―Te desprecio ―masculló la chica viendo a través de la venta cómo llovía con fuerza.El cielo parecía caerse, él no dijo nada y ella no lo miraba, pero sabía que tenía una sonrisa petulante grabada en los labios.―No es cierto ―canturreó, moviendo la pajilla de su batido―. Pero te molesta evitara que te mojaras.―No sabes si yo quería caminar bajo la lluvia.―¿Querías caminar bajo la tormenta? ―preguntó con diversión.―Tal vez quería hacerlo y ahora tú arruinaste todo mi plan.―¿Al menos podrías intentar mirarme?―No molestes.―Clarisse…La chica volteó y lo miró con enojó.―Tu y yo no somos amigos. Y el que te dieras cuenta que comenzaría a llover no te convierte en un héroe, eres un mentiroso y eso no va a cambiar ―sentención, molesta―. No estoy aquí porque quiera estar contigo, casi me trajiste sobre tus hombros hasta esta cafetería y no significa que vayamos a ser cercanos o algo por el estilo. No te mereces mi perdón, nada en lo absoluto porque tú violaste mi confianza cuando te
―¿Qué ocurre? ―cuestionó el pelinegro. La chica apuntó sus ojos hacia su ex pareja, mientras que se acarició el vientre sutilmente―. Has estado en silencio varios minutos y te conozco. No eres de las que se queda sin palabras mucho tiempo porque siempre hay algo que decir.―Tal vez he cambiado. No soy la misma que conociste y a la que engañaste.―No te engañé ―repitió, rodeando los ojos.―Sí, claro. Y no tengo nada que decir ―el príncipe entornó los ojos al notar algo que recordaba bastante bien de ella―. No me mires así.―Muerdes tu labio.―¿Qué?―Estás mordiendo tu labio inferior cómo solías hacerlo cuando estabas nerviosa o intentabas ocultar algo ―explicó con una expresión muy tranquila, pues él estaba bastante confiado de su diagnóstico―. Lo que sea que quieras decirme, sólo hazlo. Ya me has gritado en público y podría arrestarte por eso.―¿Otra amenaza?―No me culpes, sólo llevó unos meses en este país y a veces siento que me corrompo cada vez más con los días que estoy acá atra
Brion estaba consciente de que llegó a lastimar a Clarisse cuando terminaron su relación, sin embargo, no tenía ni una pequeña idea de que cuán doloroso había sido. Ahora sabía el gran error que cometió a pesar de que lo único que quiso hacer fue protegerla de la maldición que él cargaba. Pero no importaba cuanto se esforzara, todos a su alrededor terminaban sufriendo. Podía sentir que algo se estaba extendiendo desde lo profundo de su ser, algo asqueroso y oscuro que desde hace mucho quería mantener al margen. Le recordaba todo el mal que era capaz de causarle a las personas y en verdad detestaba esa parte de él. Por mucho que intentó de todo para reprimir esa parte; parecía que a veces surgían cómo olas y le preocupaba que en cualquier momento se desatará un tsunami. Y cuando eso ocurra nada va a sobrevivir a su paso. Lo sabía. Estaba roto. Era un monstruo. Un asesino. Una bestia. No podía evitarlo porque para eso lo criaron y jamás cambiaría. Clarisse tenía razón al querer
―¿Entonces Serena ahora está de tu lado? ―cuestionó el joven con una mueca y una ceja arqueada―. Lo siento, no me lo creo. Suena cómo un cuesto de hadas muy hermoso para ser cierto. Serena podría no estar cien por ciento de acuerdo con la manera que los Velghary hacen las cosas, pero jamás los traicionaría.―Opino lo mismo ―habló Jax―. Ella jamás se revelaría a pesar de todo y, sí, sus hijos ahora se han vuelto su razón de ser, pero… ¿Cómo podríamos estar seguros de está de nuestro lado?―¿Con una trapa para saber si lo que hace es una trampa? ―propuso el de ojos verdes.―Sí, algo así podría ser de buena ayuda para descartarla cómo posible traidora.―¿Algún plan, Brion? ―le preguntó Macon y al no recibir una respuesta se dio la vuelta para verlo―. ¿Brion? Tierra al príncipe Brion, ¿hay alguien ahí?El mayor sólo reaccionó cuando Macon colocó una mano sobre su hombro.―Lo siento, ¿qué dijiste?―¿Qué ocurre? Pareces disperso…―No es nada…Sí era algo, de hecho, era alguien lo que estaba
