Aquel día juró venganza, apoyaría a su hermano y no permitiría que nadie se aprovechará de él como lo había sufrido en carne propia, caminarían juntos y lograrían derribar a la familia que les arrebató todo, los Black.En su largo y sinuoso recorrido, Emerson le había confiado el mayor secreto de su familia...tenía una hermana gemela...su padre finalmente la había encontrado, pero no logro traerla de vuelta debido a Jericho Black, ella les pertenecía a ellos, y más aún, con la promesa que vino con la revelación, la chica seria su esposa, desde ese momento era su prometida, años después y ya habiendo concretado de nuevo su imperio que solo aguardaba el momento en que su nuevo patriarca pudiese tomar su reinado, su hermano lo envío hasta a ella, finalmente conocería a la niña que con tanto entusiasmo formaba parte de los sueños de ambos, Madison Harrington, quien, según los informes, tenía los mismos propósitos que él, deseaba convertirse en médico para salvar a un hermano menor, tal y
Elijah sintió por vez primera en toda su vida como si un rayo entrara por sus labios y estremeciera todo su cuerpo, logrando hacer vibrar su alma...profundizando aquel beso, saboreando cada rincón y sintiendo su corazón calentarse, acariciaba con ansias la larga cabellera de ébano de Madison y dominaba la lengua de su hermosa joven con pasión y deseos reprimidos desde el primer instante en que la vio, la amaba, por más estúpido e irracional que aquello fuese apenas conociéndola, amaba todo de ella, desde sus risas hasta sus lágrimas, su carácter impredecible y la fuerza que irradiaba como intenso fuego desde lo más profundo de sus ojos celestes, aquellos que juro para sí mismo proteger.Madison sentía mil emociones que remolineaban dentro de ella, como si hubiese estado esperando por aquello sin saber lo mucho que lo necesitaba, aún no lograba entender cómo ni el porqué, pero había descubierto que Ernest era todo lo que quería para ella, aun cuando aquello estaba mal, aun cuando sabía
— Me alegra que tengas ese admirable entusiasmo hermana — la voz de Emerson interrumpió en la salita, el jovencito de ojos celestes, sorprendiendo a las chicas y al pequeño.Todas se quedaron paralizadas ante la nada esperada presencia que se posaba en medio de ellas, Eimy y Stefany se quedaron casi sin aliento al mirar por primera vez al hermoso joven de ojos celestes, sus apariencias eran prácticamente idénticas, no cabía ninguna duda de que ese par eran hermanos gemelos.— Emerson, ¿Qué haces aquí? ¡No puedes estar entrando a mi casa como si fuera la tuya! ¿Dónde está Manuel? — cuestiono con severidad la bella joven.— Tu remedo de guardaespaldas está afuera, nada puede hacer contra mí, ya deberías saberlo querida hermana — respondió con arrogancia el líder Chadburn acomodándose en el sofá.— ¿A qué has venido? — cuestiono Beatrice parándose frente a él.— Muy bonita la hija de los Anderson debo admitir, pero imprudente, no tienes ningún derecho mujer de hablarme con tuteos ni ese
— No te creo...no puede ser, ese documento es falso — respondió Madison intentando no llorar y sintiendo que el suelo bajo sus plantas se movía sin piedad amenazando con hacerla caer.— Vamos Madi ¡Es muy pronto para llorar!, mira el otro documento — dijo con emoción Emerson.Madison, casi logra impactarse con el suelo de no ser por Eimy y Manuel que habían logrado sostenerla a tiempo. En sus manos, estaba la prueba de que todo lo que su gemelo decía era verdad, la "justicia" le había otorgado la custodia legal de Maddox, las lágrimas resbalaban por sus hermosos ojos...era cierto, todo lo que Ernest le dijo era verdad, su hermano tenía el poder para comprar y ajustar la justicia a su propia conveniencia...eso era todo.— No llores hermanita...te prometo que cuidare bien de nuestro pequeño hermanito...no le hará falta nada, podre pagar los mejores médicos para su "problema especial" — decía con un deje de burla Emerson.— Eres un monstruo — dijo Eimy directo a la cara del líder Chadbur
