―¡Lo que sea que estén intentando paren ya! ―demandó a toda voz la princesa Seniah, consiguiendo que el resto de su familia se centrara en ella y en la joven que retenía―. ¿De verdad enviaron a Serena a matar a Jeremy? Se nota lo desesperados que están que ni siquiera pensaron en los riesgoso que sería para ella con el personal de Brion cuidándolo.Zadriel entornó los ojos, a primera instancia pensó que la habían atrapado hackeando el servidor del Brion, pero parece que su sobrina logró engañar a su captora. A pesar de que su esposa estaba sometida por el pelinegro y Serena por la de ojos avellana, él relajó su cuerpo, aunque siguió con la guardia en alto.―Ahora entiendo porque ella no estaba acá. La enviaron a terminar su trabajo sucio en una especie de misión suicida.―Por favor, no la matarían porque saben que sería cómo desatar la furia del infierno ―declaró Verona, Ella lucía demasiado tranquila, pues no le afectaba en nada la situación en la que se encontraban las otras dos―. T
Su mano temblaba a sólo un centímetro de rozar el picaporte, su corazón parecía que iba a saltar de su pecho y dejar su cuerpo tendido en el suelo. El oxígeno entraba y salí a una gran velocidad y por ello sus pulmones no podían procesarlo cómo era debido. ¿De cual otra forma podría reaccionar después de ver a su mejor amigo al borde de la muerte? Era su culpa. No importaba cuanto Liza haya intentando hacerle creer lo contrario, fue él quien trajo a sus amigos a ese lugar lleno de serpientes. Brion sabía que correrían peligro, pero supuso que teniéndolos cerca podría protegerlos mejor que a la distancia. En verdad depositó toda su fe en ese plan y al final terminó siendo un rotundo fracaso. No podía creer que lo hizo. Casi matan a Jeremy. Y era su culpa. ―Debes entrar a verlo ―se dio la vuelta para encontrarse a su hermana menor ahí de pie. ¿Cuánto tiempo había pasado ahí parado? ¿Minutos? ¿Horas?―. No puedes culparte por lo que ocurrió, Brion. Pero puedes entrar y cuidar de tu
―¿Dónde te tuvieron toda la tarde? ―Patrice le preguntó a la princesa.―En una propiedad que sigue en el catálogo de la inmobiliaria. Supongo que consideraron que lo mejor sería mantenerme encerrada en un lugar que ya fuese suyo para no levantar sospechas en caso de llevarme a otro sitio.―¿Te hicieron algo?―No, era lo menos que les interesaba. Sólo necesitaban montar un espectáculo para que los ciudadanos se levantaran en contra de Brion, pero por suerte mi hermano los puso contra las cuerdas.―¿Qué hiciste? ―Jeremy le preguntó a su amigo.―Estuve a punto de romperle el cuello a Carmina y Seniah iba a apuñalar a Serena ―el príncipe estaba más serio de lo habitual, casi que perdido en sus pensamientos y sin prestar mucha atención de la conversación que estaban teniendo.―Pudiste morir… ―advirtió la rubia.Él centró sus ojos ocres en ella, haciendo que se sintiera presionada contra la cama.―Jeremy fue el que pudo morir. Hice eso para que quisieran terminar el trabajo o fueran tras de
―Debo ir a darle un sermón a mis supuestos aliados, así que nos vemos luego ―se despidió la princesa Daliah antes de salirUn segundo después el teléfono de Jeremy empezó a sonar y Patrice lo buscó, pero al ver la pantalla los nervios se treparon sobre ella.―¿Quién es? ―preguntó su novio.―Es de la oficina, pero no te preocupes. Tu descansa y yo me hago cargo de este asunto ―respondió, mostrándose relajada. Salió al balcón, asegurándose de cerrar la puerta muy bien y contestó―. Hola, Clarisse. ¿Está todo bien? ¿Necesitas algo de emergencia?―Sí, yo estoy bien. Pero vi las noticias y quise saber lo que pasaba con Daliah. ¿Por qué su hermano la atacaría? No tiene nada de sentido, porque entiendo que no se deban estar llevando bien ahora que están peleando por la corona, pero no esperaba que intentase hacerle esto. ¡Hicieron estallar una camioneta! ¡¿Dónde está ella?! Nadie ha dicho nada en las noticias, y estoy muy asustada e impactada. ―habló tan rápido que hasta pareció olvidar respi
