Los tres daban vueltas por la habitación intentando buscar una solución a los problemas que estaban ocurriendo. Lo primero era salir de ese lugar y luego enfrentar a quien se atreviera a lastimar a Pat. Clarisse, logró dar con un teléfono de línea en el cajón de una mesilla y para su suerte sí funcionaba, así que marcó al primer número que le vino a la mente.—¿Jeremy? ¿Me escuchas? —la comunicación parecía inestable, por lo que se movió por el lugar tratando de captar mejor señal—. ¿Estás ahí?—¿Clarisse? ¿Qué está pasando? So…Soren salió corriendo de una reunión cómo su el diablo lo estuviera persiguiendo mientras… l-le gritaba a Peter que pusiera en movi…, al personal —contó Jeremy, quien sonaba bastante confundido y preocupado—. ¿Tú estás…, ien?—¿Soren…? —miró a sus amigos sin comprender y puso el altavoz—. ¿Dijo algo más?—No, se fue antes de que pudi-i…éramos siquiera preguntarle algo. ¿Qué está pasa…o? —esta vez fue Patrice la que habló a pesar de la mala señal.—No entiendo r
El sonido de un cristal rompiéndose llegó hasta sus oídos mientras iba por uno de los corredores. Tenía la intención de enviar un mensaje a Clarisse, ya que estaría alterada por todo lo que pasaba con la bomba y el secuestro del niño, sin embargo, decidió ir hacia el lugar del que provino el ruido.Luego de bajar las escaleras y doblar en otro corredor escuchó unos gritos.—¡Deténganse! —gritó un hombre a lo lejos.Inesperadamente alguien impactó contra el pecho de Soren y cuando bajó la mirada se encontró con esos preciosos ojos azul zafiro que tanto le fascinaban. Su corazón dio un salto ante su simple presencia y su piel se erizó por completo en el momento que sus manos palparon su pecho.—Soren… —susurró, sorprendida.—¡Ahí vienen! —avisó Lorna, apareciendo junto con Galen y al ver al pelinegro se detuvo en seco—. Ay, mierda… Nos atraparon.—Señor Oversax, que bueno que los detuvo —dijo uno de los agentes, aliviado.—¿Qué está pasando acá? —su voz salió pesada, molesto por el albo
El tiempo, un ente sin forma y sin voz, pero con un inmenso poder. No hacía más que correr desenfrenando, sin un amo sin nadie a quien rendir cuentas, estaba por encima de todos y el mundo se regía por sus reglas.Las tropas conformadas por los agentes del FBI y aquellos que abandonaron esas filas para trabajar bajo el mando de Soren, ahora se movían cómo una sola unidad; mientras rodeaban el edificio. Sus pasos eran rápidos y silenciosos, atentos al entorno en caso de una emboscada y para ello inteligencia se encargaba de guiarlos a través del comunicador en sus oídos.Soren y Jax iban lado a lado, el castaño no estaba dispuesto a separarse del antiguo príncipe sabiendo que lo querían capturar, para eso era todo ese espectáculo. Junto con ellos iban Peter, Owen y el agente Coller, además de tres hombres más que les seguían prácticamente pegados a ellos.Se detuvieron a la orilla del bosque teniendo la casa a sólo unos cien metros de distancia.—Los tienen en el segundo piso, en la se
—¡Abajo! —Jax derribó a Rubén antes de que terminara acribillado por los disparos. Se arrastraron hasta quedar cubiertos—. Maldición, no podemos avanzar si sigue apareciendo más gente.—¿Ideas para salir de este problema, señor? —preguntó el pelirrojo. Su rostro pecoso estaba lleno de tierra y sudor.—¿Por qué tanta formalidad? Ya no trabajas para mi o para el FBI.El pelirrojo disparó contra sus atacantes.—¿Es necesario hablar de mi cambio de trabajo justo ahora? —cuestionó cuando volvió a su lugar y notó que Jax miraba de un lado al otro—. ¿Qué?—Soren… ¿Dónde está Soren? —preguntó.Buscó a su jefe por aquella pequeña zona de guerra que estaba a oscuras, sin embargo, no estaba a la vista. La adrenalina que ya corría por su sistema nervioso ahora se había duplicado y sentía que su corazón sufriría un infarto en cualquier momento.—¡¿Alguien ha visto al señor Soren?! —habló por el comunicador.—¡Lo perdí de vista! —respondió otro.—¡Por las escaleras principales! ¡Mierda! —gritó otro
