La plaza interna del centro comercial era un buen lugar para comer, principalmente porque los negocios de comida estaban alrededor de esta, y siempre estaba llena de gente. Soren tomó asiento de una mesa grande en espera de su novia y los amigos de esta, mientras que los escoltas permanecieron a unos metros de él. Uno de ellos incluso comía un pretzel mientras se recargaba en una columna del lugar.El pelinegro se centró en responder un mensaje en el que Jeremy lo invitaba junto con Clarisse a una cena en su casa. Desde que se enteraron de eran pareja la dinámica había cambiado bastante, las dos mujeres estaban siempre platicando e incluso Clarisse se iba a casa de ellos a pasar el rato. Eso le parecía bien, estaba a gusto con que sus amigos se llevaran bien con su novia, en especial porque son más cómo su familia.Además, Clarisse siempre estaba acompañada por la escolta, así que no tenía que preocuparse de mucho. Por supuesto que no confiaba en ellos plenamente, por lo que sus dispo
—¿En qué tanto estás pensando? —susurró Soren en su oreja mientras le abrazaba por la espalda.—No es nada, cosas del trabajo —respondió, poniendo su mejor cara—. Larry ya nos informó que esta semana nos vamos a reunir con la persona encargada del evento de beneficencia. Lo cual ya era hora, porque habían cancelado varias veces.—¿Eso ha mantenido tu mente tan ocupada desde que nos vimos en el centro comercial? —ella terminó cediendo ante su tacto y terminó sentada en sus piernas.—Sí, Larry dice que el evento es muy importante y es cómo todo un honor ser elegidos para su elaboración —argumentó—. Se reúnen personas muy influyentes de todas partes del mundo.—¿Quién lo organiza?—Aún no lo sabemos. La veremos mañana en la oficina —esclareció.—Bien, si necesitas ayuda yo podría ayudarte en lo que requieras.—Gracias, eres el mejor —dijo, sonriente y acarició su rostro—. Deberíamos comenzar a alistarnos para ir a cenar con Jeremy y Patrice, ¿no crees?—Lo creo, pero… —inmiscuyó el rostr
—Buenos días a los dos —saludó Lorna al llegar a la oficina.—Buen día —respondieron Clarisse y Galen.—Les traje panecillos, disfruten —dijo al dejar la bolsa de papel sobre el escritorio del rubio.Ellos intercambiaron miradas y luego se fijaron en la pelirroja que lucía más feliz de lo habitual. Lo cual era particularmente extraño porque todas las mañanas ella iniciaba peleando con el rubio por cualquier razón.—¿Te sientes bien? —le preguntó su amiga.—Por supuesto, ¿por qué?—Es que luces…—Anormal —soltó Galen sin tacto alguno.—No es la palabra que yo usaría, pero…, sí. Luces diferente —aclaró la pelinegra.—Se imaginan cosas —le restó importancia con un ademán.—Lorna, nos trajiste panecillos —señaló Galen con obviedad—. Tú nunca traes panecillos. Lo tuyo es café, no esto.—Simplemente quise hacer algo diferente —dijo, sonriendo.—¿Drogas? —preguntó Galen.—Posiblemente —contestó Clarisse.—Los dos son unos tontos. Si no quieren nada, entonces me los como yo —espetó, arrebatán
El pequeño local pintoresco cubierto de flores fue el primer lugar que le vino a la mente cuando acordó reunirse con su hermana menor. Era sumamente discreto y poco concurrido, por lo que las posibilidades de que alguien llegase a verlos juntos eran muy mínimas.Estaba nervioso, no podía ocultarlo y se notaba por la manera en la que sus ojos escaneaban todo el lugar. Buscaba señales de peligro, tal vez esperaba que todo eso fuera una trampa y lo emboscaran. No obstante, tenía que tomar en cuenta las palabras de su tía, Daliah no sería capaz de traicionarlo si lo que buscaba era tener una vida cómo la suya.Pero era Daliah de Velghary, la actual heredera al trono.Los Velghary la estuvieron entrenando los últimos años cómo lo hicieron con él para que asuma el cargo cómo futura reina. No podía ir con los ojos cerrados a permitirle entrar a su vida luego de cinco años en los que sólo sabía de ella por la información que Seniah le daba.—Brion… —pronunció la chica al estar frente a ella.
