¿Cómo están? Ahora que han llegado este punto, ¿tienen algún comentario u opinión sobre la novela en general? ¡Los leo! ¡Gracias por el apoyo!
Dorian toca la puerta del apartamento de Leslie, con los nervios a flor de piel. Entonces ella, quien no había podido estar tranquila, lo primero que hace es abrazarlo. No puede estar molesta con él demasiado tiempo, lo ama.El pelinegro recibe su cuerpo como si una cálida manta lo envolviera después del invierno más frío. Su corazón se oprime por el calor.—Lo siento —masculla, con ese nudo en la garganta—. Hablé sin pensar yo…—Tranquilo… No fue para tanto es solo que… —Se separa y se inclina para darle un beso corto que los deja acelerados—. Tengo miedo de que no pueda recuperarte del todo.Dorian se siente como un niño pequeño cuando ella vuelve a inclinarse y besa su mejilla. Después de cerrar la puerta, lo lleva hasta la sala y le pide que se siente en el sofá.Tras su salida con París, pasó tiempo con James e hicieron galletas; así que busca las que hicieron especialmente para él, y se lo entrega con un batido que también le hizo.El hombre toma todo y su sonrisa se extiende. E
Narra Leslie.—¿Vas a decirme qué es lo que sucede?Nos encontramos en el estacionamiento del conjunto de apartamentos. Entonces, trago hondo, echando un vistazo para asegurarme que nadie pueda escuchar lo que sé que se aproximará.—¿Recuerdas al Doctor de James? —pregunto de una vez.Me tenso cuando Dorian da un paso cerca de mí y su mirada cambia.—¿Qué hay con ese?Bajo la mirada. Quisiera no sentir que vamos a discutir, pero sé que lo haremos. Le hice una promesa de no ocultarle nada, pero algo como esto no tendría que estarlo diciendo con este miedo que abarca mi pecho.—El día que fue a mi casa… Mencionó recomendarme con sus amigos por si necesitaban un chef alguna vez y… —Me quedo sin aire un segundo al sentir mi frente cerca de su pecho—. M-Me… Me contactó para que fuera la chef principal para la cena de acción de gracias de la clínica y…—No.Su tono de voz, me eriza. Cierro los ojos, y coloco mis manos en su pecho para verlo a la cara.—Me comprometí a…—No irás… No vas a ve
Dorian arrastra a Leslie hasta tomar asiento en la silla, teniendo al niño en sus brazos. Todos se sirven la comida, y la rubia intenta respirar con calma. Claro que ella quiere que Dorian sea el padre de James, pero la forma en que ha declarado aquello ha sido incorrecta. Mientras tanto, el actor se encarga de darle comida al pequeño, enfocándose en el niño para no decir algo que pueda dejar mal a la rubia. Sí, lo ha hecho con la intención de dejar claro que son una familia, aunque aún no establecida. Solo necesitan saber que ella es su mujer, y por lo tanto, James es como su hijo. Lo va a gritar cada vez que sea necesario porque el mundo no puede poner sus esperanzas en ella. El doctor Cobak, aunque confundido con la presencia del hombre que no conoce, ya que no es el mismo hombre que conocía antes, es sabio al mantener su espacio. A lenguas se nota que el hombre podría romperle la dentadura completa con solo un puño a la boca. Y se hace una nota mental para preguntarle sobre ella
Es viernes por la mañana cuando Leslie se encuentra dando un paseo con James por la playa. Dejó una nota en la puerta para Dorian notificándole en dónde está, en caso de que quisiera ir a verla.Ella no pudo dormir en toda la noche, no ha dejado de sentirse nerviosa. El hombre que vio anoche sobre ella incapaz de tomar un segundo para pensar con claridad no quiere seguir viéndolo. Y le duele. Le duele saber que quizá tendrá que esperar demasiado tiempo para que él deje a ese Dorian atrás.El pequeño James está jugando en la arena, con el cálido sol pegando en su pequeño cuerpo, mientras ella está a su lado en una silla de playa, con un traje de baño de una pieza, queriendo que el sol y el olor del agua salada la relaje hasta hacerla olvidar ese terrible pánico que sintió anoche, cuando pensó que Dorian la forzaría a tener relaciones.Una lágrima se resbala por su mejilla, y entonces una sombra tapa su pedacito de sol.—Apuesto 100 dólares a que conozco el nombre del imbécil por el que
