―¿Nuevamente se marchó solo? ―preguntó Liza al ver que su novio y el equipo regresaban si lo más valioso. Él asintió silenciosamente y tomó siento en el barandal de roca que estaba en el exterior, justo en la entrada del castillo―. Es la segunda vez que lo hace.―¿Sospechas que esté tramando algo sin decirle a nadie?―Con él es un poco complicado predecir sus movimientos. Cuando crees que lograste conocerlo por completo, termina haciendo algo muy fuera de lo común.―¿Entonces que haremos ahora? ¿Esperar a que él decida volver al castillo?―Él sigue siendo nuestro jefe, así que no tenemos otra opción ―escuchó a su novio rezongar y se percató de la manera que sus dedos tamborileaban sobre la piedra―. ¿Estás bien?―Toda esta mierda de planear, esperar, mover y repetir me está volviendo loco. Ya no sé por cuanto tiempo podre estar en este maldito palacio sin matar al bastardo de Zadriel.―Quieres venganza…―¡Él asesinó a mi hermana! ¡Claro que quiero venganza! ―gruñó entre dientes cómo un
La sociedad estaba llena de hipócritas, ingenuos, ególatras e inocentes porque la misma sociedad se encargaba de crearlos. Cada uno seguía las pautas de otros, con temor a pensar diferente, con temor a imaginar y crear algo distinto. Pero a veces había algunas pocas almas que de una u otra manera ―siempre de la más dolorosa― conseguían salir del molde.Esos soñadores, esos líderes, esos salvadores eran rechazados, cazados y eliminados porque eran un riesgo para todo lo que definía al mundo. Una misión que las personas siguen bajo su código de tener vidas "normales".Muchas personas perecieron a manos de esa idea absurda.Personas buenas.Personas inocentes.Personas que únicamente quería ser el motor del cambio para un mejor mañana.Esas personas eran todo lo opuesto a la familia real de Velghary.O eso es lo que constantemente Brion repetía.Clarisse analizaba todo de la manera muy crítica, buscando fallas, buscando una terrible intención escondida debajo de aquel evento que para tod
10 HORAS ANTES.―Brion ―Malik habló para hacerse notar en cuanto entró en la biblioteca real―. La princesa Carmina ha llamado a una junta muy importante.―No tengo tiempo para lo que ellos quieran decir. Así que diles que no cuenten conmigo ―hizo un ademán y regresó su atención a Oliver con quien había estado platicando.―Me temo que no puedo regresar si asegurar de que te presentarás en el gran salón en diez minutos, Brion ―insistió, pero al ver que su amigo y jefe no se movió, se acercó―. Sé que estás ocupado, pero en serio tienes que venir. Es muy importante.Al ver que su asistente no daba el brazo a torcer algo le pareció sospechoso.―¿Qué sabes sobre esa reunión?―Nada en específico, pero tiene que ver con el evento del cometa que se realizará en el planetario y tu presencia allí.―¿Hubo cambio de planes? ―preguntó el rubio.―No, señor. Sin embargo, la princesa Carmina fue muy clara cuando dijo que todos deben presentarse en el gran salón.―¿Eso mi incluye?―Así es, señor…―Mali
―Malik, infórmale a Jeremy y Patrice que están invitados al evento que se llevará a cabo en el planetario ―el pelinegro mantuvo una lucha de mirada contra Zadriel, al que se le borró la sonrisa al escucharlo―. Si estoy obligado a fingir simpatía por la condesa, necesitaré personas que me ayuden a no cometer una locura en pleno acto.―¿Intentas amenazarnos, cariño? ―Verona lo miro cómo si él fuese una pila de basura que debía ser arrojada al fondo del océano para que nadie más se lo encontrara.―¿Amenaza? ¿Por qué? No es cómo si yo fuese capaz de hacer tal cosa ante el público ―respondió, satíricamente―. Peter, Liza y Owen también serán invitados y asegúrate de que sean anunciados cómo es debido.―¿Cómo siquiera piensas en anunciar a los empleados? ¡Ellos no son nada para que sean presentados a la sociedad! ―bramó Carmina. Sus ojos parecían arder al igual que un par de brazas―. Malik, no harás…―¡Malik está bajo mis órdenes, Carmina! ―saltó en su defensa el príncipe heredero―. Al único
