Cuando despertó se percató de que ya había anochecido. Estaba un poco mareado, más que nada aturdido, aunque realmente no recordaba mucho de lo que pasó temprano. Se sentó en la cama y sintió una punzada en la frente, al llevar la mano a ese lugar entendió que tenía una herida.—¿Cómo te sientes? —su voz lo hizo dar la vuelta. Clarisse estaba al otro lado de la habitación en el sofá de piel con una manta sobre las piernas—. ¿Te duele algo?—Me duele un poco la cabeza —respondió—. ¿Qué fue lo que pasó?—¿No recuerdas nada? —su ceño se frunció en una mezcla de preocupación y confusión.El hombre de ojos ocres se lo pensó un momento, su mirada divagó por el espacio en el que estaban hasta que paulatinamente comenzaron a llegarle voces e imágenes que le permitieron rememorar lo mejor que pudo.—Discutimos.—Así es…—Y estás enojada todavía —dedujo el pelinegro.Clarisse soltó un largo suspiro y se levantó del sofá para ir hasta donde él, pero se sentó en la cama, prefirió quedar de pie ce
Soren se separó de ella y sostuvo sus manos entre las suyas que temblaban levemente. A pesar de que existiera una pequeña sensación de alivio en su cuerpo por estar hablando finalmente con algo de verdad, no era cómo un acto de magia y todo finalmente era superado.En el pasado fue un proceso que le llevó tiempo y ser guiado por un profesional, no le gustó la idea al inicio, pero era eso o seguir caminando inconscientemente hasta terminar siendo arroyado a mitad de la calle.—Los primeros años fueron los peores, intentamos resistirnos y siempre terminaba muy mal para nosotros. Cada vez se les ocurrían castigos que ellos consideraban apropiados, pero que en realidad eran un atentado contra la humanidad —contó, cabizbajo—. Pero con el tiempo ellos lograron doblegarnos. Empezamos a pensar de la misma manera que ellos, actuar igual que ellos y a ser perfectos a sus ojos. Seguíamos las ordenes fielmente, sin emociones, sin amor, sin dolor. No había nada más que dos personas dispuestas a to
La situación era complicada para ambos.Por primera vez Soren se abría con alguien, con excepción del profesional al que le pagó una gran suma de dinero para nunca repitiera las palabras que escuchó durante las terapias. La cuestión es que ahora estaba preocupado por la decisión que Clarisse pudiese tomar luego de descubrir la verdad sobre él, o bueno, parte de la verdad.Pudo ver el miedo en sus ojos, no quería que ella lo mirase de esa manera alguna vez y es por eso que prefirió no decir nada. Sí lo miró así al conocer su infancia, era más que seguro que su reacción sería mucho peor si se llega a enterar que las cosas que hizo son muchísimo peor de las que podría si quiera imaginar.Bebió del vodka en su vaso mientras su mirada seguía perdida, tenía tantas cosas en su mente que comenzaba a dolerle la cabeza e incluso la temperatura de su sangre estaba alta en señal del enojo. La realidad es que se encontraba en un perfecto jaque y por el momento sólo podía darle espacio a Clarisse h
Esa mañana Clarisse despertó en una de las tantas habitaciones que la mansión tenía. No es que hubiera tenido problema para regresar a la habitación con Soren, pero considerando que ya era muy tarde y no quiso despertarlo en caso de que ya estuviera dormido. Aunque la verdad oculta se trataba de que aún no se sentía segura de verlo.Luego de asearse y vestirse bajó al comedor en donde estaban todos tomando su desayuno tranquilamente, y al verla la saludaron con un buen ánimo.—¿Cómo dormiste, linda? —preguntó su madre.—Me costó un poco conciliar el sueño, pero al final pude dormir bien —miró a todos con buena cara, pero eso se desvaneció al ver el asiento vacío a la cabeza de la mesa—. ¿Dónde está Soren?—Salió temprano a finiquitar la de la inauguración para la nueva cede de la empresa —respondió Liza—. ¿No te lo dijo?La chica movió la cabeza de un lado a otro en negación y bebió de su jugo de naranja bajo la atenta mirada de sus amigos.—¿Cómo se encuentra? ¿Logró dormir bien desp
