Capítulo 88

Mi madre tuvo que sacudirme fuerte para despertarme. Yo le había pedido que me pase la voz para que no me quedara dormida y así lo hizo sin embargo yo no quería ir a la editorial y prefería seguir en los brazos de Morfeo. -Ya te comprometiste con esa señorita, Andrea-, me recordó mi mamá. Ella siempre cumplía su palabra empeñada y deseaba que yo fuera igual de responsable.

Después de ducharme, me puse un jean, blusa verde floreada y zapatillas rosadas. Desayuné un jugo de naranjas y tostadas, riendo y contándonos chismes con mis padres, luego me fui a la editorial. Llegué a la siete en punto. -La señorita Reynolds la espera en su oficina-, me dijo la recepcionista.

La tal Reynolds era una rubia delgada, alta, de espléndidos ojos verdes, muy hermosa y estilizada. Parecía una princesa de cuento de hadas. Ordenó a su secretaria café y panecillos con mantequilla. Después se sentó junto a su escritorio y cruzó las piernas -Yo te estoy hablando muy en serio, Andrea, me dijo, me gu
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