A veces la vida era toda una maravilla para algunas personas. Literalmente nacían y tenían todo resuelto, no debían hacer nada porque sus vidas fueron planificadas desde incluso antes de que el ovulo fuera fecundado.Muchas personas alrededor del mundo vivían un cuento de hadas, dotados por belleza, dinero e influencia en la sociedad y eso bastaba para ellos. Características suficientes para convertirse en una persona espantosa, más que eso, era suficiente para convertirse en un hijo de perra.Y eran pocas las excepciones.Los Velghary, por ejemplo, encajan en esa pequeña descripción perfectamente, aunque claro, había muchos más adjetivos para referirse a ellos. Palabras no tan lindas que si supieran que estaba pensándolas entonces lo matarían. Sin embargo, no entendía realmente cómo es que encajaban ese par que llegó hace días.―Deja de verlo así. Trata de ser discreto ―le susurró Patrice.―No puedo. Tengo das que nadie responde y he estado de guardia los últimos días.―Entonces ve a
―Nos jodes. ¡Dime que noes estás jodiendo, hombre! ―exigió la rubia, zarandeándolo desesperadamente―. ¡¿Cómo que estabas comprometido con ella?!―Les dije hace menos de una semana que estuve comprometido ―les recordó―. Pero supongo que su sorpresa se debe a que no les revelé de quién se trataba. Aunque es claro que no tengo porqué resaltar que se debe a que ustedes armarían una escena al igual que la que están haciendo ahora.―¡No estamos haciendo una escena! ―chilló la chica y luego se dio cuenta de que había alzado la voz. Lo soltó y le acomodó el traje―. No sé de qué me estás hablando. Todo está muy normal, yo estoy normal, Jeremy está normal. ¿Verdad, cariño?―Bájale sólo un poco más y tal vez te pueda creer lo que le dices ―le dijo su novio, intentando mantenerse calmado a pesar de que estaba en shock.―Claro, claro. Todo muy bien ―sonrió la chica.―¿Puedo hacer una pregunta? ―pidió Jeremy a su mejor amigo y este asintió―. ¿Arlette tuvo algo que ver con el hecho de que decidieras
―¿Todo bien? ―la pregunta de su amiga la sacó de sus ensimismamiento.Mostró una sonrisa y dejó la prenda de nuevo en su lugar.―Claro, todo muy bien. Sólo busco algo para Pat.―No creo que ese pequeño demonio pueda usar ropa para recién nacido ―la pelirroja miró el enterizo de color azul y con unas abejitas bordadas en el pecho―. ¿Quieres decirme en qué estabas pensando?―Nada importante. ¡Oh, mira esta playera! Es muy hermosa, de seguro le encantará. ¿Dónde está?―El retoño está con el oxigenado y Tessa, así que puedes hablar con total libertad ―Clarisse dejó caer sus manos desanimada y su expresión demostró lo consternada que se sentía―. Es por el bebé, ¿no es verdad? ¿Está todo bien con la joya real?―Sí, sí. Todo está bien, la doctora dijo que su corazón late con fuerza y no hay ningún problema por el momento.―Gracias al cielo, por un momento me asusté ―la expresión de su amiga no cambió, por lo que llegó a una conclusión―. Per tú estás asustada… ¿Por qué? ¿Sientes dudas sobre t
―¡Es tarde, es tarde, es tarde! ―gritó Clarisse, corrió de un lado al otro para terminar de alistarse.―¿Tarde? Tarde es una palabra muy corta para lo atrasada que estas ―comentó Lorna, y bebió de su café con total calma mientras veía su teléfono.―¡¿Qué haces ahí parada?! ¡Muevete, mujer! ―recogió las llaves mientras se ponía el abrigo y empujaba a su amiga―. ¡Lorna, tenemos que apresurarnos o todo se va a arruinar!―¡Bueno, bueno, bueno! ¡Ya vamos saliendo!Mientras una llamaba al elevador, la otra cerraba la puerta y en in momento estuvieron descendiendo. Clarisse aprovechó ese momento para terminarse de organizar antes de salir del edificio.―No puedo creer que me haya quedado dormida. ¡Puse seis alarmas, pero no escuché ninguna! ―se peinó con una coleta alta y dejando unos mechones caer para enmarcar su rostro―. Galen y Tessa están en la reunión de padres en la escuela de Pat, así que vamos a necesitar un taxi.―Ya me encargué. Está esperándonos abajo y Zach ya se ha encargado de
