—¡Esto no puede ser! — Al tiempo que Elara Jhonson gritaba completamente furiosa, arrojaba las cosas que se hallaban sobre la mesa del recibidor en el departamento de Cedric. Algunas fotografías habían caído, y sus marcos quedaron estropeados. Tomando una de ellas; aquella en que el, de unos diez años, salía junto a Caleb y su padre sobre aquella lancha en la última de esas tardes de pesca…luego de eso, el abuelo Auritz había muerto, y su padre tomó el liderazgo de la familia, y todo cambio. Cedric miró con nostalgia aquella foto; si se era completamente sincero, no esperaba recibir nada más que algunos cientos de miles de dólares y algunas propiedades, pero su padre le había dejado mucho más, incluso acciones en la empresa familiar.—Lo que he recibido de herencia es perfecto, ¿Cuál es tu problema? — cuestionó molesto el rubio, recogiendo todo lo que su caprichosa esposa había tirado en medio de su rabieta. Elara miró despectivamente a Cedric. Se había encaprichado con ese hombr
¿Qué es el que es el embarazo?Embarazo es el término utilizado para describir el período en el cual un feto se desarrolla en el vientre o útero de una mujer. El embarazo suele durar aproximadamente 40 semanas, o poco más de 9 meses, lo cual se calcula desde el último período menstrual hasta el parto.Los ojos de Elianna se movían tan rápidamente como leía aquellas palabras en su laptop. No había podido dejar de pensar en ello desde que aquella amable mujer en la tienda de mascotas lo menciono, y no podía negar que se sentía sumamente nerviosa al respecto. Contando con los dedos, hacia meticulosos cálculos mentales, para saber el día en que, aproximadamente, le debía llegar su periodo, y descubría que aún hacia falta alrededor de una semana para que llegase. —Te ves algo tensa, ¿Te sientes bien? — cuestionó Alexei entrando en la oficina de Afrodita, notando a su mejor amiga tan pálida como el papel. Elianna negó. No tenía caso alarmarse todavía; había muchas cosas por resolver que
El palpitar del corazón se había acelerado, quizás, un poco más de lo esperado. Los nervios se sintieron a flor de piel, y notando la mirada de Caleb, Elianna pareció quedarse momentáneamente sin palabras. Aquellos ojos zafiros no la miraban con sorpresa; era como si ese hombre siempre hubiera sabido quien se escondía tras aquella máscara. — Ya veo…por eso el señor Auritz tenía la certeza de que Afrodita aceptaría trabajar con Athziri Corp…imagino, señorita Jhonson, que tiene sus buenas razones para no revelar que es usted el genio detrás de esta nueva e innovadora marca, y, por supuesto, que respeto eso — dijo Héctor sintiéndose aliviado al saber que aquella joven simpática y agradable, era en realidad Afrodita. — Me alegra que no esté disgustado señor Gonzáles, debo admitir que me preocupaba que usted se molestará por no decirle la verdad en México — aceptó la hermosa castaña. — Se que harás un buen trabajo, Elianna — Los ojos verdes de la hermosa joven se mostraron tímidos, y po
“No eres buena en esto, Elena, no tienes la inteligencia de tu medio hermano, tampoco eres buena tomando decisiones, pero si eres hermosa, muy bella. Lo mejor que puedes hacer, es encontrar un esposo millonario como yo y vivir feliz el resto de tu vida” La luz de la luna se coló por aquellas ventanas, y el viento meció con suavidad aquellas cortinas. —Señora Jhonson, le traigo su almuerzo — Aquellas palabras que le dijo su madre días antes de que el cáncer se la llevará para siempre, se le habían quedado grabadas en el fondo de su mente, aunque tenía demasiado tiempo sin pensar en ellas…o en su madre. —Déjalo allí y lárgate — le respondió a la enfermera que solo la miró con molestia. Aquella persona nunca fue una mujer sentimental o una madre afectuosa; la recordaba altiva y orgullosa, con un porte elegante y tan frívola y hueca como aquellas actrices hermosas de los años veinte. La admiraba muchísimo. Su padre había caído en sus manos debido a su gran belleza, y su magnética s
