Opeclia era hermosa. Una reina joven y venerada por todos. Quedo embaraza casi al mismo tiempo que su hermana.-Prima -murmuro la pequeña Camelia mientras le había tocado la barriga a la reinaEsta sonrió -sí, cuando este bebe nazca tendrás una prima. -le dijo -es una niña- entonces miro otra vez a su hermana -¿Cómo estas tu?-Fell está bien -se tocó la barriga-¡Hermano! ¡Hermano!- y corrió hacia la otra barrigaEsta otra sonrió -si mi amor, tendrás un hermanito y todos los cuidaremos mucho. -y su madre abrazo a la pequeñaOpeclia estaba emocionada de ser madre. Su esposo estaba feliz y el reino pronto tendría a su heredera-Nuestra familia no hace más que crecer- sonrió -estoy muy feliz-Yo también hermana. Yo también***Aquel día en la tarde la reina empaco todo para ir a ver a su amiga. Era toda una fortuna que ambas concibieran también al mismo tiempo. Era curioso como el embarazo parecía algo contagioso. Una se embarazaba y luego veías a otra que también lo estaba.Cuando llego
La princesa de Amcher. Si claro. La princesa de nada.¿Por qué había abierto la boca?Era la princesa más desafortunada de la historia. La más estúpida. Su reino había caído en desgracia. Los guardias y hombres del reino enemigo habían tomado el castillo y encarcelado a toda la familia real. El rey Karim en persona tan cruel como siempre, con su mirada impregnada en fuego había hecho acto de presencia desenvainando su espada y mostrando su grandeza. Y como todos le tenían temor.Ella no temía. Después de todo, no era más que una bastarda. Si el rey tomaría una prisionera tenía que ser su hermana. La magnifica y más hermosa chica del reino; Adella. Con sus cabellos tan deslumbrantes como el oro, como un tesoro de un rey. Pero no. No. Ella tuvo que abrir la boca.-La sombra es grandeEntonces él se había detenido en seco. Ni siquiera podría decir como fue que la escucho cuando había murmurado tan bajoSin saber exactamente como paso tan rápido, lo único que supo fue que tenía la punta d
Bruja“Eres una bruja”Esas habían sido las palabras del rey¿Cómo que una bruja? ¿se había vuelto loco?Arista tenia los ojos como plato mirándolo incrédula. ¿Quién se creía tales historias? ¿acaso este rey tenia la mente de un infante?-¿Perdone?Vestido en su túnica larga y elegante la miraba desde lo alto de su trono con ella arrojada por sus pies.-Te he escogido a ti para que rompas mi maldiciónVaya… entonces no eran solo historias¿Romper? ¿romper qué?Ella no era una bruja. Y no tenia poderes sobrenaturales e increíbles que decían las historias. Ni siquiera estaba segura de que la existencia de las brujas fuera mas que solo un mitoNo sabía cómo decirle tal verdad, o el hecho de que estaba en un error y estaba malinterpretando todo-Pero su majestad yo no…-¿Vas a negarlo? Solo una bruja es capaz de ver la sombra que arrastro. Nadie puede verla salvo de mi asistente. Pero tú, - la señalo con su gran báculo – tu pudiste. Ahora esa será tu tarea. Averiguar como romper este hechi
Hace muchos años atrás, su padre, el gran rey de Amcher había regresado de un viaje con unos metales precioso. Había viajado y había ido muy lejos del reino. Su padre era un aventurero, esa fue una de las razones por la cual su nueva “madre” y su padre peleaban constantemente. Sus hermanas solo se interesaron por las joyas y vestidos que el pudo traer. Nadie le prestó atención a su extraño descubrimiento, a excepción de ella claro. Un anciano le había mostrado su secreto y al verlos interactuar con un preciso metal se dio cuenta de lo que hacían. “Se mueve solo, parece magia papa” le había dicho “Uno atrae y el otro repele” entonces se lo enseño “pero solo funciona con un material en específico” Y sus recuerdos casi parecen ya un sueño lejano. Ella abrió los ojos de vuelta a su presente. Con su solucion viajando a su mente "Necesitaba un vaso en específico." Su mano viajo instintivamente hacia el collar que colgaba en su cuello. Lo llevaba a todas partes. Con este material moverí