Era sorprendente que a pesar de la enorme distancia que había entre ambos puntos, sus historias estuviesen tan conectadas. En el continente europeo, en el reino de Velghary la familia real comía plácidamente mientras discutían sobre lo que estaba ocurriendo. La manera en la que hábilmente Macon rastreó a Galen después de relacionarlo con los múltiples ataques que recibió su gente.Daliah y Seniah estaban atentas porque el cualquier segundo el joven de cabello marrón y ojos verde esmeralda podría revelar ante el resto de la familia cómo es que han estado relacionadas con dichos ataques. Después de todo la misma Dalih llevó a cabo varias misiones con la compañía de Oliver, mientras su hermano estaba en Canadá.Macon parecía disfrutar del momento, sabiendo que tenía a su prima acorralada por completo y que si quisiera podría hacerla perder la corona, pero no es lo que buscaba. Él sólo quería tener libertad cómo todos los demás, pero a diferencia de ellos que aceptaban vivir cómo personas
—¡No, de ninguna manera! —objetó el castaño.—Silencio, Jax. Es la única manera se asegurar el bienestar de Tessa y Pat —argumentó el pelinegro—. Prometí que volvería a salvo a casa y si debo hacer esto para que eso pase, entonces lo haré.—¡Tío, no te vayas! —lloró el niño, siendo sujetado por uno de los hombres de Sasha.—No te preocupes, Campeón. Todo saldrá bien, tu papá espera ansiosamente por tu regreso.—¡No quiero que te vayas con el malo! ¡Quiero que te quedes conmigo, tío Soren! —rogó con lágrimas y algo dentro del mayor pareció romperse al verlo tan afectado—. ¡No me dejes! ¡¿Quién va a dibujar conmigo?!—Lorna lo hará, pequeño…—¡No, yo quiero que tú lo hagas!Soren miró al pequeño con verdadera tristeza. Aún le sorprendía cómo es que en sólo cuestión de meses se volvió apegado a ese niño que tenía tanta energía. También le sorprendía el hecho que había decidido ir por ellos, enfrentar a Sasha y ahora se ofrecía cómo moneda de trueque para que los dejaran libres.En el pas
En el momento que las puertas principales se abrieron y vieron entrar a todos malheridos el miedo se los golpeó cómo una onda gélida. Galen simplemente no pudo procesar el hecho de que no veía a su hijo o a su novia por ninguna parte y sintió que todo el aire de sus pulmones escapaba.—¿Papi?Aquella vocecilla la conocía perfectamente y al alzar la mirada se encontró con su hijo en los brazos de su amigo. No dijo nada, simplemente corrió hacia él y lo sujetó con fuerza. No pudo evitar llorar, pero esta vez era de por el alivio y la felicidad que sentía al tener a su pequeño Canguro entre sus brazos.Clarisse y Lorna no lo pensaron demasiado cuando también abrazaron al niño y lo llenaron de besos. Lo revisaron de pies a cabeza, pero no encontraron alguna herida o golpe. Estuvieron muy angustiadas por lo que pudieran hacerle a su pequeño Solecito y a su querida amiga.—¿Estás bien, bebé? ¿Te hicieron algo? ¿Alguien te lastimó? —habló, forzándose por mantener el control, pero no era nada
—¿Cómo es posible? —cuestionó la chica sin poder aceptar todas las cosas que Soren había dicho—. Jamás podría imaginar algo así. Tú…, tú no eres esta persona o eso es lo que me hiciste creer. ¿Por qué me mentiste? —No lo hice para lastimarte, quería que todos se mantuvieran lejos de mis problemas por su seguridad. Quería hacer lo correcto y salvarlos de mi castigo, esto no es algo que les competa, Clarisse. —Según tú que te has tomado la tarea de armar una muralla para tener una doble vida. ¿Tanto daño hiciste en el pasado que ahora tu conciencia no te dejar vivir? —Te equivocas. Puedo vivir con ello, todas las cosas espantosas que he hecho fueron por una razón, fue por mi supervivencia —sus palabras fueron fuertes y frías, de modo que Clarisse se sintió temerosa. —¿Cómo terminaste así? —No tuve ninguna opción. Era mi destino, mi legado, mi vida e hice lo necesario para sobrevivir a todo ello hasta que pude escapar. —Soren… ¿Qué fue lo que hiciste…? El pelinegro alzó la barbilla