—¡Liza! ¡Peter! ¡Owen! —llamó Soren desde la sala de estar mientras revisaba el correo que estaba sobre la mesilla.—Acá estamos, no grites —respondió la morena. Iba comiendo una paleta de helado mientras los otros dos hombres le siguieron de cerca.—Bien, necesito que se ocupen de unas cosas. Owen, prepara el Audi negro cromado, Peter organiza un pequeño equipo de seguridad y Liza, una malteada de piña y mango, por favor.—Me siento cómo de la servidumbre —e quejó la ama de llaves.—Eres de la servidumbre, Liza —le recordó su compañero.—Nadie te preguntó, Peter.—Pero él tiene razón —le susurró el trigueño.Ella se giró en un parpadeo y le soltó un manotazo.—¡¿De qué lado se supone que estás tú?! —le reprendió.—¿Les importaría movilizarse a cumplir con lo que les he pedido o no los estoy molestando mucho? —preguntó, satíricamente el de ojos ocres.—La segunda —bromeó Liza y él encarnó una ceja en modo de advertencia—. Bien, bien. Nos estamos moviendo. Ustedes dos quítense del cami
Honestamente no tenía ni la menor idea de en donde estaban.El lugar estaba lo suficientemente lejos del centro, pero el lugar estaba abarrotado de gente. Había muchos vehículos de todas las clases posibles, algunos con diseños sencillos y otros bastante impresionantes por lo que ella estaba pegada a la ventana del auto viendo todo con asombro.—No sabía que te gustasen las carreras —dijo Clarisse sin apartar la vista de un Mustang que había sido mejorado—. ¡Este lugar es increíble!—No precisamente, pero no podía rechazar la invitación de Oliver. Por alguna razón estaba muy interesado en que viniera.—Tal vez intenta impresionar a su cuñado.—Lo logrará cuando me entregue la mitad de las acciones de su compañía.Clarisse rio por ese comentario que pareció agresivo.—No puedes estar pensando en serio en quitarle la mitad de todo lo que tiene, ¿o sí?—No lo sé. Eso depende de cómo trate a mi hermana. Si llega a hacerle algo haré que vaya a la quiebra y le quitaré todo.—Uh, que hermano
La noche transcurría con gritos de emoción de todos los presentes, los rugidos de los autos y las motocicletas que competían, así mismo cómo la música que ambientaba el evento era perfecta. Clarisse estaba pegada al cristal desde la zona VIP en la que los dejó Oliver, el cual iba y venía constantemente porque tenía que estar al tanto de su negocio.Soren llegó a ver que en una de las habitaciones había varias personas contando grandes cantidades de dinero provenientes de las apuestas que se realizaban en las carreras. Obviamente Clarisse lo notó y quiso saber al respecto, sin embargo, él no quiso entrar en detalles. Hablar sobre el bajo mundo no era algo que realmente le gustara, en especial porque podría llegar a unir puntos.De hecho, hasta él mismo se sentía incomodo de estar ahí con tantas personas de esa vida criminal porque temía que alguno llegase a reconocerlo. No obstante, han pasado muchos años y es poco probable que sepan cómo se ven, aunque claramente tenía en mente que lo
—¿Preocupada? —preguntó Oliver a la chica que desde hace rato estaba mordisqueando su dedo índice.—Esto es mi culpa. No quería causar una riña contra ese sujeto —le dio una mirada a Sasha que estaba del otro lado con una motocicleta morada. Él le regresó la mirada y lanzó una mordida al aire—. Que asco. ¿Quién ese sujeto?—Su nombre es Sasha y creo que tiene un gran complejo de narcisismo.—¿Simplemente lo crees? —preguntó, apáticamente y él se encogió de hombros—. No creo que sea buena idea esto. Lo mejor sería si nos vamos a casa y así Soren no tendrá que correr.—No puede retractarse. Las reglas son claras, una vez que acepta no hay vuelta atrás —explicó el rubio.—¿Y qué si no quiere?—Bueno, digamos que se consideraría una perdida automática para Soren y Sasha reclamaría su premio.Por la mirada que ese sujeto le estaba dando ella se sintió más que asqueada, no obstante, algo más captó su atención. Ante ella se presentó Soren que llevaba una chaqueta de cuero y un casco en una m