Los flashes eran verdaderamente molestos y es que no importaba cuantos años transcurrieran o en cuantos eventos se presentara, siempre le parecerían molestos. No tenía ningún problema con estar ahí porque el cometa Dyvem era un suceso importante en la historia velghara, y además de eso le podría sacar provecho a la trampa que le tendieron.A pesar de que el lugar estaba muy concurrido y el equipo de seguridad estaba junto a ellos en todo momento, se acercaron a los civiles para saludarles, posar juntos y dar sus autógrafos. Y es que por muy terribles que la Gran Hidra fuese, la familia real de Velghary siempre había velado por su pueblo.El desempleo era tan bajo que casi no existía, la economía era una de las mejores entre varias naciones, la educación y el sistema de salud eran totalmente gratuitos para todo mundo. Los índices delictivos estaban por debajo del suelo, ya que ningún criminal se atrevería a firmar su sentencia de muerte ante la familia DuMartelle.Sólo alguien que quis
―¿Podrías intentar actuar normal? ―le pidió la pelirroja a su amigo que indiscretamente miraba en la dirección del príncipe.―Lo siento, pero es que hace mucho no lo vemos tan de cerca.―Lo viste en el funeral de la reina.―Sí, rodeado de un millón de personas que estaba ahí también presentando sus condolencias y te recuerdo que tuvimos que salir corriendo cuando Pat comenzó a llorar ―expresó, mirándola de mala gana.―Sólo espero que el mocoso no lo vea otra vez porque sabemos que es capaz de lanzarse encima de él. Por suerte Tessa lo llevó a otra sala ―la pelirroja volteó a ver a su amiga, la cual seguía en silencio mientras golpeteaba persistentemente las puntas de sus dedos entre ellos―. ¿Te sientes bien? Si quieres podemos irnos a casa.―Creo que sería lo mejor, así no nos arriesgamos tanto con ya saben qué ―Galen apuntó con el dedo al vientre de la pelinegra.―No le hables cómo si fuese una cosa, idiota ―le regañó―. Es nuestro sobrino o sobrina. Hay que pensar en una manera de sa
Clarisse no tenía la menor idea de qué hacer, su sobrio había desaparecido. Su pequeño niño estaba en alguna parte de ese estúpido planetario lleno de toda esa estúpida gente porque se enojó. Ella sabía perfectamente lo mucho que Pat amaba a su tío, y es que lo mimó demasiado durante todos los meses que tuvieron una relación. Esos dos eran tan cercanos que cuando Pat se quedaba en la mansión no quería más que su ex lo llevara a dormir.Le compró muchos juguetes, le regaló artículos de arte para que pudiese pintar todo lo que quisiera y cada vez que iba por él a la escuela lo llevaba a comer postres. Únicamente no existía nada que Brion no hiciera por ver a Pat sonriendo y disfrutando de una grandiosa aventura.Brion se había ganado el amor de ese niño y se lo merecía.Pero ahora mismo quería golpearlo con brutalidad porque era su cumpla que esa pequeña criaturita llena de luz y energía lo amara tanto cómo para llorar por él.―Disculpe, ha visto a este niño ―le mostró la foto que tenía
―¡Pat! ―Galen corrió hacia el hombre que traía en brazos a su hijo y lo abrazó―. ¡Casi muero de un susto! ¡¿Dónde estabas?! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te lastimaste?! ¡No tienes idea del horrible susto que me diste, niño! ¡Sentí que no podía respirar! ¡¿Estás bien?!―Sí, papi. Estoy bien…―¡Cielo santo! ¡¿Cómo se te ocurre hacer eso?! ¡¿Por qué saliste corriendo así?!―Perdón, papi… ―el niño frotó su cara contra el cuello de su padre mientras sus pequeñas manitas se aferraban a su ropa.―Él está bien ―pronunció Brion y fue en ese momento que todos se percataron de su presencia―. Lo encontré llorando en la exhibición de Saturno.Ninguno de ellos supo qué decir en el momento.¿Cómo deberían actuar?Lo conocen.Tienen historia.Recuerdos de los momentos que pasaron cómo una familia.Las noches de película, las salidas a comer en aquel jardín secreto con muchos camiones de comida. Cuando pasaron las fiestas juntos y jugaron en la nieve.Ellos sabían quién era el hombre frente a sus ojos.Se veía ex