Indudablemente las nuevas oficinas de Oversax House eran perfectas.El edificio de seis pisos fue comprado en obra gris, pero gracias a los diseños en los que Patrice y Soren estuvieron involucrados, pues la construcción dio un resultado sorprendente. Cada piso tenía un concepto de diseño abierto con iluminación natural, grandes ventanales y terrazas amplias con muchas plantas para crear un ambiente más agradable. El inmueble había sido instalado de acuerdo a las especificaciones de Patrice, pues era la más involucrada en la decoración. Mientras que Jeremy se hizo cargo de la recepción del sistema que utilizarían en los equipos.Soren estaba más que satisfecho con el trabajo que sus amigos llevaron acabo, sin embargo, eso no evitaba que su mirada se perdiera hacia el horizonte cada vez que su mente comenzaba a divagar.Obviamente la pareja notó que su amigo de ojos exóticos estaba actuando más extraño de lo normal y quería saber si algo estaba ocurriéndole para impedirle enfocarse en
El silencio en la sala de juntas era bastante perturbador, especialmente para Soren que, luego de contarles parte de su historia a sus amigos, sentía el corazón palpitando irregularmente. Había una tensión tan palpable que sofocaba al pelinegro y por un segundo pensó en correr.No obstante, estaba cansado de huir y eso no haría que ellos olvidaran las cosas que les contó, así que la única opción viable era esperar que la rubia o el moreno dijeran algo antes de que sufriera un infarto.Jeremy se levantó de su lugar y caminó con un rostro inexpresivo hacia su mejor amigo, Soren se puso de pie sin apartarle la vista y sin previo aviso el moreno le dio un fuerte abrazo. Patrice también lo abrazó y en ese momento Soren se sentía extraño, no estaba acostumbrado al contacto físico más allá de Clarisse, y le suele molestar cuando otro lo tocan, pero en ese momento se sintió tan bien.Cálido y reconfortante que transmitían seguridad y amor.—Soren, no me importa de donde vengas o quien sea tu
La noche había llegado, todos estaban listos para la velada que sería llevada acabo en las nuevas instalaciones de Oversax House en Vancouver, Canadá. En la habitación principal Clarisse estaba dándole los últimos toques a su atuendo. Usaba un taraje ejecutivo rojo granate con unos tacones negros, el cabello lo llevaba suelto con ondas en las puntas y un maquillaje de noche.—¡Vaya! ¡Te ves hermosísima! —exclamó Lorna, parada en la puerta abierta y la boca abierta—. ¡Eso, mamona!Clarisse rio y dio una vuelta, así cómo también desfiló un poco para su mejor amiga que le aplaudía eufóricamente.—¡Tía Clarisse, estás muy linda! —gritó Pat al entrar corriendo a la habitación—. ¡Pareces una princesa!Saltó a sus brazos y la mayor dejó un enorme beso en su mejilla. Por suerte el labial no se marcó en su piel y tampoco se corrió de sus labios.—Muchas gracias, mi Solecito. Tú también te ves precioso —lo dejó en el suelo y acomodó el atuendo del chiquillo. Su pantalón de vestir oscuro, camisa
La realidad es que ambos se sentían nerviosos por estar uno frente al otro. El silencio que reinaba era claramente incomodo, pues Clarisse no sabía cómo iniciar aquella platica y Soren pensaba que cualquier cosa que pudiera decir empeoraría todo.¿Cuánto tiempo estuvieron simplemente mirándose?Parecieron horas.—Lo siento —enunciaron al unísono y sólo por eso sintieron que habían metido la pata.—Disculpa, puedes hablar tú primero —cedió el pelinegro. Incluso dio un pequeño paso hacia atrás.—Sí, bueno, yo quería pedirte perdón por lo que pasó —inició Clarisse—. Siendo sincera creo que me asusté ante toda la información que me revelaste de tu pasado. Y sé que suena mal, tal vez te di la impresión equivocada por cómo reaccioné, pero necesitaba algo de tiempo para procesarlo todo correctamente. También me quiero disculpar porque le conté un poco a los demás, pues es que en verdad necesitaba ayuda para aclarar mi mente y normalmente es contigo que lo logro, pero…, no fue así en este cas