—¡¿Qué significó eso?! —bramó Zadriel, colérico.Luego del gran anuncio que dio la reina ante todos los medios de comunicación la rueda de prensa simplemente terminó y ante una gestó de la reina, los guardias desalojaron a todos. Para cuando la familia real reaccionó ante lo que estaba pasando se giraron a ver a Brion sin saber cómo actuar.—¡¿Cómo se te ocurre hacer eso?! —exclamó Verona—. ¡No puedes hacerlo!—¡Él es un traidor! —gritó Carmina—. ¡No tienes derecho para traer un maldito traidor al palacio y decirles a todos que será rey! ¡¿Tienes idea de cómo eso nos hará ver ante la sociedad?! ¡Nuestra imagen es lo primordial y la has de arruinar con esto!—¡Brion no será rey! ¡Daliah será coronada y no hay ninguna discusión sobre eso! —declaró Zadriel. Sus venas se marcaban por todo su cuello enrojecido—. ¡Tú, bastardo de mierda, no permitiré que destruyas todo lo que representa a esta familia! ¡No tiene ningún derecho sobre la corona después de que renunciaste a todo lo que implica
—¡Es viernes y el cuerpo lo sabe, amigos míos! —exclamó la pelirroja al entrar al apartamento, se detuvo a bailar un poco en la puerta y luego siguió hasta la sala—. Llamen a una niñera para el mocoso, hoy es viernes de Lorna.—¡No soy un mocoso, vieja! —le gritó el niño.—¡A callar, gnomo de jardín!—¡Vieja gritona!—¡Y tú eres un niño tonto que aún se hace pipí en la cama! ¡Le diré a tus compañeros de clase y se burlaran de ti!—¡Mamá, la vieja vecina me está molestando! —se quejó casi que a gritos.—¡Mírenlo llorar! ¡Está llamando a su mami! ¡Eres un llorón cómo el desastre que tienes cómo padre! —se burló en plena carcajada, pero pronto un cojín aterrizó contra su cara—. ¡¿Quién fue?!—¡Ya deja los gritos, por amor a todo lo decente en este mundo! ¡Me vas a volver loco! —Galen le reclamó y le lanzó otro cojín—. ¡¿Y a quién llamaste desastre?! ¡¿Acaso ya te fijaste en cómo está tu habitación?! ¡Parece que ahí vive un cerdo de doscientos kilos?!—¡¿Acabas de llamarme gorda, tú tonto
Bebió de un trago el líquido oscuro del vaso y pidió otro.No estaba seguro desde cuando estaba bebiendo, sólo sabía que en se sentía malditamente bien con cada trago. Era cómo si el alcohol ahogara todas sus preocupaciones y paulatinamente fuese olvidándose de todos los problemas que surgieron en sólo un día. No es que fuese del tipo de persona que cree que todo se soluciona con lo que hay al fondo de una botella, pero en ese momento lo único que quería era olvidar quién era, donde estaba y lo que pasaba.Toda su vida, todo por lo que luchó se había ido al carajo en sólo un momento. Parece que nadie en su familia comprendía las razones por las que él se marchó, lo único que querían era que luchara en su estúpida guerra. Estaba arto de esa vida, estaba arto de todas las responsabilidades con las que tenía que cargar, no quería nada de eso. Él lo único que quería era volver a Seattle y ser Soren Oversax otra vez.Si era necesario tener que dejar de cazarlos cómo estuvo haciéndolo, ento
La noche era una completa maravilla, las rondas de bebidas no dejaban de llegar, las bromas y las risas tampoco paraban. Hace varias semanas que no salían de esa manera, y extrañaba mucho eso, pero ahora no podía parar las carcajadas. El plan inicialmente no era ir a beber, se suponía que iría a cenar tranquilamente y luego por una película, pero cómo siempre que Lorna organizaba las salidas, todo terminaba improvisado.Cantaban a todo pulmón canciones de todos los estilos, a pesar de que muchas no la conocían o peor aún, que estuvieran en velgharo. Apenas podían hablar el idioma de esa nación, por lo que sin duda terminaban pronunciando todo mal.El alcohol también había hecho de las suya en ese punto, por lo que hablaba arrastrando algunas palabras. Sus inhibiciones habían disminuido tanto que para ese entonces no le afectaba en lo absoluto si hacía o no el ridículo ante todas las personas del bar. Nunca había sido muy tolerante al alcohol, sin embargo, al estar siempre rodeada de s