—El ginecólogo puede recibirla está misma mañana si así lo desea, tiene una cita disponible a las 9:30 si le interesa — Lágrimas de rabia se veían acumuladas. —Está bien, agende mi cita — Una nueva prueba de embarazo negativa yacía en el cesto de basura.—Listo señorita Jhonson, a las 9:30 la recibirá el doctor Hasan — Sin despedirse o agradecer, Elara cortaba aquella llamada. Se mordía las uñas demasiado nerviosa; por más intentos que se estaban haciendo, no lograba embarazarse. Los días seguían pasando uno tras otro, y las manecillas del reloj no se detendrían a esperar a que un milagro ocurriera. Elianna podría quedarse embarazada en cualquier instante, y entonces, nuevamente le estaría llevando la delantera. No podía permitir que ese par de infelices tuvieran un hijo. No podía permitir que se quedarán con ese dinero que podría significar la diferencia entre la quiebra y la salvación. Leyendo los muchos mensajes de los socios e inversionistas de Jhonson Corporation, frunció
—Por favor, no se mueva — Los médicos ordenaban a Elena quien se mantuvo imperturbable dentro de aquella enorme máquina que le daría las respuestas a sus recientes y dolorosas cefaleas. Elianna observaba atenta desde un piso superior. Nunca podría perdonarle a Elena todo el daño que le había hecho, pero no tenía el corazón para dejarla sola en un momento tan difícil. Mirando su celular, se sintió irritada al ver que no había respuesta alguna de Elara; ella debía de estar allí para su madre, pero simplemente parecía como si se la hubiera tragado la tierra. Saliendo un momento de la sala, marco de nuevo el celular de su hermana sin nuevamente obtener una respuesta. En el departamento de Cedric, Elara miró iluminarse la pantalla de su celular con una nueva llamada de esa maldita. “Tienes que estar aquí, Elara, Elena te necesita” Aquel corto mensaje de voz logró irritarla demasiado. No tenía tiempo ni intención alguna de preocuparse por su madre, mucho menos ahora que estaba atraves
En un elegante restaurante, Héctor Gonzáles buscaba sus anteojos. Parecía haberlos perdido. Y en Afrodita, Elianna platicaba junto a sus curiosas compañeras.—Pensamos que ya no volverías después de como te trato esa horrible mujer, ¡Que bueno que estás devuelta! — Elianna sonreía a sus empleadas, o, mejor dicho, a sus compañeras de trabajo. Lo hecho por Elara aquella tarde en su tienda, había escalado a mayores y aún cuando ningún noticiero en la ciudad había reportado su nefasta actitud contra una “simple” empleada, había reventado las redes sociales e incluso se habían armado protestas en contra de Jhonson Corporation por el terrible comportamiento de su hermana. —Estoy bien, no sé preocupen, solo estuve un poco enferma — respondió a las preocupadas jóvenes. Aún no podía revelar su verdadera identidad al público; aún estaba esperando a que Elena y Elara actuarán, y debía observar con atención cuales serian sus siguientes pasos. —Supimos que esa mujer es en realidad tu herman
—¿Este es el hospital San Jorge? — Elena tuvo que contener y reprimir en lo hondo de su alma aquel gritó que amenazaba con escapar de su garganta. Aquel hombre frente a ella la miró con curiosidad, tal y como si fuera su medio hermano que había escapado del infierno solo para atormentarla. —E-Eliam… — musitó apenas sin voz. Héctor sonrió. —Oh no señora, creo que me está confundiendo, mi nombre es Héctor Gonzáles. Lamento haberla importunado — dijo el hombre apresurando su paso hacia dentro del hospital sin esperar a recibir respuesta. Elena se tocó el pecho. Su corazón latía demasiado fuerte, tanto así que parecía que le iba a estallar dentro del pecho. Hiperventilando, se recargó en uno de los muros del edificio y trató de calmarse. Aquel hombre era idéntico a Eliam, pero era imposible que su maldito medio hermano siguiera con vida. Mordiéndose las uñas, recordó el momento en que lo vió dentro de esa caja antes de ser enterrado. Ella misma había cerrado su ataúd. Que Eliam es