A diferencia de las inmediaciones del castillo, no tenía esos árboles circundantes y la extraña forma elíptica de la entrada hacia el pueblo. Si no fuera porque el horizonte se desvanecía en un resplandor más oscuro donde la región se desvanecía en la nada, como si literalmente hubiera sido cortado con una tijera, Kary habría creído que estaba en su mundo normal, en un lugar montañoso cerca de Nueva York.Un largo acantilado rocoso enmarcaba un lado del valle y terminaba en una cascada y un río. A lo largo del valle, los animales parecidos a ovejas o cabras corrían salvajes. Algunos parecían tener sus refugios excavados en la pared del acantilado, mientras que otros desaparecían en el interior del bosque situado al otro lado.Sin embargo, a pesar de la ausencia de la familiaridad de las cercanías del castillo, una serie de grandes estructuras totalmente extrañas para ella tapizaban un lugar específico de la zona.—¿No dijiste que le llevarías a casa?La voz del hombre lobo sonó divert
Con un poderoso movimiento de piernas, partió de donde estaba, se dirigió al huerto, donde recogió una serie de frutas antes de volver con ella. Kary admiró casi abriendo la boca hasta el suelo y babeando, como el alfa, con una destreza impresionante, peló y cortó algunas con sus garras, separándolas ordenadamente en varias secciones encima de la madera.Algunas las exprimió y una sustancia espesa y perfumada se derramó en la pequeña depresión.—Ahora puedes probar—dijo con una sonrisa dentada y mostrando esos colmillos mortales.Durante la siguiente media hora, hizo que Kary probara una mezcla de todo, emparejando ciertas frutas dulces con otras agrias, a veces diluyendo en zumos que había hecho de forma espontánea y que la veterinaria se lo tragó de dos o tres tragos. Mientras que las frutas dulces con las agrias le parecieron a la mujer una combinación extraña, las pequeñas bebidas fueron el héroe para sus papilas gustativas. Algunas parecían chupitos de licor afrutado, otras bati
—¿Guerras? ¿Los humanos todavía tienen guerras?Kary suspiró—. Ya no más, gracias al cielo, sin embargo, siempre existen las amenazas de países contra otros por las disputas de poder, dinero, petróleo, diamantes, invasión territorial, etc, etc. Pero, esas advertencias de que serán bombardeadas con bombas atómicas siempre están.—Ya veo—El lycan vio que Kary no quería hablar tanto de esas guerras, por lo que siguió preguntando otras cosas—. ¿Por qué elegiste la carrera de botánica como la carrera de veterinaria a la vez? ¿No era bastante trabajo una carrera profesional como para sumarle una carrera más?—La sorpresa no cabía en el rostro del Alfa.—Por mucho que me gustaran los animales o las plantas, no sabía adónde me llevaría ambas cosas por separado. Quiera o no, el campo laboral no es muy extenso y en algún momento me quedaría sin trabajo si solamente me enfocaba en una de las carreras. Ya que fui seleccionada y cumplía con las características para poder ser botánica y veterinaria,
Asintió con la cabeza. —Sí, me temo que según he averiguado de aquí y allá, en esos meses que no has estado por aquí, ya hemos tenido que limpiar varios incidentes. La mayoría eran pequeños inconvenientes en los que se dejaban las piedras cerca de los límites y de algún lugar cualquiera-todavía no entiendo cómo- se lo llevaban, haciendo que haya menos energía en Urbn. Ni siquiera sabemos quiénes son o de dónde provienen, quizás son personas que la corona ha enviado, pero no tendría mucho sentido, serían los primeros a los que acusaríamos con algo así.—Eso tiene sentido, la corona real estaría atenta a no meterse más en problemas con los lycans después de lo que pasó con los desquiciados—estuvo de acuerdo Kary—. ¿Pero, entonces, porqué se llevan las piedras? ¿Los venden?—Muy probablemente—subió ambos hombros—. Las piedras son únicas en todo el mundo, solo se fabrican aquí porque los alimento con mi energía vital, es por eso que son de esos colores brillantes. Si sirve para literalme
