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El día lunes llega, y cuando la pareja tomada de la mano entra a la oficina de Jane, esta no se tarda en explotar.—Les pedí una sola cosa. ¡Una! Y no pudieron hacerla. Solo tenían que asistir a la maaldita fiesta y no conforme con que me dejaron plantada, ninguno se tomó la molestia de decírmelo. ¿Debo felicitarlos por eso o confabular con el idiota de West Kelson para descalificarlos? ¡Díganme!Ninguno había visto a la CEO tan molesta. La mirada que les da, hace que ambos se sientan realmente arrepentidos por no haberle avisado; pero Leslie pensó que Dorian se lo diría, y Dorian no creyó que fuese necesario.—Lo sentimos —suspira Leslie, bajando la mirada. Sabe lo importante que es encontrar la forma de atrapar o llevarle la delantera a Víctor e Isabella. Aunque en el fondo, a Leslie le gustaría poder hablar a solas con ella, quiere que Dorian lo haga también. Al menos debe intentar disculparse con ella.—Fue mi culpa. Debí avisarte al menos que faltaría al trabajo —dice Dorian.Jan
Algo dentro de Dorian le hace sentir empatía por la rizada. No sabe si es porque hay una probabilidad de que ese bebé que espera sea suyo o si es por la forma en que la trató después de que Leslie se fue. Cuando el doctor le explica los riesgos y los cuidados que deben tener para que el bebé sobreviva, él siente arrepentimiento. Sí, ella es una mala persona, lo sabe. Pero ahora que la tiene aquí al frente llorando, con su posible hijo en su vientre en riesgo de no nacer, decide hacerle caso a los consejos de Leslie. Leslie… Es increíble. No sabe cómo es que puede ser tan idiota y bruto. Ve atrás, sus acciones, y no puede explicarse cómo es que ha estado teniendo días tan perfectos con ella. En su apartamento, con James hablando y balbuceando a cada hora, con la maravillosa sensación de calidez que lo envuelve estando cerca de ellos más seguido. Solo le han bastado unos días para darse cuenta del por qué Kris se enamoró de ella aún y con James. Demonios. Desearía que fuera Leslie la
—¿De dónde sacaste esta ensalada? No vi que trajeras pepino —dice Mila, comiendo con ganas.Ella se encuentra medio desnuda sobre la cama, intentando provocar a Dorian. Cada día que pasa siente más ganas de estar con él y comienza a desesperarse.Dorian quien sale de su habitación para meter la ropa de esta en la lavadora, responde.—Leslie. Del almuerzo de hoy. Te la envió sin cebolla porque dice que puede producirte acidez.La rizada deja de masticar, y su cuerpo se eriza. Ella no quiere comer nada de esa mujer. No le dan ganas de vomitar, porque realmente está buena la jodida ensalada, pero finge una arcada para correr al inodoro y producirse el vómito con el dedo.Dorian corre detrás de ella al escucharla vomitar. Y ve con indiferencia cómo su cabello negro rizado se esté llenando de vómito. No siente la necesidad de ser demasiado amable con ella.Entonces la mujer termina de vomitar y finge estar muy débil al levantarse del suelo, apoyándose del brazo de Dorian. Él quiere apartar
Después de las grabaciones del día, se encuentran en el apartamento con Kris, el cual no puede creer que Dorian está aplaudiendo mientras Leslie y James le cantan cumpleaños. Dorian se siente disociado de la realidad porque realmente quiere controlar sus sentimientos. Debe admitirlo, ver a Leslie con esa sonrisa, habiendo hecho ese pastel para Kris, le causa más tristeza que rabia. Sin embargo, y es algo que ha estado en su cabeza todo el día, es que si hacen bien las cosas, ella podrá hacer los jodidos pasteles de sus próximos cincuenta cumpleaños, si es que acaso no muere antes por cáncer de próstata. Ríe por ese último pensamiento y toma a Leslie por la cintura para acercarla y besar su sien. —Quiero un pedazo de pastel más grande que el de él… —murmura. —Idiota —dice Kris en tono amenazador—. Es mi jodido pastel, no el tuyo. Ohh, qué tramposo eres. Leslie ríe cuando ve a los hombres mirarse, esta vez, sin rabia de por medio. Entonces suspira, y le guiña el ojo a su hombre para
