suspiro antes de hablar.—Toma asiento por favor. —L