Dormir con el rey.Compartir la misma cama con aquel monarca despiadado que decían los relatos. ¿Cómo era eso posible?Y cada segundo que pasaba se preguntaba porque había abierto la boca. Solo tenia que quedarse callada. Con mucha suerte al resto de la monarquía les retirarían su titulo y luego los dejarían en libertad. Ella podía haber sido una de ellas. Una chica mas del pueblo. Después de todo, en su casa, cuando su padre murió ella se había convertido en eso. En nada mas y nada menos que una sirvienta.Ya había planificado el resto de su vida, pero ni en sus mas remotas posibilidades se imagino este giro del destino.-Buenas noches, mi rey -le pareció prudente presentarse al estar frente a la puerta. Aun no podía imaginar que el estuviera de acuerdo con esto. Y la ponía nerviosa lo que pudiera suceder dentro de esta alcoba ya estando a solas.Sin embargo, cuando alzo la vista y lo miro, noto el cuerpo del rey al desnudo. Bueno, al menos su torso. Pues no cargaba puesta su usual t
-Las salas solo se usan en la mañana, y las cocinas se cierran a las diez de la noche, claro que se puede hacer una excepción por nuestros reyes. - dijo -Los cortinas se cierran a las seis... y... Mi reina, ¿me está escuchando? Arista parpadeo y volteo a ver de nuevo al asistente Elian -Si. Disculpa, no sabia que el recorrido demoraría tanto -Bueno, el castillo es enorme- murmuro echándole un vistazo Ella miro a su alrededor tambien -¿el rey nunca está cerca? Eso pareció llamar su atención -¿ya lo extraña tan rápido? La joven se sonrojo violentamente -que tonterías dices. No se trata de eso.- se mordió el labio inferior -más bien… -trato de recordar las cosas de la noche pasada - ¿Alguna vez la escuchaste hablar? -¿A quién?- pregunto distraído mientras echaba un vistazo a unos papeles que sostenía -A las cosas de la oscuridad. Los entes malvados. El rio por lo bajo.- escucharlas… ¿Cómo que escucharlas? -Si, ya sabes, como tener una conversación coherente con estas. El la ob
Un castillo igual de grande y elegante los esperabaArista cargaba uno de sus antiguos vestidos rojos. A pesar del rey haberle dado mas de uno nuevo, ella no se atrevía ni a tocarlos. Apenas y podía mirarlos. Ponérselos seria interpretar y darle veracidad a una mentira. Ya de por si estaba hasta el cuello de ellas, no necesitaba más.-Podrías haber usado aunque sea la joyería. Quizás en el futuro te daré la orden de solo usarlos-¿Insinúa que no estoy a la altura?-lo miro con orgullo heridoEl rey se mantuvo inmutable. A veces era fácil olvidar lo joven que era. Pues la seriedad que siempre cargaba el muchacho en sus ojos le quitaba cierto aire de juventud. Pero lo era. Su rostro era el de un joven de apenas unos veintiséis años.-Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que te vi en el pueblo... -murmuro por lo bajo ella refiriendose y recordando a Azariel. O como en ese tiempo lo conocia.El rey la miro esta vez. -Pues permíteme contestarte entonces, no es eso. Creo que estas a la
Vestía de negro con un gran abrigo encima. Todo en el le avisaba del peligro. Y su juventud solo era otra prueba de su viveza, y su belleza de una cruel mortalidad.-Usted, es un poco descortés ¿así suele hablar con las personas que no conoce?-Solo con las que han llamado mi atención. – y su mirada era indescifrable. -¿robar el tesoro de otro rey se considera un delito?- rio-Pues en realidad lo es -recordó -traicionar a un monarca así en contra de sus deseos puede poner a una nación contra otra.« Y no es la primera vez que se peleaban guerras a casusa de una mujer » pensó-Si. Muy sabio pensar, -soltó sin sorpresa -pero yo no soy cualquier monarca masEntonces lo examino con más atención y por el como todos lo miraban en la sala y los lacayos que tenía detrás lamiéndole las botas podía darse cuenta de que tenia razón. ¿Quién era este sujeto?-Te darás cuenta después – le soltó como si hubiera podido leer su pensamiento -porque si me quedas mirando más, quizás tu rey se ponga celoso