—Por favor abra la puerta. La señorita Harrison es novia de este inquilino y necesita saber si está bien. El señor Cobak mantiene las llaves en mano. Leslie dejó al niño con la mamá de Valen y fue en busca de apoyo. Algo le dice que Dorian no está allí dentro. Él no es de dormir a estas horas, pero si lo está debe ser porque ella le dio algo. Viniendo de ella, puede esperar cualquier cosa, incluso que se haya logrado meter en su apartamento. Por todos los cielos, sabe que es una perfecta mentirosa. Dudó antes cuando vio las fotos de ella con Dorian, y aunque aún no han hablado de la relación que estos tenían, Leslie lo sabe. Esa mujer debe estar mintiendo. ¿Cómo? Para empezar, sabe que Dorian está impregnado de ella. Todavía no ha dicho que la ama, pero sus constantes ganas de marcarla como su propiedad son una respuesta de eso. Él está perdido en ella y no tiene dudas. Sin embargo, una parte de ella piensa en algo que le eriza la piel. Él sí ha querido calmar su dolor con sexo a di
El día lunes llega, y cuando la pareja tomada de la mano entra a la oficina de Jane, esta no se tarda en explotar.—Les pedí una sola cosa. ¡Una! Y no pudieron hacerla. Solo tenían que asistir a la maaldita fiesta y no conforme con que me dejaron plantada, ninguno se tomó la molestia de decírmelo. ¿Debo felicitarlos por eso o confabular con el idiota de West Kelson para descalificarlos? ¡Díganme!Ninguno había visto a la CEO tan molesta. La mirada que les da, hace que ambos se sientan realmente arrepentidos por no haberle avisado; pero Leslie pensó que Dorian se lo diría, y Dorian no creyó que fuese necesario.—Lo sentimos —suspira Leslie, bajando la mirada. Sabe lo importante que es encontrar la forma de atrapar o llevarle la delantera a Víctor e Isabella. Aunque en el fondo, a Leslie le gustaría poder hablar a solas con ella, quiere que Dorian lo haga también. Al menos debe intentar disculparse con ella.—Fue mi culpa. Debí avisarte al menos que faltaría al trabajo —dice Dorian.Jan
Algo dentro de Dorian le hace sentir empatía por la rizada. No sabe si es porque hay una probabilidad de que ese bebé que espera sea suyo o si es por la forma en que la trató después de que Leslie se fue. Cuando el doctor le explica los riesgos y los cuidados que deben tener para que el bebé sobreviva, él siente arrepentimiento. Sí, ella es una mala persona, lo sabe. Pero ahora que la tiene aquí al frente llorando, con su posible hijo en su vientre en riesgo de no nacer, decide hacerle caso a los consejos de Leslie. Leslie… Es increíble. No sabe cómo es que puede ser tan idiota y bruto. Ve atrás, sus acciones, y no puede explicarse cómo es que ha estado teniendo días tan perfectos con ella. En su apartamento, con James hablando y balbuceando a cada hora, con la maravillosa sensación de calidez que lo envuelve estando cerca de ellos más seguido. Solo le han bastado unos días para darse cuenta del por qué Kris se enamoró de ella aún y con James. Demonios. Desearía que fuera Leslie la
—¿De dónde sacaste esta ensalada? No vi que trajeras pepino —dice Mila, comiendo con ganas.Ella se encuentra medio desnuda sobre la cama, intentando provocar a Dorian. Cada día que pasa siente más ganas de estar con él y comienza a desesperarse.Dorian quien sale de su habitación para meter la ropa de esta en la lavadora, responde.—Leslie. Del almuerzo de hoy. Te la envió sin cebolla porque dice que puede producirte acidez.La rizada deja de masticar, y su cuerpo se eriza. Ella no quiere comer nada de esa mujer. No le dan ganas de vomitar, porque realmente está buena la jodida ensalada, pero finge una arcada para correr al inodoro y producirse el vómito con el dedo.Dorian corre detrás de ella al escucharla vomitar. Y ve con indiferencia cómo su cabello negro rizado se esté llenando de vómito. No siente la necesidad de ser demasiado amable con ella.Entonces la mujer termina de vomitar y finge estar muy débil al levantarse del suelo, apoyándose del brazo de Dorian. Él quiere apartar