Entró corriendo al edificio, sin embargo, se detuvo en seco en el momento que entró al lobby. El lugar era espectacular, parecía sacado de una revista y justo por haber estado admirando la arquitectura que la rodeaba, no vio llegar a Zagh.―¡Clarisse! ―tiró de su brazo para hacerla dar la vuelta―. Hubo un cambio de planes.―¿Cambio de planes? ¡Por favor, dime que no hubo otro problema! ―estaba a nada de llorar por la desesperación.―Oh, no, no, no. Realmente es porque cancelaron la reunión.―¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!―Al parecer hubo una junta de emergencia con los directivos, así que debieron encargarse de esto antes ―explicó el muchacho y su jefa sólo lo miró con la boca abierta―. Supongo que por tu expresión estás pensando en muchas maneras de matarme, pero dejar muy en claro que no tengo la culpa de esto. Todo estaba listo para iniciar, estábamos esperando por ti, pero de repente le avisaron a uno de los del consejo que tenían una reunión importante.Clarisse cerró los ojos y respiró pr
Cuando estuvo a punto de subirse al auto se detuvo en seco, pues del otro lado de la calle se encontraba nada más y nada menos que su viejo amigo. Sabía perfectamente que él estaba ahí, no obstante, le era sumamente extraño verlo ahora que conocía el gran secreto. Se quedó mirándolo fijamente mientras sostenía la puerta y Zach esperaba que subiera al auto.―Clarisse, ¿qué estás haciendo? Sube de una vez ―le dijo el chico, pero ella seguía igual de petrificada―. ¡¿Clarisse?! ¡Nos quedamos sin tiempo y Lorna nos está esperando!―No lo voy a hacer ―dijo de repente.―¡¿Qué?! ¡¿Por qué no vas a ir?! ―quiso saber.―Zach, ve a la oficina y ayuda a Lorna. Si alguno pregunta diles que me reuní con un viejo amigo ―dio la orden antes de cerrar la puerta del taxi―. Es todo lo que necesitan saber. Yo regresaré por mi cuenta luego de terminar este asunto.―¿De qué asuntos hablas?―Es algo importante que necesito hacer, así que, por favor, sólo diles que necesito hablar con mi amigo y ellos entender
―Clarisse, él te a…―¡No! ―saltó la chica, dándole un golpe a la mesa que hizo temblar las tasas de café―. No quiero que termines esa oración. No quiero escuchar una mentira tan grande. Él nunca lo hizo, se atrevió a mentirme, y también les mintió a ustedes, pero ahora lo han perdonado porque decidió revelarles que es un príncipe.―No te confundas. No creas que esto es por algo material.―¿Entonces cómo es que se lo permiten? Están a su lado luego de todas las mentiras que dijo, ¿o si lo sabían y simplemente me estás diciendo que no para que no me enoje con tu amigo?―¿Qué ganaría mintiéndote?―¡Eso quisiera saber yo! ―chilló―. ¿Me dices que no te molestó? ¿Qué todo te parece bien? Él ni siquiera te dijo la verdad porque quiso, lo hizo porque se vio acorralado entre la espada y la pared.―No estuviste ahí, Clarisse.―Correcto, no estuve ahí porque estaba aquí. Estaba haciendo mi vida en el lugar al que hace un año le ofrecí venir ―se pasó las manos por el cabello para calmarse porque
La sala se había llenado de una energía oscura, era un momento de tanta tensión que el mínimo toque podría romper las ataduras, dando rienda suelta a un enfrentamiento directo. Los bandos eran claros o eso es lo que todos pensaban, pues Annabeth y Daliah atacaban a Brion sin piedad alguna a pesar de que ambas estaban de su lado. Puede ser que Brion tuviese prisionero a Thierry, Annabeth sabía que su primo no lo lastimaría a menos que ella intentase algo.No podía permitir que le hiciera daño, por eso tenía que ser parte de aquel espectáculo. Thierry no era sólo un amorío, no estaba con él para revelarse contra los deseos de sus padres, ella realmente lo amaba. Y pensar que todo comenzó porque lo bañó en pintura por no ver el camino al salir de su estudio. En el momento que sus miradas se cruzaron fue una conexión instantánea al estar en el palacio creyó que se trataba de alguien importante, pero fue un error.Thierry, al igual que su familia, no tenía tierras, ni una enorme fortuna qu