Al llegar a casa Clarisse se percató de que su novio estuvo en silencio desde que salieron de la pista. Lucía por completo perdido en sus pensamientos y a penas le dirigió la palabra un par de veces de manera dispersa. Era extraño, pero no algo nuevo porque ya era algo que había visto varias veces en él e incluso en Ariah. —¿Cómo estuvo la noche? —preguntó Liza, la que apareció ente ella con su pijama. Clarisse mostró una expresión tranquila y le sonrió ampliamente. —Fue genial. Los vehículos, la música, la comida y las bebidas. Es impresionante lo que Oliver ha logrado organizar de manera ilegal durante quién sabe cuanto tiempo —contó—. Soren incluso llegó a correr. —¿Él compitió? —inquirió, impresionada y la chica asintió—. Wow, eso es verdad no me lo esperaba para nada, ¿por qué lo hizo? —Fue mi culpa. Bueno, en realidad fue la culpa de un idiota llamado Sasha que estaba encima de mí. —¿Sasha? Tiene nombre de imbécil. —Créeme, es mucho más que eso —señaló con una mueca de dis
El mundo ha idealizado la belleza desde tiempo antiguos. Cuando ven algo que cumple con sus expectativas de belleza le permiten hacer lo que sea. Se le concede tal libertad y poder que al final es imposible arrebatárselos. Daliah lo sabía mejor que nadie porque ella era parte de esa belleza que hechizo al mundo para tenerlo todo.Durante generaciones su familia ha tenido poder a base de mentiras, de una falsa perfección que proyectaron cómo una fascinante luz mágica que cautivó a todo el que la mirase. El mundo les permitió edificar su reino porque para ellos los Velghary eran puros e incapaces de hacer mal alguno.Se acostumbró a esa vida, todos lo hicieron y ahora era difícil pensar en que llegaría el momento cuando ayudaría a destruir todo eso. Su reino, sus negocios, su poder, su perfección se irían y el mundo vería finalmente lo que en verdad son, monstruos, asesinos, ladrones y mentirosos.Observó fijamente el trono. Estudio los elaborados y elegantes bordes hechos de oro puro,
—Así que este es tu hogar —dijo Soren observando el entorno.—Adelante, eres completamente bienvenido. Por favor, toma asiento mientras te sirvo algo de beber —pronunció Oliver con un tono sarcástico al entrar en el salón.—¿Dónde está?—No te preocupes, lo tengo retenido, pero…—Debo reunirme inmediatamente con él. Debo proponerle un trato y en tal caso de que no quiera aceptar, lo asesinaré —dijo rápidamente, ignorando lo que estaba diciendo el dueño de la casa.—Muy bien, te llevaré con él —accedió sin ánimos de contradecirlo—. Sígueme.La mansión Clermont era un lugar espectacular con personal en cada rincón de la casa para el servicio de la familia o de cualquier invitado. También eran personas de total confianza para Oliver y se aseguraba de que ninguno llegase a ser algún peligro para él y sus negocios.El rubio lo llevó hasta el sótano el cual parecía haber modificado porque en realidad parecía un bunker. Llegaron a una puerta reforzada en la que estaban tres hombres haciendo
Las canciones de ARJ estaban flotando a su alrededor, ya que usaba los audífonos mientras lidiaba con la revisión de los archivos de la compañía. Su escritorio estaba lleno de carpetas con muestras de colores y texturas, así cómo otro montón de cosas, y por un rápido vistazo que le echó a los puestos de sus amigos, los encontró iguales.No tenían ningún tipo de apuro por terminar con el proyecto especial que Larry les encomendó, sin embargo, tenían otros que terminar para poder enfocarse sólo en ese. Todo eso le servía para mantener su mente ocupada. La realidad es que los últimos días había estado pensando demasiado y eso la llevaba a crear escenarios que no le agradaban para nada.Estaba pasando algo extraño, lo sabía porque Soren a penas y hablaba con alguien en la mansión. A la hora de comer podía notar que había tensión en el ambiente, Liza simplemente servía la comida y se sentaba en completo silencio sin siquiera darle los buenos días a su jefe. Lo cual era muy raro porque se t