De ser posible, aquella mirada de Seniah, entonces habría convertido a Clarisse en una figura de piedra, sin embargo, todo era porque la chica se congeló. Las manos le sudaban, tenía la boca seca y el corazón le latía con una fuerza ensordecedora, y ni siquiera entendía porque carajos se sentía de esa manera. Sólo estaban hablando y de pronto todo era tan raro.Seniah se acercó agraciadamente cual gacela y sin perder la sonrisa, la tomó de las manos y la llevó hacia el sillón en donde tomaron lugar.―Clarisse, yo vi a Brion crecer. Conozco todo su pasado porque es parte del mío, hice lo que pude para protegerlo y cuando se marchó del castillo fue cómo perder una parte de mí ―las palabras de la princesa eran gentiles y su tono amigable, podía notar lo nerviosa que estaba y quería calmarla―. Brion es el hijo que nunca tuve y por eso sé que le importas muchísimo más de lo que parece. Nunca antes él ha visto a alguien de la manera que te ve a ti, cariño. Y puede ser que aún no se haya dad
―Joven Brion, es un gusto recibir su llamada. ¿En qué puedo servirle?―Quisiera saber cómo van las cosas por allá, Peter. Saber del estado de…―¿Sus viejos amigos? ―el jardinero terminó la frase y el príncipe asintió, sintiéndose culpable por prácticamente dejarlos excluidos a todos ellos, incluso a sus hombres de lo que acontecía―. Se han adaptado, creo que les ha servido mucho saber que Clarisse está bien.―Amenazaron con denunciarla cómo desaparecida.―Técnicamente cómo una persona secuestrada, aunque nadie les habría creído que usted hiciera eso.―Gracias por el consejo, Peter.El hombre mayor y con canas asintió.―Mi señor, sólo le ofrecí un camino alternativo ―Brion no dijo nada más, lo cual captó su atención―. ¿Sucede algo, alteza?El príncipe heredero no estaba muy seguro de la decisión que estaba considerando, podría ser que lo mejor sería no involucrar a más personas en este problema y hasta ahora tenían una vida tranquila. No podía seguir arrancando personas del mundo para
Aquella noche la habitación se sentía diferente, no era la primera vez que estaban solos, incluso llegaron a recostarse en la misma cama mientras Brion le hablaba al bebé, sin embargo, algo había diferente. Clarisse no estaba segura si las palabras de la princesa Seniah removieron algo en su interior o si es que sólo le causaron pura confusión innecesaria, pero no podía dejar de sentirse rara.Por su parte, el príncipe heredero no había dijo nada, únicamente estaba observando todo en su entorno con una atención asombrosa, cómo si proviniera de otro mundo y no supiera lo que es una lampar o una alfombra. También podía percibir esa extraña aura que los rodeaba y no es que le molestara, sólo quería entender a qué se debía.Clarisse fue hasta la pequeña sala de estar y se sentó con un cojín apretujado entre sus brazos, eso podría aliviar la ansiedad que le generaba que Brion estuviera en su habitación. Lo analizó de pies a cabeza, desde donde estaba parecía que era mucho más alto, de homb
Clarisse simplemente se quedó sin palabras y con la boca media abierta. Sintió una sensación subiéndole por todo el cuerpo, calentando cada rincón de su ser y hasta las mejillas se le enrojecieron sin poder evitarlo. El aire se le escapó y quedó tan aturdida que hasta se le olvidó cómo parpadear, mientras que su corazón brincaba cómo loco dentro de su pecho.Brion notó que el rostro de la pelinegra se tiño de rojo y de pronto notó lo que había dicho. Soltó sus manos y se acomodó en el sofá, no estaba incomodó, pero sí habló de más sin pensar.―Yo… Yo lo siento, no quise hacer alguna…―No, está bien ―lo detuvo, no tenía sentido que se disculpara―. Lo entiendo bien. La verdad opino igual.El príncipe encarnó una ceja y levantó una esquina de la boca.―¿En serio? Después de todo lo que te he causado, el dolor y la decepción, ¿por qué te parecería la mejor opción? ―cuestionó confundido.Clarisse se sintió acorralada, no esperaba que la conversación se desviara hacia ellos cuando se suponí