—¿Seguro que estará bien? —se preocupa Leslie. Dorian llegó esta noche notificándole que ha contratado una enfermera para que cuide de Mila estos tres días antes del invierno. Él quiere hacer un viaje fuera de la ciudad y aunque no le ha dicho a dónde, ella está emocionada. Será su primer viaje, juntos. —Lo estará. Y nosotros también. Ya hablé con Jane así que no tienes que preocuparte... —dice, besando su frente con ternura. —Uhmm, mi héroe —masculla, perdida en su mirada. Al día siguiente los tres parten a tempranas horas en tren hacia otra ciudad. Dorian se encuentra ansioso. Él le prometió a su madre que cuando tomara la decisión de decir ese “Te amo” a la mujer que amaba, la llevaría a su casa. Ellos no tienen que saber que ella trabaja en la industria, además no tiene planeado sacarla de casa. Solo pasaran estos días compartiendo en el jardín trasero, haciendo parrilla con su padre mientras ella hornea con su madre. Joder, sabe que le va a encantar, ambas tienen un corazón ta
Kris ve a la mujer siendo arrastrada hasta la motocicleta, y suspira. No. Él sabe que el karma existe. Y justo ahora puede estar a punto de ser la luz de la verdad, haciéndole daño a Mila por todo su mal.—¡Pero suéltame y dímelo! —grita la mujer, alterada—. ¿Acaso no sientes nada por mí? ¡Todos estos años! ¿Y solo me estuviste utilizando para olvidarla? ¡Me tratabas como una jodida basura, y ahora que tengo a tu hijo en mi vientre me sigues tratando igual! ¡Eres un hombre detestable!Kris se cohíbe de intervenir cuando Dorian intenta tomar a la mujer por los hombros para detener que lo golpee. Ella grita maldiciéndolo y Dorian se controla intentando caminar a la calle con ella para tomar un taxi. Entonces el ojiverde ve la oportunidad—Yo los llevo —dice.Dorian no dice nada cuando Kris estaciona su camioneta. La rizada sigue gritando y pataleando, ardida porque sintió que lo había perdido para siempre y que ella jamás podría tener una familia feliz ni un amor. Entonces el pelinegro
Casa productora Midnight Rider. Sala 3.Entre los murmullos de jóvenes inexpertos, un hombre de treinta años con cuerpo atlético, mirada oscura al igual que su cabello, vestido con pantalones y camisa de vestir, camina con seguridad en la habitación; rodea la cama sin dejar de ver a la pelirroja desnuda "dormida" entre las sábanas, y exhala, mientras se arremanga lentamente la camisa hasta los codos.Sus ojos expresan deseo absoluto, en el momento en que arrebata violentamente la tela que cubre el cuerpo desnudo de la joven.—¡Ah! —exclama la mujer mostrándose sorprendida mientras intenta cubrir su cuerpo con almohadas—. ¿Pro-fesor... Steiner? —tartamudea.El hombre quita lentamente su correa, dejándola colgar en su mano izquierda, luego se quita los lentes levantando al mismo tiempo su pequeño flequillo, y mira con severidad a la joven.—Te dije qué era lo que iba a pasar la próxima vez que me levantaras la voz en clase, Kristen. Ahora arrodíllate y prepárate para mi castigo.La muje
Una joven mujer, rubia natural, de aspecto agotado, inclina su cuerpo para vomitar en un contenedor de basura.Cuando recupera la compostura, siente su estómago revolverse mientras su cuerpo comienza a tener un ligero temblor.—Vas a estar bien, Leslie —se convence a sí misma, respirando hondo.Acomoda la cartera en su hombro, y saca una hoja de vida para dejarla debajo de la puerta de un local cercano, con la esperanza de que alguien le dé la oportunidad de trabajar.Hace una semana, era camarera en una cantina, pero tuvo que abandonar ese empleo cuando un hombre mayor la acosó y su jefe intentó convencerla de acostarse con el cliente.—¡No soy una prostituta! —exclamó hacia su jefe, teniendo como respuesta que este le diera una bofetada y la echara.Desde ese día ha estado dejando su hoja de vida en todos los comercios de la ciudad, ofreciéndose como obrera para cualquier puesto. Pero nadie la ha llamado, y ya no le queda ni un solo centavo en su monedero ni cuenta bancaria.Es su f