Cuando Thierry se dirigía a su habitación vio cómo dos agentes federales cargaban maletas fuera de esta. Le pareció extraño, así que aceleró su paso para averiguar lo que estaba ocurriendo. Dentro encontró a su novia junto a la princesa Seniah que le daba indicaciones a un agente.―¿Qué está pasando? ¿A dónde llevan las maletas? ―preguntó, más que perdido. Recién tuvo una fuerte discusión con Macon y ahora parecía que su novia se iba con todas sus cosas―. Annabeth, ¿por qué estás empacando?―Porque debo irme.―¿A dónde?―Volverá al palacio ―contestó Seniah, con total tranquilidad, cómo si eso no supusiera un peligro para Ann.―¡¿Qué?! ¡No! ―rápidamente se interpuso entre las dos mujeres, tenía la leve sospecha de que la estaban obligando―. No dejaré que la lleven al palacio. De seguro ya saben que fue ella la que apuñaló a Zadriel y querrán castigarla. Sabe bien lo que su familia podría hacerle, ¡no voy a permitir que se la lleve!Annabeth se acercó por detrás y tomó suavemente sus ma
―Gracias por entender, Larry. Nos estaremos comunicando contigo para mantenerte informado ―Lorna miró a sus amigos que estaban atentos a lo que ella decía desde el otro lado de la mesa―. La verdad no sabemos mucho, pero hacemos lo que podemos.―Lo comprendo, por eso lo mejor es que transfieran esos proyectos a otros equipos ―dijo su jefe siendo empático―. Moveré algunas cosas para viajar pronto a Velghary.Galen y Tessa cruzaron miradas rápidas y luego volvieron a enfocarse en su amiga.―¿Vendrás? ―esa palabra estaba gravada en los ojos de esos dos―. ¿Crees que sea necesario?―Claro que lo es. Si Clarisse está tan enferma es mejor que alguien tome el mando, pero la verdad no tengo idea de cuando pueda hacerlo.Tessa llamó la atención de la pelirroja con señas, aunque eran un poco difícil de entender. Lorna hizo una mueca, confundida por la muy mala mímica de la morena igual trató de traducir lo que podía.―Eh… ¿Y si pones un…? ¡¿Un tren?!―¿Cómo dices? ―Larry cuestionóTessa negó rápi
Serena bebió tranquilamente de su té, una infusión de té negro con algo de leche y tres cucharadas de azúcar. Se encontraba en la mesa completamente sola, mientras que a dos mesas estaba Otto usando una vestimenta poco usual en él, y es que Serena estaba acostumbrarla a verlo con su traje.Dio un vistazo a su entorno de manera sutil, identificando a los miembros de la Garra Violeta. La agrupación elite de la familia real encargada de cumplir con ciertas misiones para conseguir el resultado que sus jefes desean después de que las medidas diplomáticas no funcionan. No obstante, ahora que estaba totalmente informada de quienes eran los O’Nelly era obvio que todo lo que dijeron no era más que un invento, pero no tenía a donde ir.Si le decía a los Clermont entonces estos la acusarían con su familia, ya que harían lo que fuese para tener el favor de la realeza, aún más con Oliver siendo el prometido de Daliah. Obviamente no podría acudir a Otto, ese viejo gruñón jamás podría traicionar a s
Para ser completamente honesta con el mundo y consigo misma, no tenía ánimos de salir a verle la cara a alguien. Tenía rato pensado en si debía bajar, pero la sola idea de que allá abajo estará la familia más disfuncional del mundo, pues terminaba de perder el poco apetito que tenía ese día. No es que tuviese muchas opciones, podría quedarse encerrada en su habitación de lujo y morir de inanición o salir a confrontarlos mientras esperaba que la siguiera haciendo a un lado.Se tomó su tiempo para pensarlo mientras se cambiaba de ropa una y otra vez, parecía que ese día ella sería la muestra viviente de la indecisión porque la duda se apoderó de ella y no podía elegir. Al final quedó cubierta más que nada con un enorme abrigo de lana en color verde menta, llegó a la conclusión que daba igual qué vistiera, seguro ellos estarían usando algo de una marca super costosa.Aunque, a pesar de poder tener un atuendo, seguía sin saber si debía bajar y sin darse cuenta quedó atrapada entre las cob
