Aquí narra Madison en primera persona:Su gentileza me había cautivado...alguien, que al igual que yo, era un apasionado por la medicina, siempre repetía lo mucho que deseaba ayudar a otros...a alguien especial para el que decía había estado muy enfermo desde que eran pequeños, contaba mil historias sobre esa persona...y yo no podía evitar mirar el brillo en sus ojos cada que hablaba de él...no podía evitar sentir esa misma emoción que desbordaba de su ser...no podía evitar enamorarme cada vez más y más de él, Daryl era como un príncipe de ensueño, uno que me enamoraba cada un día un poco más.— ¡Harrington! ¿Vamos, has visto el nuevo ramen de la cafetería? — decía Daryl de nuevo invitándome a pasar el receso con él.— Lo siento, pero iré con Adrien y los chicos a comer a casa de Stefany — respondí sin mayor importancia...en ese momento no lo note, la molestia en sus ojos...era bueno escondiendo sus emociones...al menos hasta que no le importo mostrarlas.— Bien será para la próxima..
Gritó mientas me arrojaba un puñetazo a la cara y se abalanzaba sobre mí, arrancando mi ropa y dejándome indefensa y expuesta hacia el...dos años de un cuento de hadas, el príncipe oscuro que tanto amaba, las imágenes de aquellos días felices donde solo éramos él y yo...sin celos, sin golpes...las risas, los besos, las castas caricias que nos dábamos el uno al otro, los mil sueños que compartimos, el futuro que una vez soñé a su lado, los rostros de los hijos que imagine con el...todo aquello se iba en el mismo instante en que sentí como me arrebato la virginidad que guardaba celosamente para el en una noche de bodas que jamás llegaría.— ¡Perdóname! ¡Nunca quise esto! — me dijo al recuperar la cordura y ver lo que había hecho.Se fue...me dejo sola...encerrada en sus aposentos sintiéndome como una muñeca rota...levantándome con esfuerzos, pude ver por primera vez todo aquello que me había negado a ver hasta ese día...mis ojos sin vida...las marcas y moretones en mi cuerpo, mi labio r
Los imponentes ébanos que se levantaban orgullosos en los terrenos de los Chadburn, lucían más resplandecientes después de las lluvias pasadas, el olor del almuerzo no lograba despertar su apetito, Daryl se había negado a bajar hasta el momento en que su amada joven de ojos celestes llegará hasta ellos. Emerson y Maddox parecían emocionados por la visita de la hermosa ojos celestes, pero él, lo estaba aún más...y al mismo tiempo...estaba aterrado. O´Brien sabía bien que el odio que Madison sentía hacia él era genuino y justificable...pero no podía perdonarla por creer que el jamás la había amado, la amaba, con tanta fuerza que moriría por ella, pero no siempre podía tener el control del monstruo que habitaba secretamente en su interior.Aquellos recuerdos, memorias de un amor perdido, de tiempos en que Madison lo amaba tanto con él a ella, parecían demasiado distantes aun cuando solo hacía unos años de ello, perdidos en los recuerdos, aquellas memorias llegaban de nuevo hasta el, robá
Sus amigos intentaron salvarla de mi locura...pero los amenace en mi estado iracundo...la lleve hasta mi departamento y la golpee tan fuerte hasta que la hice desmayar...no podía ver nada que no fueran aquellos malditos mirándola con lujuria...no pare hasta que deje de ver sus rostros.Entonces la vi...golpeada, desmayada, su hermoso rostro cubierto de sangre...por dios... ¿Que había hecho? Corrí de inmediato a comprar rosas, los mejores y más finos chocolates... ¿Como pude hacerle eso? Me pregunté a mí mismo una y otra vez...regresé y aún seguía durmiendo...limpie su rostro y me arrodille suplicando perdón...me levanté para lacerarme, no me sentí mejor hasta que sentí la sangre escurrir por mi espalda...me bañé y de inmediato cambie mi ropa...no podía dejarle ver mi auto flagelación infringida en castigo.Despertó y sentí quebrarme al ver el terror en sus ojos celestes que tanto amaba...me temía, sentía un genuino terror hacia mí...era mi culpa...le ofrecí las rosas y le suplique per