—Agente Fell —saludó Soren cuando atendió la videollamada en su oficina.—Señor Oversax, tengo noticias —informó y una fotografía apareció junto a él en la pantalla—. Recientemente ha habido movimiento por parte de uno de los socios de los Velghary. Un tal vez recuerde su nombre de las noticias, Mark Ory.—Sí, fue inculpado en varias ocasiones por lavado de dinero en Panamá, ¿no es así?—Correcto. El hombre siempre logra salirse con la suya, por lo que para la ley es sumamente escurridizo —comentó el agente del FBI—. Tiene diversos negocios de contrabando, incluso se cree que está involucrado en la trata de personas.—Comprendo, envíeme la información completa y yo me encargaré.—De inmediato. Una cosa más —lo detuvo antes de que terminara la conversación—. ¿Está a gusto con el equipo de escoltas? Me han informado que usted los ha tratado muy bien y que les permite hacer su trabajo adecuadamente. Para ser honesto creí que los trataría mal.—Le recomendaría controlar lo que dice, agent
—¿Por cuánto tiempo te irá? —preguntó Clarisse mientras lo veía hacer sus maletas.—Planeo que sea menos tiempo que la última vez —comentó.—¿Y vas a desaparecer de la misma manera? —le reprochó.Soren detuvo lo que estaba haciendo y fue hacia ella, le miró directo a los ojos y dejó un suave beso sobre su frente.—Te prometí que no volvería a desaparecer de esa manera —argumentó en voz baja—. Sé que surgió de la nada este viaje, pero iré a cerrar un trato y volveré pronto.Ella lo miró no muy convencida por sus palabras, no es que no confiara en que volvería. Hasta ahora Soren siempre ha cumplido su palabra, pero aún seguía teniendo una conversación pendiente con él.—Está bien… —cedió, finalmente y él la abrazó.—Vamos, no pongas esa expresión.—No puse ninguna expresión —respondió, escondida en su pecho.Él los separó para verla.—Esa expresión que demuestra que no estás a gusto —explicó y Clarisse desvió la mirada—. Quiero que te quedes en la casa. Peter te llevará y te traerá del
Una vez en Panamá Soren y Owen fueron trasladados a un hotel por el equipo de seguridad. El agente Fell insistió en que debían llevar escolta en caso de que estuviese siguiendo cada uno de sus movimientos. Inicialmente Soren no estuvo feliz con esa idea, sin embargo, terminó aceptando porque tenía un punto.—¿Ahora qué? —preguntó Owen, cruzado de brazos y recargado en la entrada de la habitación—. Ya estamos aquí, ¿qué sigue?Soren tomó su tableta.—Ven conmigo —ordenó y fueron a donde estaban los guardias—. Debo pedirles su total atención con lo que verán —colocó la tableta frente a ellos en la mesa y mostró la imagen de un hombre—. Él es Mark Ory, fue acusado hace dos años por lavado de dinero en una ciudad de Irlanda. Debido a la falta de pruebas tangibles, los cargos fueron retirados y él liberado.—¿Cómo lo acusaron si no tenían pruebas? —preguntó Owen, confundido.—Cuando tienes dinero, no hay nada que no consigas —dijo Soren con disgusto.Odiaba que las personas utilizaran su d
Se encontraba posicionados en el almacén en el que llegaría el vehículo que haría la entrega. Owen estaba a la cabeza junto con los escoltas mientras que Soren yacía ocultó entre varias cajas. Era prescindible que nadie lo viera antes de tiempo y que ninguno saliera vivo de ahí. Ciertamente no era el método que tenía el FBI para realizar sus misiones, pero era la forma que Soren plateó para acabar con la red de los Velghary.La lista se había reducido en parte, pero aún quedaban objetivos verdaderamente importantes que, de eliminarlos, llamaría la atención de la familia real.No obstante, Soren ahora tenía un as bajo la manga y esa era su hermana Daliah. Si ella realmente está dispuesta a deshacerse de ellos cómo dejó en claro varias veces esa mañana, entonces le daría toda la información necesaria para lograr su objetivo en común. Una vez que ellos fueran eliminados, el país estaría libre finalmente y la corona estaría en manos de alguien apropiado.No es que Soren quisiera ser el nu