Sus cuerpos se movían por si solos, cualquier pensamiento racional que pudiese tener no era para nada bienvenido en aquel momento en el que se comían ansiosamente uno al otro. No podían parar ante aquello que se apoderó de ellos desde el instante que se vieron en la calle. Antes de que siquiera pudiese notarlo ya estaba en el apartamento de la pelinegra en una lucha de besos y caricias.Brion literalmente le arrancó la blusa a la chica, destrozándose con sus manos, y sus labios descendieron por su cuello dejando un camino de besos y mordidas. Clarisse no lo entendía, pero ese hombre de extraños ojos poseía la capacidad de hacerla perder la cabeza con sólo tocarla. De laguna manera él presionaba los puntos justos para hacerla delirar y pedir más. Le arrancaba el aliento con cada beso y se lo devolvía al mismo tiempo cómo si fuese un simple juego de tira y afloja con su corazón.¿Por qué se dejaba llevar por él?Lo que debía hacer era confrontarlo, saber cómo es que llegó a Velghary y d
La pesadumbre en su cuerpo era cómo nunca, quería quedarse en cama todo el día si era necesario, ya encontraría una razón para explicar porqué. No lograba recordar si tenía algo importante qué hacer ese día, pero la verdad es que no podía recordar nada. De sólo intentarlo su cabeza parecía que iba a explotar, las pulsaciones eran demasiado fuertes y maldijo en silencio el alcohol.No solía beber de esa manera nunca, habitualmente podía tener el mismo trago durante un buen rato antes de terminárselo. Pero anoche se excedió demasiado, tanto así que incluso la luz que percibía con los ojos cerrados era una tortura para él. Ya le pediría al personal que pongan unas cortinas más gruesas para que la luz no lo siga despertando.Ese pensamiento le hizo pensar en que nunca antes la luz del Sol llegó a molestarlo porque sus cortinas siempre estaban muy bien cerradas. Trató de abrir los ojos, sin embargo, aquello fue lo peor que se le pudo ocurrir hacer en la vida. Sus retinas ardieron y un dolo
Realmente estaba agradecido de no haberse topado con nadie cuando llegó al palacio, lo menos que quería era dar explicaciones sobre su apariencia o su paradero. Pudo llegar hasta su recamara para darse un baño refrescante que le ayudó bastante con la resaca. Unos leves toques en la puerta sonaron antes de que Liza entrar con un vaso en una bandeja.La llamó para pedirle algo que tuviese la suficiente fuerza para hacerlo recuperarse por completo. Ella no preguntó nada, sin embargo, si lo inspeccionó con la mirada de pies a cabeza, justo cómo lo hacía en ese momento.—¿Qué? —tomó el vaso y le dio un trago. Tenía un sabor bastante amargo y pastoso, nada grato—. ¿Qué es esto? Sabe horrible.—Receta secreta para eliminar la resaca más fuerte que pueda tener alguien —explicó, tranquilamente mientras se paseaba por el lugar—. Y… ¿Me dirás donde estuviste?—¿Te parece que quiero hacerlo?—Todos se hacen esa pregunta. Probablemente cuando te vean te atacaran y tal vez debas trabajar en algo pa
En el hermoso jardín real rodeado múltiples flores otorgándole un aura primaveral imperturbable. Un lugar en el que se llevaban muchos eventos importantes en el palacio cuando querían alardear de la belleza natural que rodeaba su hogar. Un toldo blanco había sido armado para el té y justo debajo estaba una mesa con diversos bocadillos, así cómo también pequeños arreglos florales.A la mesa estaba sentados los miembros de la familia real que al verlos llegar guardaron silencio y los escrutaron de pies a cabeza. El mundo se había paralizado en ese momento mientras que aquellos dos bandos se veían cara a cara,—No esperaba que hubiera entretenimiento circense —comentó Verona, miraba sus uñas cómo si fuesen más importantes que ellos.Patrice tensó la mandíbula, por un momento pensó en darle una bofetada a esa inmadura mujer, pero al mismo tiempo le preocupó que fuera capaz de sacar un arma de ese pronunciado escote que tenía.—Verona, se educada con nuestros invitados —le dijo Zadriel con