Reglas del concurso. Exclusividad de contenido: Las parejas no pueden publicar su contenido en otras plataformas durante la duraciĂłn del concurso. Contenido autĂ©ntico: No se permite el uso de dobles de cuerpo ni ediciones. La grabaciĂłn debe ser continua. Respeto al cronograma: Subir contenido fuera del horario asignado podrĂa ser motivo de penalizaciĂłn. Ética profesional: Cualquier intento de sabotaje o comportamiento inapropiado detrás de cámaras es motivo de descalificaciĂłn. —¿CĂłmo es que pudieron sabotear a las parejas? —cuestiona Leslie, sin poder conseguirle lĂłgica—. Al menos con la pareja rusa, no tiene sentido… Entonces Dorian exhala, interrumpiĂ©ndola con una mirada. —Bueno, tiene dinero el maaldito. Te pagĂł a ti muy bien para traicionarme y hundirme, Âżno? Puede pagarle a quien sea para hacer su trabajo su… Cuando Leslie se levanta de la cama con la sabana envuelta, y un nudo en la garganta, Dorian abre los ojos, grande, dándose cuenta. —Miierda —masculla, yendo tras el
Dorian toca la puerta del apartamento de Leslie, con los nervios a flor de piel. Entonces ella, quien no habĂa podido estar tranquila, lo primero que hace es abrazarlo. No puede estar molesta con Ă©l demasiado tiempo, lo ama.El pelinegro recibe su cuerpo como si una cálida manta lo envolviera despuĂ©s del invierno más frĂo. Su corazĂłn se oprime por el calor.—Lo siento —masculla, con ese nudo en la garganta—. HablĂ© sin pensar yo…—Tranquilo… No fue para tanto es solo que… —Se separa y se inclina para darle un beso corto que los deja acelerados—. Tengo miedo de que no pueda recuperarte del todo.Dorian se siente como un niño pequeño cuando ella vuelve a inclinarse y besa su mejilla. DespuĂ©s de cerrar la puerta, lo lleva hasta la sala y le pide que se siente en el sofá.Tras su salida con ParĂs, pasĂł tiempo con James e hicieron galletas; asĂ que busca las que hicieron especialmente para Ă©l, y se lo entrega con un batido que tambiĂ©n le hizo.El hombre toma todo y su sonrisa se extiende. E
Narra Leslie.—¿Vas a decirme quĂ© es lo que sucede?Nos encontramos en el estacionamiento del conjunto de apartamentos. Entonces, trago hondo, echando un vistazo para asegurarme que nadie pueda escuchar lo que sĂ© que se aproximará.—¿Recuerdas al Doctor de James? —pregunto de una vez.Me tenso cuando Dorian da un paso cerca de mĂ y su mirada cambia.—¿QuĂ© hay con ese?Bajo la mirada. Quisiera no sentir que vamos a discutir, pero sĂ© que lo haremos. Le hice una promesa de no ocultarle nada, pero algo como esto no tendrĂa que estarlo diciendo con este miedo que abarca mi pecho.—El dĂa que fue a mi casa… MencionĂł recomendarme con sus amigos por si necesitaban un chef alguna vez y… —Me quedo sin aire un segundo al sentir mi frente cerca de su pecho—. M-Me… Me contactĂł para que fuera la chef principal para la cena de acciĂłn de gracias de la clĂnica y…—No.Su tono de voz, me eriza. Cierro los ojos, y coloco mis manos en su pecho para verlo a la cara.—Me comprometĂ a…—No irás… No vas a ve
Dorian arrastra a Leslie hasta tomar asiento en la silla, teniendo al niño en sus brazos. Todos se sirven la comida, y la rubia intenta respirar con calma. Claro que ella quiere que Dorian sea el padre de James, pero la forma en que ha declarado aquello ha sido incorrecta. Mientras tanto, el actor se encarga de darle comida al pequeño, enfocándose en el niño para no decir algo que pueda dejar mal a la rubia. SĂ, lo ha hecho con la intenciĂłn de dejar claro que son una familia, aunque aĂşn no establecida. Solo necesitan saber que ella es su mujer, y por lo tanto, James es como su hijo. Lo va a gritar cada vez que sea necesario porque el mundo no puede poner sus esperanzas en ella. El doctor Cobak, aunque confundido con la presencia del hombre que no conoce, ya que no es el mismo hombre que conocĂa antes, es sabio al mantener su espacio. A lenguas se nota que el hombre podrĂa romperle la dentadura completa con solo un puño a la boca. Y se hace una nota mental para preguntarle sobre ella
