Elijah, observaba la mirada triste y perdida de la hermosa joven que, desde el balcón, contemplaba sus tierras con un aire de desánimo y melancolía, se preguntaba mil veces como era que ella se había involucrado con alguien tan ruin como lo era Daryl O´Brien...era hermosa, tanto como para tentar al mismo demonio si así lo quería...pero no tenía una descomunal riqueza, tampoco pertenecía a ninguna familia de prominente linaje...una madre fallecida en un accidente y un hermano paralítico en consecuencia, una trágica infancia en un infame orfanato y el golpe de suerte que supuso la aparición del viejo Michael en sus vidas...aquel viejo tampoco era de gran linaje, no había tenido descendientes y vio en los hermanos la oportunidad de criar a su propios herederos, pero la familia había caído en desgracia, casi perdiendo todo a su paso cuando el grupo O´Brien arrojó sus garras sobre la compañía del anciano, dejándolos casi en la miseria...no tenía sentido, nada de eso lo tenía, el líder rubi
Madison palideció ante la pregunta, aunque por supuesto, sabía que le iban a preguntar, ella conocía la fama que tenía el rubio...fama que se había ganado por su atroz personalidad.Elijah observaba las reacciones de la joven, el tema, en realidad, parecía perturbarla demasiado, sin embargo, él también quería escuchar de sus propios labios lo que ya sabía...o creía saber.Tomándose un momento para tomar algo de aire, finalmente Madison se decidió a hablar...la habían salvado, tenían al menos derecho a saber porque...aunque no todo.— Daryl es mi ex novio de la universidad, lo conocí hace casi 6 años...cuando recién ingresé a medicina, entre más joven de lo usual por mi capacidad...tenía 16 años en ese entonces...yo no tenía idea de quién era el, ni de su familia...solo fue un encantador chico que se cruzó por casualidad en mi camino...uno que después se transformó en monstruo, lo siento, pero no hay nada más — respondió la chica con seriedad.Elijah podía verlo, el terror que a ratos
El molesto sonido del gis chocando una y otra vez sobre la pizarra era más intolerable de lo normal aquella mañana, el silencio sepulcral en el aula hacía que aquel irritante golpeteo sonará como una sinfonía mal dirigida que lastimaba sus oídos, Madison quería salir de corriendo de allí para esconderse debajo de cualquier roca, incluso la mansión Black no sonaba tan mal como guarida improvisaba para armar su trinchera, quería taparse los oídos, gritar en voz alta o simplemente desvanecerse en la nada, cualquier cosa, suponía, era mejor que estar justo allí en ese preciso instante.El aula de nuevo estaba en total silencio, y el cielo fuera del recinto estaba tan gris como si presagiara la tormenta que se avecinaba, acechándola, jugueteando con ella como si de una presa se tratará, O´Brien la miraba desde su fino escritorio preparándose para presentarse ante su nueva clase.— Buenos días jóvenes estudiantes, es un placer para mí presentarme ante ustedes hoy — dijo el rubio con aires d
Beatriz, Stefany y Eimy, corrieron fuera de sus universidades para alcanzar a Madison en el campus, Jhon les había avisado lo que había ocurrido con O´Brien. No podían creer que en verdad aquel arrogante hombre tuviese el descaro de pasearse por el campus para intentar intimidarla, lo habían visto prácticamente todo, desde el comienzo de aquella relación de ensueño, hasta su declive seguido de su caída al infierno. Recordaban los hematomas, los gritos, todos esos momentos en que los celos enfermizos del rubio le habían costado una golpiza a su amiga…ver qué el brillo de Madison parecía apagarse un poco más cada día.Adrien y Erick habían peleado contra el para defenderla, y el precio a cambio, fue algún buen contrato perdido para sus familias. El imperio O´Brien era temible, y su sucesor, no desperdiciaba un momento para abusar del poder que tenía, sin embargo, el momento llegó, el huyo de sus vidas dejando atrás a una muy dañada Madison, que peleó con todo de sí misma para salir de l