—Sí. Normalmente, habría sido motivo para una investigación. Por desgracia, estábamos demasiado ocupados intentando no morir luego de que mi mate se hubiera retirado de mi lado, súbitamente.Kary se removió, culpable.—Ah—solo pudo decir eso—. Sabes que lo lamento mucho.Lark la ignoró.—No creo que ninguno que haya tenido sangre lycan haya causado esos incidentes letales. Al menos, no tengo motivos para creerlo.—¿Qué quieres decir? ¿Entonces cómo las piedras están desapareciendo cada día?—preguntó, sorprendida.—¿Recuerdas que te dije que si te quedas atrapada en una grieta del espacio tiempo, no te muevas porque puedo rastrearte como también al destino que tiene esa pseudo puerta?—preguntó, Emerson.La mujer asintió varias veces con la cabeza. Eso fue lo primero que recordará siempre porque de eso depende su supervivencia ahora en Urbn.Casi, casi extraña su primera estadía allí. Casi.Esos desquiciados aún están en sus pesadillas.—Pues me di cuenta de que casi lo mismo ocurre con
Mar no podía creer lo que estaba viendo, llegó una especie de sacerdotisa al palacio real y todo el mundo comenzó a mover prácticamente cielo y tierra para atenderla. ¿Por qué la tratan como si fuera la mismísima Reina Isabel?Se masticó el labio mientras estaba escondida detrás del pilar grande, observando a los sirvientes ir y venir para atender a la recién llegada.Estaba bien a gusto, esperando la llamada de su jefa, Kary, cuando de repente viene llegando esa mujer que hasta el príncipe fue a recibir. ¿O sea? ¿Apenas una o dos horas después de que Kary se haya ido ya había venido alguna zorra al palacio?La verdad que por algún motivo no le cae bien.—Ey ey ey, tú, ven un momento…Detuvo a un pequeño empleado que estaba llevando un plato de frutas perfectamente cortadas. Evitó subir ambas cejas hasta el inicio de su cabello.—¿Quién es ella? ¿Por qué todos están intentando que ni siquiera respire por su propia cuenta?—¿No sabes quién es? ¿Nuestra mayor salvación?Ahora sí, Mar no
El despertar de Kary fue tan delicioso como fastidioso. Despertarse en los brazos de su novio alfa favorito, desnuda salvo por las bragas, estaba resultando un ejercicio hercúleo de fuerza de voluntad. ¡No pueden estar teniendo sexo todos los días! Se mordió el labio, pensando. ¿O si pueden?A pesar de ese cuerpo ridículamente sexy, por muy lobuno que fuera, la forma suave pero posesiva de abrazarla, perturbaba a la mujer a niveles desorbitantes. Después de todo lo que habían pasado tan solo la noche anterior y antes de esa, se la había pasado toda la noche soñando con él. Y ahora, la dura y puntiaguda excitación del hombre lobo la había despertado justo en medio de un momento bastante abrasador, dejándola muy cachonda como necesitada.¿Cuándo fue la última vez que lo hicieron? ¿Fue hace tanto tiempo como para sentirse así?De repente, el mundo se volteó. Lark la colocó boca arriba. Tumbado de lado, con su gran palma apoyada posesivamente en su costado, la observó fijamente con una
—El olor delicioso de tu excitación que llena ahora mismo toda nuestra habitación, me despertó. Gemiste mi nombre. ¿Tienes idea de lo que eso me hizo?Habría intentado imaginarlo si sus palabras y la forma casi gruñona en que las había pronunciado no hubieran aumentado el palpitar entre sus muslos ya húmedos por la excitación. Como si el hombre lobo percibiera su efecto en ella -cosa que probablemente así es-, Lark se volvió para mirarle descaradamente la entrepierna, con las fosas nasales encendidas. Apretó los dientes, casi con rabia. Para la sorpresa de Kary, ya que en ese instante esperaba de todo, menos lo que hizo a continuación: El líder lycan se inclinó y le lamió el pezón derecho. La tan esperada y anhelada sensación áspera de esa lengua larga sobre su duro punto de placer derecho, hizo que estallara en ella un rayo de fuego en la boca del estómago. Inevitablemente se le escapó un gemido estrangulado, que a la vez hizo que se le doblaran los dedos de los pies mientras recorr