Es viernes por la mañana cuando Leslie se encuentra dando un paseo con James por la playa. DejĂł una nota en la puerta para Dorian notificándole en dĂłnde está, en caso de que quisiera ir a verla.Ella no pudo dormir en toda la noche, no ha dejado de sentirse nerviosa. El hombre que vio anoche sobre ella incapaz de tomar un segundo para pensar con claridad no quiere seguir viĂ©ndolo. Y le duele. Le duele saber que quizá tendrá que esperar demasiado tiempo para que Ă©l deje a ese Dorian atrás.El pequeño James está jugando en la arena, con el cálido sol pegando en su pequeño cuerpo, mientras ella está a su lado en una silla de playa, con un traje de baño de una pieza, queriendo que el sol y el olor del agua salada la relaje hasta hacerla olvidar ese terrible pánico que sintiĂł anoche, cuando pensĂł que Dorian la forzarĂa a tener relaciones.Una lágrima se resbala por su mejilla, y entonces una sombra tapa su pedacito de sol.—Apuesto 100 dĂłlares a que conozco el nombre del imbĂ©cil por el que
—Por favor abra la puerta. La señorita Harrison es novia de este inquilino y necesita saber si está bien. El señor Cobak mantiene las llaves en mano. Leslie dejĂł al niño con la mamá de Valen y fue en busca de apoyo. Algo le dice que Dorian no está allĂ dentro. Él no es de dormir a estas horas, pero si lo está debe ser porque ella le dio algo. Viniendo de ella, puede esperar cualquier cosa, incluso que se haya logrado meter en su apartamento. Por todos los cielos, sabe que es una perfecta mentirosa. DudĂł antes cuando vio las fotos de ella con Dorian, y aunque aĂşn no han hablado de la relaciĂłn que estos tenĂan, Leslie lo sabe. Esa mujer debe estar mintiendo. ÂżCĂłmo? Para empezar, sabe que Dorian está impregnado de ella. TodavĂa no ha dicho que la ama, pero sus constantes ganas de marcarla como su propiedad son una respuesta de eso. Él está perdido en ella y no tiene dudas. Sin embargo, una parte de ella piensa en algo que le eriza la piel. Él sĂ ha querido calmar su dolor con sexo a di
El dĂa lunes llega, y cuando la pareja tomada de la mano entra a la oficina de Jane, esta no se tarda en explotar.—Les pedĂ una sola cosa. ¡Una! Y no pudieron hacerla. Solo tenĂan que asistir a la maaldita fiesta y no conforme con que me dejaron plantada, ninguno se tomĂł la molestia de decĂrmelo. ÂżDebo felicitarlos por eso o confabular con el idiota de West Kelson para descalificarlos? ¡DĂganme!Ninguno habĂa visto a la CEO tan molesta. La mirada que les da, hace que ambos se sientan realmente arrepentidos por no haberle avisado; pero Leslie pensĂł que Dorian se lo dirĂa, y Dorian no creyĂł que fuese necesario.—Lo sentimos —suspira Leslie, bajando la mirada. Sabe lo importante que es encontrar la forma de atrapar o llevarle la delantera a VĂctor e Isabella. Aunque en el fondo, a Leslie le gustarĂa poder hablar a solas con ella, quiere que Dorian lo haga tambiĂ©n. Al menos debe intentar disculparse con ella.—Fue mi culpa. DebĂ avisarte al menos que faltarĂa al trabajo —dice Dorian.Jan
Algo dentro de Dorian le hace sentir empatĂa por la rizada. No sabe si es porque hay una probabilidad de que ese bebĂ© que espera sea suyo o si es por la forma en que la tratĂł despuĂ©s de que Leslie se fue. Cuando el doctor le explica los riesgos y los cuidados que deben tener para que el bebĂ© sobreviva, Ă©l siente arrepentimiento. SĂ, ella es una mala persona, lo sabe. Pero ahora que la tiene aquĂ al frente llorando, con su posible hijo en su vientre en riesgo de no nacer, decide hacerle caso a los consejos de Leslie. Leslie… Es increĂble. No sabe cĂłmo es que puede ser tan idiota y bruto. Ve atrás, sus acciones, y no puede explicarse cĂłmo es que ha estado teniendo dĂas tan perfectos con ella. En su apartamento, con James hablando y balbuceando a cada hora, con la maravillosa sensaciĂłn de calidez que lo envuelve estando cerca de ellos más seguido. Solo le han bastado unos dĂas para darse cuenta del por quĂ© Kris se enamorĂł de ella aĂşn y con James. Demonios. DesearĂa que fuera Leslie la