―Claro, mamá. Todo se ha preparado, se quedarán acá con nosotros durante los eventos y hasta la boda.―Que gusto, estoy tan feliz por ti, mi amor.―Mamá, había algo que quería comentarte ―pausó un momento, ordenando sus ideas―. Serena me comentó lo que le dijiste mientras estuvo en Canadá. Sé que he estado distante contigo y con papá, más de lo normal. Somos ingleses y habitualmente las emociones o expresiones de afecto son lo nuestro ―bromeó, tontamente―. Pero no es excusa para lo que he hecho.Jule suspiró desde el otro lado de la línea.―Has de estar muy ocupado con todo lo de la boda y adaptándote a tu nueva vida, y eso lo entendemos tu padre y yo. Pero hemos notado cambios.―Los hay ―dejó en claro Oliver―. Hay muchas cosas que están pasando, cosas de las cuales no puedo hablarte porque ustedes no…―Porque no somos DuMartelle ―dijo ella con pesar y, a pesar de que a eso no es lo que se estaba refiriendo Oliver, no la corrigió―. La princesa Serena dijo que te vendimos, pero debes e
Clarisse no entendía a donde quería ir Brion, por alguna razón él había querido conducir e ir por su propia cuenta en un auto particular. Miró por el espejo a varias camionetas que los seguían de lejos, ya que estaban siguiendo las ordenes de su príncipe de mantenerse cerca sin llamar la atención. Intentó conseguir que él le dijera a donde iban, pero sólo respondía que se trataba de una sorpresa, así que sólo le quedaba esperar.Luego de un buen rato llegaron a un centro comercial y ella quedó en blanco cuando Brion abrió la puerta para ella.―¿Qué estás haciendo? ¿Qué estamos haciendo? ¿Por qué estamos aquí?El príncipe esperaba otra reacción de parte de ella, pero era entendible cuando ni siquiera de lio una pista de lo que tenía planeado. Miró a los familiares de su exnovia y a sus amigos que bajaban de los otros vehículos.―Estoy ayudándote a bajar ―dijo con un tono obvio y una media sonrisa dibujada en los labios. Se veía inocente cómo si no fuera capaz de descargar el cartucho d
―Muy bien, habla. ¿Qué pasa contigo?―¿Qué? ¿Conmigo? Nada.―Clarisse, has estado bastante distraída y él está muy atento… Sé que anoche estuvieron solos hasta muy tarde, así que… ¿Será que ya vol…?La chica prácticamente le saltó encima para cubrirle la boca.―No, no es lo que piensas. Así que no hagas una escena, ¿sí? ―Patrice rodó los ojos y asintió, por lo que su amiga la soltó―. A ver, anoche estuvimos hablando sobre el bebé y me explicó el plan que tenía para presentar mi embarazo porque cómo su familia ahora sabe, entonces teníamos que adelantarnos. Queremos hacer las cosas bien, trabajar en equipo por el bebé y eso no significa que estemos juntos.―Pero estamos acá para comprarte ropa…―Lo sé, es raro. Hasta a mí me sorprendió bastante, pero lo dejo ser ―no quería darle mucha importancia porque sabía que era pelear contra una pared y no ganaría―. Además, tiene razón. No puedo seguir usando la ropa de ustedes por siempre.―No me molesta.―Y te lo agradezco, pero voy a ver esta
―¿Me das tu palabra de la misma manera que lo hiciste cuando dijiste que nunca dañarías a mi hija?―Era complicado. Yo no podía volver a Velghary.―Y, sin embargo, estás aquí.―Glen, te aseguro que las cosas no son cómo piensas. Mi relación con Clarisse se complicó debido a los secretos que yo guardaba sobre mi pasado, y lo hice para protegerla, ¿o acaso hubieras preferido que siguiera a mi lado para que su vida siguiera en peligro? ―lo encaró. No trataba de ser irrespetuoso, pero no permitiría que lo acusara cegado por el enojo.―¿Vas a decir que no está en riesgo ahora? ¡Está embarazada de ti, del príncipe que está en guerra con su propia familia!―Soy el único que puede cuidarla, Glen.―¿Trayéndola de compras? ¡Está expuesta y podrían…! ―estaba tan furioso que apenas lograba contener las ganas que tenía de darle un puñetazo―. ¡Clarisse nunca habría estado contigo de no ser porque le mentiste y la engatusaste, justo cómo lo hace el resto de monstruos que son tu familia! ¡Ya sé lo qu