―¿Nuevamente se marchó solo? ―preguntó Liza al ver que su novio y el equipo regresaban si lo más valioso. Él asintió silenciosamente y tomó siento en el barandal de roca que estaba en el exterior, justo en la entrada del castillo―. Es la segunda vez que lo hace.―¿Sospechas que esté tramando algo sin decirle a nadie?―Con él es un poco complicado predecir sus movimientos. Cuando crees que lograste conocerlo por completo, termina haciendo algo muy fuera de lo común.―¿Entonces que haremos ahora? ¿Esperar a que él decida volver al castillo?―Él sigue siendo nuestro jefe, así que no tenemos otra opción ―escuchó a su novio rezongar y se percató de la manera que sus dedos tamborileaban sobre la piedra―. ¿Estás bien?―Toda esta mierda de planear, esperar, mover y repetir me está volviendo loco. Ya no sé por cuanto tiempo podre estar en este maldito palacio sin matar al bastardo de Zadriel.―Quieres venganza…―¡Él asesinó a mi hermana! ¡Claro que quiero venganza! ―gruñó entre dientes cómo un
La sociedad estaba llena de hipócritas, ingenuos, ególatras e inocentes porque la misma sociedad se encargaba de crearlos. Cada uno seguía las pautas de otros, con temor a pensar diferente, con temor a imaginar y crear algo distinto. Pero a veces había algunas pocas almas que de una u otra manera ―siempre de la más dolorosa― conseguían salir del molde.Esos soñadores, esos líderes, esos salvadores eran rechazados, cazados y eliminados porque eran un riesgo para todo lo que definía al mundo. Una misión que las personas siguen bajo su código de tener vidas "normales".Muchas personas perecieron a manos de esa idea absurda.Personas buenas.Personas inocentes.Personas que únicamente quería ser el motor del cambio para un mejor mañana.Esas personas eran todo lo opuesto a la familia real de Velghary.O eso es lo que constantemente Brion repetía.Clarisse analizaba todo de la manera muy crítica, buscando fallas, buscando una terrible intención escondida debajo de aquel evento que para tod
10 HORAS ANTES.―Brion ―Malik habló para hacerse notar en cuanto entró en la biblioteca real―. La princesa Carmina ha llamado a una junta muy importante.―No tengo tiempo para lo que ellos quieran decir. Así que diles que no cuenten conmigo ―hizo un ademán y regresó su atención a Oliver con quien había estado platicando.―Me temo que no puedo regresar si asegurar de que te presentarás en el gran salón en diez minutos, Brion ―insistió, pero al ver que su amigo y jefe no se movió, se acercó―. Sé que estás ocupado, pero en serio tienes que venir. Es muy importante.Al ver que su asistente no daba el brazo a torcer algo le pareció sospechoso.―¿Qué sabes sobre esa reunión?―Nada en específico, pero tiene que ver con el evento del cometa que se realizará en el planetario y tu presencia allí.―¿Hubo cambio de planes? ―preguntó el rubio.―No, señor. Sin embargo, la princesa Carmina fue muy clara cuando dijo que todos deben presentarse en el gran salón.―¿Eso mi incluye?―Así es, señor…―Mali
―Malik, infórmale a Jeremy y Patrice que están invitados al evento que se llevará a cabo en el planetario ―el pelinegro mantuvo una lucha de mirada contra Zadriel, al que se le borró la sonrisa al escucharlo―. Si estoy obligado a fingir simpatía por la condesa, necesitaré personas que me ayuden a no cometer una locura en pleno acto.―¿Intentas amenazarnos, cariño? ―Verona lo miro cómo si él fuese una pila de basura que debía ser arrojada al fondo del océano para que nadie más se lo encontrara.―¿Amenaza? ¿Por qué? No es cómo si yo fuese capaz de hacer tal cosa ante el público ―respondió, satíricamente―. Peter, Liza y Owen también serán invitados y asegúrate de que sean anunciados cómo es debido.―¿Cómo siquiera piensas en anunciar a los empleados? ¡Ellos no son nada para que sean presentados a la sociedad! ―bramó Carmina. Sus ojos parecían arder al igual que un par de brazas―. Malik, no harás…―¡Malik está bajo mis órdenes, Carmina! ―saltó en su defensa el príncipe heredero―. Al único