El ruido de las aves rompía el sepulcral silencio de la mañana, los hermosos ébanos en los jardines se mecían con suavidad en un vaivén lento y pasmoso, el ambiente se percibía tenso, la rigidez de la bella joven y su ceño fruncido, delataban lo mucho que odiaba estar ante la presencia de O´Brien, miradas incomodas sin saber que decir, se distraían en cualquier cosa que tuviese movimiento con tal de no tener que ver la asfixiante atmosfera que juraban, podría tocarse entre la bella ojiazul y el apuesto rubio. Emerson observaba con cierta curiosidad el palpable odio de su gemela hacia su querido hermano, aquello era bastante curioso, debía admitirlo, pero lo atribuyó a posible envenenamiento mental de parte de la familia Black hacia ellos, celeste y ámbar se miraban fijamente sin dejar un momento que la duda o incertidumbre se reflejara en su mirada, fuego y fuego se desafiaban en una guerra de poderes silenciosa.— Me alegra que hayas llegado con bien Madi, pasa, hay mucho de lo que h
— No me importa lo que digas, no soy una maldita propiedad y te lo voy a demostrar hermano — desafiaba Madison sin desviar la mirada de la de su gemelo.Aplausos resonaron en el lujoso comedor, sacando a los gemelos de su lucha de poderes.— ¡Bravo, bravo, bravo! Madison tiene razón hermano, ¿Porque no dejarla ver por ella misma lo que es mejor para ella? tú y yo sabemos muy bien lo que Jericho Black es capaz de hacer...quizás, para que lo entienda deba darse cuenta ella misma, ¿Porque no le preguntas a Elijah sobre cómo fue la muerte de su madre? estoy seguro de que se muere por contarte esa anécdota...o al mismo perro viejo...ese feo secreto que tienen los Black...pregúntale sobre lo que le hizo a Emerson...a tu padre...como su ambición de poder destruyo a tu propia familia, como dejaron a mi hermano para morir solo por ser débil...debes recordarlo Madi, las muchas veces que te hable sobre a quien quería ayudar a superar sus enfermedades...pues bien, lo tienes frente a ti...no me va
— ¡Aleja tus manos de mi mujer! — exigía O´Brien caminando hacia la pareja para atacar.— ¡Ella no te pertenece! ¡es mi esposa! — devolvía la amenaza el adonis castaño.Madison tembló ante las palabras de Ernest, ¿Su esposa? ¿Acaso el?...— ¡Maldito perro! ¡Mi hermana no le pertenece a tu miserable familia, morirás aquí! — gritaba el apuesto ojiceleste.— ¡BASTA! — grito Madison haciendo que todos la miraran fijamente.— ¡No le pertenezco a ninguno de ustedes malditos machos egocentristas! — Madison estaba furiosa y muy confundida, totalmente harta de la perorata sobre a quién le pertenecía, estaba harta de que la vieran como un objeto y no permitiría que nadie la tratara de esa manera.— ¡Me largo! ¡Mátense si quieren! ¡A que esperan! ¡Mátense de una maldita vez y déjenme a mí y a mi hermano en paz! ¡No se atrevan a rebajarme como si fuera un maldito objeto de maldita colección! ¿¡Creen que me asustan con sus amenazas o sus reclamos a mi persona!? ¡No me crean tan débil para obedecer
Maddox miraba hacia el techo de su habitación, observaba con detenimiento las estrellas de plástico que brillaban por las noches decorando casi cada espacio de él, aún se sentía asustado por lo que pudo haber ocurrido un rato atrás por la intervención de su hermana en la manera que lo hizo, la admiraba mucho, al mismo tiempo que temía por su manera de actuar, sin embargo, el sonido de la puerta de sus habitaciones abriéndose lo hizo salir del estupor que aún tenía sobre sí mismo.— Hola hermanito, he venido a tener una charla contigo — decía Emerson ayudando al niño a incorporarse.— ¿Qué es lo que quieres? — preguntaba el pequeño intrigado por la presencia de su medio hermano.— Dime algo, ¿Madison siempre es así? ¿Sabes cómo fue que se volvió tan unida a Elijah Black? — preguntaba intrigado por las acciones de su gemela y su alta voluntad de escudar a su enemigo.Maddox alzo una ceja sin entender del todo la pregunta del ojiceleste.— ¿De qué hablas? Mi hermana aún no conoce a Elija