―En la reunión anterior se mencionaron todos esos puntos que debemos tratar para esta nueva campaña. Velghary es un país minero y creo que debemos destacar la esencia del alma en lo que queremos mostrar sin divagar en conceptos demasiado surrealistas ―expresó Warren, el hombre que estuvo a cargo del departamento de mercadotecnia y que no estaba muy feliz de que tuviese que trabajar para alguien que salió de la nada―. Entiendo que han de tener cierto conocimiento sobre su área, pero creo que las ideas que quieren implementar no son las mejores para la compañía.―Lo que queremos presentar en una imagen más frescas de Royal V, y en la primera reunión no pareció haber algún problema al respecto ―habló Galen con seriedad.―Era una reunión de presentación para el equipo, pero luego de un análisis más profundo pensamos que debemos pensar mejor esto.―¿Está insinuando que nuestro equipo no está suficiente capacitado para trabajar con su marca? ―Lorna estaba a nada de soltar un tsunami de insu
No entendía realmente porqué su pecho dolía tanto y le costaba centrar sus pensamientos. Todo parecía ser una explosión de colores, imágenes, sonidos y aromas que ese momento no hacía más que hacerla sentir abrumada.¿Por qué tenía que pasar eso?¿Por qué sus ojos se sentían tan raro?Ella había dejado atrás esa vida, eso significaba que él también se quedó en el pasado cuando decidió no acompañarla. Y tal vez, sólo tal vez ahora comprendía un poco porqué no lo hizo.Su maldito secreto.Él es de la realeza.Por sus venas corre sangre azul.Él tenía un legado que respetar, toda la herencia de su familia yacía sobre sus hombros y no tenía nada de sentido que estuviese con ella. No porque se sintiese inferior o algo por el estilo. Ella estaba segura del valor que tenía y de que merecía ser feliz, pero también estaba consciente de que la relación que ellos tuvieron no era adecuada.Nadie en el mundo iba a aceptar la unión entre el príncipe heredero a la corona y una plebeya salida de Vanc
―Te desprecio ―masculló la chica viendo a través de la venta cómo llovía con fuerza.El cielo parecía caerse, él no dijo nada y ella no lo miraba, pero sabía que tenía una sonrisa petulante grabada en los labios.―No es cierto ―canturreó, moviendo la pajilla de su batido―. Pero te molesta evitara que te mojaras.―No sabes si yo quería caminar bajo la lluvia.―¿Querías caminar bajo la tormenta? ―preguntó con diversión.―Tal vez quería hacerlo y ahora tú arruinaste todo mi plan.―¿Al menos podrías intentar mirarme?―No molestes.―Clarisse…La chica volteó y lo miró con enojó.―Tu y yo no somos amigos. Y el que te dieras cuenta que comenzaría a llover no te convierte en un héroe, eres un mentiroso y eso no va a cambiar ―sentención, molesta―. No estoy aquí porque quiera estar contigo, casi me trajiste sobre tus hombros hasta esta cafetería y no significa que vayamos a ser cercanos o algo por el estilo. No te mereces mi perdón, nada en lo absoluto porque tú violaste mi confianza cuando te
―¿Qué ocurre? ―cuestionó el pelinegro. La chica apuntó sus ojos hacia su ex pareja, mientras que se acarició el vientre sutilmente―. Has estado en silencio varios minutos y te conozco. No eres de las que se queda sin palabras mucho tiempo porque siempre hay algo que decir.―Tal vez he cambiado. No soy la misma que conociste y a la que engañaste.―No te engañé ―repitió, rodeando los ojos.―Sí, claro. Y no tengo nada que decir ―el príncipe entornó los ojos al notar algo que recordaba bastante bien de ella―. No me mires así.―Muerdes tu labio.―¿Qué?―Estás mordiendo tu labio inferior cómo solías hacerlo cuando estabas nerviosa o intentabas ocultar algo ―explicó con una expresión muy tranquila, pues él estaba bastante confiado de su diagnóstico―. Lo que sea que quieras decirme, sólo hazlo. Ya me has gritado en público y podría arrestarte por eso.―¿Otra amenaza?―No me culpes, sólo llevó unos meses en este país y a veces siento que me corrompo cada vez más con los días que estoy acá atra