―Cambiando de tema. ¿Dónde está Jeremy?―Oh, atiende un problema de finanzas en el despacho.―¿Problema de finanzas? ¿De qué hablas? ―inquirió, eso no parecía algo normal entre los números de la empresa que manejaron por casi diez años.―No es nada grabe. Él se está haciendo cargo del asunto.―Muy bien, es el CEO de la empresa. Es parte de su trabajo, pero dime cuál es el problema.Patrice suspiró, resignándose a que no podría hacerlo olvidar el asunto por mucho que quisiera, pues no le gustaría lo que estaba por decirle. Dejó de lado su teléfono y bajó el tenedor.―De acuerdo… El último informe trimestral de la compañía marcó números rojos debido a la perdida de algunos clientes, sin embargo, Jeremy está con el departamento de control para evitar que esto sea más grande.―¿Más grande? ¿De cuánto fue la cifra?―Nada que no se pueda recuperar. El dinero va y viene.―Patrice, dime de…―Fueron veintiuno punto siete millones de dólares ―ambos miraron a moreno de anteojos que estaba en la
―Madre, padre ―Annabeth saludó con una reverencia y luego tomó lugar justo junto a su madre, cómo lo ha hecho siempre―. Seniah, Daliah, Oliver.―Buenos días a ti también, prima ―respondió con su atención en el teléfono―. Es un gusto que hayas vuelto. Te sentó bien ese retiro.―Necesitaba un tiempo de paz luego de tanto estrés. Un día más y creo que hubiera explotado mi presión arterial con todo lo de la mansión, pero, en fin, me alegra estar de vuelta y más con tu coronación estando tan cerca. ¿Cómo siguen los preparativos para la Hoja de la Rosa?―Los preparativos iniciales están concretados y a la espera de la fecha ―respondió su madre, lucía relajada, cómo si no fuere el caso más importante que su hija estuvo quién sabe donde por dos meses―. Para cuando haya llegado el día no tendremos más inconvenientes en el camino.Seniah miró a sus sobrinas, ninguna se alteró ante la clara amenaza de muerte contra Brion, eran expertas ocultando lo que sentían o lo que pensaban, sin embargo, tod
―Sabía que Oliver lo era el hombre adecuado para estar junto a ti, Daliah. Entre todos los prospectos que iban de millonarios a miembros de la realeza, sólo Oliver pudo entender lo que es sacrificarse por la familia ―los futuros esposos compartieron una sonrisa, sus manos unidas a la vista de todos―. Les dije a Jules y Bartolomeo que su hijo encajaría a la perfección en nuestra familia, y tras afinar algunos detalles logré convencerlos para que aceptaran.―Creo que, si me hubiesen dicho que estaría a dos meses casarme con una verdadera princesa y a unos meses más de ser rey, entonces me habría reído ante tal broma. Pero ahora no puedo ser más que feliz.―Ah, el amor joven siempre es tan adorable ―Verona opinó con la copa en mano―. Incluso me hace recordar mi juventud, de cuando también estaba enamorada.―Sí, que lastima que tu esposo huyó ―Seniah le atinó. Su hermana apretó la mandíbula, casi podían escuchar sus dientes rechinar―. Aún me sorprende que lograra salir con vida ese día, a
Unos toques leves en la puerta captaron la atención de Clarisse, supuso que se trataba de Liza, así que le dijo que pasara y efectivamente lo era, pero no venía sola. Detrás de ella ingresó Brion, cómo un espíritu maligno que se colaba dentro de un espacio por medio de otra persona.―Buenos días, linda. Te traje algo de comer, ya que no bajaste a desayunar ―Liza dejó la charola con varios platillos y jugo sobre la mesa de noche, pero Clarisse ni se molestó en verla.―No tengo hambre.Sus ojos estaban fijos en el hombre que se encontraba de pie cerca de la puerta, cómo si creyese que si no se movía no podría verlo. ¿Y cómo no hacerlo? Brion junto a Liza era enorme por ese cuerpo atlético, además, sus singulares ojos eran imposibles de ignorar, además de que ella ha visto esos ojos en diferentes fases. Enojados, tristes, enfermos, enamorados y hasta excitados.―Tienes que comer bien, Clarisse ―insistió la ama de llaves―. No pienses ni por un segundo que te dejaré saltarte alguna comida.