Madison se miraba al espejo intentando no reírse, recordando la generosa invitación a un gran baile de Ernest, se reía para sí misma.— ¿Un baile? — pregunto Madison mientras ponía una sabrosa albóndiga de pulpo en su boca.Elijah la veía con alguna vena ocasional saltada, no era posible que su esposa tuviera tan pésimos modales...aun así adoraba ver sus mejillas hincharse por la comida.— Si, será la presentación de un importante líder — respondió Elijah.— No tengo un gran vestido, y no sé qué tipo de ropa llevan a esos eventos pomposos...— respondió la joven.— No debes preocuparte por el atuendo, yo te enviaré algo — dijo el apuesto castaño decidiendo probar aquello que comía su esposa con tantas ganas.— Supongo que iré contigo, tú me salvaste de Daryl, que sea mi manera de darte las gracias — respondió la joven.¿En qué lío se había metido? El vestido era ridículo y muy pesado, ¿un evento de época? Que costumbres tan extrañas tenían esas familias, había revisado su maquillaje un
Intentando disimular su creciente rabia, Daryl aparto su mirada de la pareja y se concentraba en el heredero Yamato.— Desafortunadamente joven Yamato, tiene razón, soy viejo para una presentación en sociedad, por esa razón es que no es mi noche…ya verán quien el presentado hoy — dijo con una sonrisa casi siniestra dibujada en su rostro.Las luces se habían tornado más leves, captando la atención de todos los presentes, no había un alma en el lugar que no sintiera una gran duda sobre de quién se trataba todo aquello.— ¿Usted sabe quién es el presentado está noche? — pregunto Carson al rubio quien lo miraba con arrogante semblante.— Conozco bien al chico — respondió el líder O´Brien para dejar atrás a las parejas. Debía calmarse, o causaría problemas...pero se había prometido arrebatar la vida de Elijah Black el mismo, Madison era suya, y de nadie más.Los presentes ponían atención, comenzaba a crearse una atmósfera de expectativas e incógnitas no resueltas, los rumores y cuchicheos
El canto de las aves anunciaba el comienzo de un nuevo día, la fría mañana daba paso a las múltiples obligaciones por realizar, Madison recogía sus libros y cuadernos, para, metódicamente colocarlos dentro de su mochila, su mirada parecía fija, pero estaba perdida en la nada, Eimy la observaba, estaba perdida entre sus muchos pensamientos, ¿Y cómo no estarlo? Habían pasado ya demasiadas cosas en muy poco tiempo, y lo peor, es que estaba segura de que ese solo era el comienzo.Habían transcurrido solo dos días desde aquel baile al que acompaño a Ernest, y había intentado hablar con su padre adoptivo sobre su inmenso parecido con el heredero Chadburn, pero este solo le había dicho que no sabía nada al respecto. Beatriz y Carson habían prometido conseguir algo de información sobre el misterioso jovencito que compartía tantas similitudes con ella, pero no habían descubierto gran cosa; tan solo pudo saber que el chico era hijo de un hombre llamado Jerome Chadburn, un sujeto que había sido
Caminando entre sus aves llego hasta la pequeña mesita donde tenía el objeto más valioso, aquella fotografía que mostraba a la sonriente chica de secundaria, lo único que había tenido de ella antes de lograr encontrarla, Madison...Harrington.— Señor, es tiempo de que vuelva dentro de la mansión, podría enfermar con el viento frio que se escapa entre los ventanales de su aviario — dijo un hombre de ruda apariencia y cicatrices en el rostro.— Te he dicho que no me interrumpas en mi santuario Belmont — reprocho Emerson con molestia.— Lo se mi señor, pero debo insistir — dijo el sirviente con firmeza.Mirando una vez más aquella vieja fotografía, el joven de ojos celestes suspiro.— Pronto volverás a donde perteneces...Madison...es tiempo de una reunión familiar...querida hermana — dijo para sí mismo mirando aquella fotografía.Elijah meditaba, las nubes grises que podía apreciar, cubrían la ciudad por debajo de ellas, no ayudaban a mejorar su humor, todo era muy confuso, estaba molest