Para su placer y un poco de sorpresa, Kary se apoyó en ese hombro que usaba para sostenerla, por consecuencia sin poder detener sus movimientos, Lark rozó la mejilla contra la parte superior de su cabeza.

—Kary, te presento a Sasen, un anciano líder Alfa de su propia manada, un veterano al que tengo el honor de llamar maestro y amigo—Asintió hacia el anciano con la cicatriz cerca de la boca—. Sasen, aquí está mi Luna y a la vez mi mate, Kary de Nueva York.

—Bienvenida a conocer a la raza lycan, Kary. Es una bendición ver que tengo una nueva hermana en estos tiempos difíciles para todos—el anciano, a pesar de ser imponente y tener esa cicatriz a un lado de su boca—. No podrías haber sido creada para un alfa líder de una manada más merecedor que Lark—desvió ligeramente la mirada hacia el cuello fino de la humana, sonrió mostrando los colmillos—. Ah y felicidades. Estoy más que contento de que al fin mi pupilo preferido haya podido obsequiar su marca de enlace de mates.

Kaida se sonrojó