— Bienvenido amo Eliott — decía Giuseppe con un deje de fastidio. — Oye viejo, ¿En dónde esté ese imbécil arrogante de mi hermano? — exigió saber Eliott. — Será mejor que no lo moleste, está descansando en sus aposentos, recién regreso está mañana de su viaje a Londres — dijo Giuseppe molesto por el insulto hacia su amo. — Como sea, estaré en mi estudió, no quiero que ni él ni nadie me molesten, también ordénale a alguna sirvienta que me lleve algo bueno para comer — ordenó el castaño para luego retirarse, ganándose una mirada de desaprobación del viejo sirviente. Elijah observaba con detenimiento el imponente retrato de su madre, tan bella, tan solemne...la imagen de la perfección misma, Eleonor Black. Pronto sería un aniversario más del terrible día en que la perdió...no quería pensar en ello, no cuando sentía ese calor aún dentro de su alma...aquel beso que la bella joven le había dado lo mantenía en calma...quería repetirlo...quería darle más y más besos, quería hacerla suya, d
El sonido del claxon que sonaba con insistencia, comenzaba a desesperarlo. El barullo inconfundible de la ciudad; mezclado con sirenas y uno que otro insulto casual entre conductores que de alguna manera parecían creer fervientemente que sonar su bocina u ofender a otros les ganaría alas a sus vehículos para salir del molesto tráfico, era algo que definitivamente no había extrañado para nada. Las luces de los faroles y los grandes anuncios comerciales, saturaban y cansaban su vista; ya no tenía paciencia para estar en la urbe de concreto, por eso es que hacía años se había retirado a vivir de manera pacífica a Golden Hill, Inglaterra, aun cuando a su ya casi ex mujer, Brianda, no le había caído muy en gracia el gran cambio, el por otra parte, se había descubierto adorando la serenidad y silencio del pintoresco pueblito y ansiaba poder regresar lo antes posible hacia él, los ojos dorados lucían cansados, como si llevarán milenios de existencia y solo quisieran un poco de paz, la larga
El sonido del viento a través de los árboles lo relajaba, los cantos de las aves que venían desde el aviario, hacían que el conjunto de notas naturales sonará como música. Maddox leía en silencio bajo la mirada de Belmont, quien había accedido a sacarlo a los jardines después de su mucha insistencia, odiaba estar encerrado, pero por estrictas ordenes de su "hermano" se veía obligado a pasar la mayor parte de su día en sus habitaciones o los muchos salones de la mansión Chadburn.Las pisadas que parecían aproximarse a él no lograron distraerlo de su interesante lectura, quizás, ya tenía una pequeña idea de quien podría ser esa presencia…y le repugnaba como nada más lo hacía en el mundo.— No deberías estas fuera, a Emerson no le va a gustar eso — decía Dylan O´Brien al niño que no se tomaba la molestia de mirarle de vuelta, manteniendo su vista fija en la página que se encontraba leyendo.— Metete en tus propios asuntos O´Brien — respondía Maddox haciendo reír al rubio. Para ser solo u
Madison se estremeció con violencia al escuchar esto último de los labios del gran señor, ¿Como es posible que lo supiera? nadie salvo ella misma y el infame de Daryl lo sabían...a menos que el maldito lo divulgara...y si era así, entonces Emerson lo sabía y no le importaba, ¿Aun así planeaba casarla con el hombre que arruino su vida? abrazándose a sí misma peleaba por no permitir que aquellos atroces recuerdos volvieran a ella...no de nuevo.— ¿Cómo es que usted lo sabe...acaso él? — cuestiono la chica intentando contener sin éxito las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos.El apuesto hombre negó en silencio.— No, O´Brien nunca menciono nada en sus círculos que yo sepa...pero si hubo alguien que lo supo y me lo confió solamente a mi para protegerte...la persona que te encontró ese terrible día en su departamento y te sacó de allí — respondió Jericho apretando los puños al haberle fallado a la memoria de su mejor amiga.—Mildred...— respondió la bella joven.Era verdad, la úni