Valentina Petrova Pude ver cómo Samuel se levantaba soltaba mi mano y se acercaba Valentín para poder sacarlo de la habitación. Aquello me daba más tranquilidad saber que Valentín no podía escuchar mis gritos.Sentía que habían pasado horas desde que había comenzado a tener las contracciones la partera me revisaba cada cierto tiempo pero aún seguía diciendo que todavía los bebés no podían salir porque no había dilatado lo suficiente. Las contracciones se hacían mucho más seguidas y me dolían muchísimo más.— Estás lista Valentina?— preguntó la partera ya acomodada entre mis piernas. — SiSamuel entró a la habitación y tomó mi mano la apreté fuerte estaba muy asustada, no sabía si este iba a ser mi último momento, no sabía si iba a tener la misma suerte que había tenido Sarah.Respire profundo.— cuando te diga puja hazlo— Asentí — Ahora Valentina, puja — obedecí mientras apretaba fuertemente la mano de Samuel gritando tratando de drenar un poco el dolor que sentía— De nuevo— lo hi
Valentina Petrova — ¿Ya sabes qué nombre les vas a colocar?— Preguntó Samuel después de que pasaramos un rato en silencio admirando a los bebés. — Si, estuve pensando y a ella quiero ponerle Mía Isabella Petrova — El sonrió — Es un nombre muy hermoso— me alago— Y el? ¿Tienes ya un nombre para el?— Asentí.— Maximiliano Andrés Petrova — Suena imponente, me gusta— Le sonreí.— Mía y Maximiliano — Asentí, lo había estado pensando todos estos días y me parecia unos nombres muy hermoso— Se parecen mucho a ti los dos, y se ve que son tan tranquilos, cuando estabas dormida ellos estaban llorando mucho y cuando vine acostarlos aqui contigo los tres se quedaron tranquilos, creo que se sienten tranquilos estando contigo los tres— Sonreí.— ¿Te molesta que salga hoy?— preguntó — Se que acabas de dar a luz pero tengo una reunión — Negué.— Ve, yo puedo con los tres— Le dije aunque realmente no estaba tan segura de eso.Eran tres bebés recién nacidos y yo estaba algo adolorida.— ¿Estás segura?—
Nicolás Harrison Cinco meses y medio antes Furioso comencé a caminar tratando de drenar la furia que tenía en mí antes de poder llegar siquiera a la carretera y quizás alguien pudiera darme un aventón. — te tardaste mucho— me sorprendió ver a mi abuelo ahí junto a un árbol, pensé que habíamos quedado en vernos en la manada. No quería hablar, quería solo pensar en cómo me había dejado engañar por Valentina quiero la segunda vez que esto sucedía, quizás mi problema era que había bajado demasiado la guardia.— Estás molesto por lo que escuchaste?— aquello me hizo detener mi central toda mi atención en él — ¿De qué hablas?— Le pregunté.Él tenía una sonrisa en el rostro. — realmente pensé que no lo iba a lograr y luego me di cuenta que he mejorado muchísimo con la magia y logré que escucharas lo que quería que escucharas— aquello me había dejado como piedra.— Entonces ella no dijo eso realmente?— le pregunté solamente para confirmar, mi abuelo aún con la sonrisa en el rostro negó un
Valentina Petrova Casi no había podido dormir los niños habían estado muy despiertos y cuando uno se dormía el otro estaba despierto.No sabía lo difícil que era tener 3 bebés.Escuché como tocaban la puerta me acerqué abrirla mientras le sacaba los gases a Mia, era la más inquieta de los tres.— Buenos días — Me saludó Samuel mientras se adentraba a mi habitación.— Buenos días — Me acerqué y besé su mejilla.— Te ves agotada — Lo estaba, necesitaba dormir. — No has podido dormir?— Preguntó negué.— Los niños han estado como inquietos, muy inquietos y han estado durmiendo por ratos — Le dije mientras dejaba a una dormida Mía en la cuna.— Si quieres ve y descansa a mi habitación, te prometo que yo me voy a quedar pendiente de ellos.No estaba tan segura de eso.— No quiero separarme de ellos— Le dije Él tomó mi mano hizo que ambos nos sentáramos en la cama fruncía el señor confundida. — Necesito que estés descansada porque quiero que me acompañes a una reunión que tendré hoy en la
Nicolás Harrison Cinco meses y medio después.Caminé hasta el despacho.— Buen día Nicolás — Me saludó Enrique mientras me adentraba a mi despacho, este se encontraba sentado en el sofá con el traje negro, 5 meses habíamos tardado para poder llegar a este momento cada vez me sentía mucho más cerca de Valentina y de mis hijos. Si mis pequeños son lobos seguro están por nacer, y si son híbridos seguro ya nacieron, me pregunto a qué país se fue Valentina y por dónde tengo que empezar a buscarla no había querido mandarla a investigar ni saber nada de ella porque seguramente iba a querer correr directamente hacia ella cuando la viera Jesús hermosa barriguita de embarazada. Me sentía tan emocionado por pensar que pronto la volvería a ver.No había sido nada fácil todo esto aunque tengo que admitir que por algún motivo Samuel parecía bastante dispuesto a que todos nuestros problemas se solucionaran, supongo que para él también era complicado tener de enemigo a los lobos el encargado de da
Valentina Petrova Traté de mantener mi respiración tranquila frente a él aunque sinceramente todo dentro de mí se movía inquietamente quería gritar, golpearlo, abofetearlo, quería huir de este lugar sin embargo sabía que no podía porque me había comprometido con Samuel en venir con él, después de todo lo que él había hecho por mí era lo mínimo que él merecía de mi parte.— creo que no hemos tenido el placer de presentarnos— ni siquiera sabía cómo mi voz salía tan firme. — Soy Roberto, soy el principal en el consejo nosotros nos encargamos de avalar las decisiones o rechazarlas del rey lycan— Claro que sabía quién era, era ese viejo desgraciado que había hecho que todos los alphas nos siguieran para que nos entregaran a Samuel, le regalé una sonrisa falsa — supongo que es un placer conocerlo yo soy Valentina pero claro que usted ya me conoce— Y aunque en su rostro había una sonrisa sus ojos me miraban de una manera bastante perturbadora. — Valentina qué gusto verte— Me solté de Sam
Valentina Petrova — ¿Está todo listo?— escuché a mi madre preguntar con vo fuerte.Decidí no responder y simplemente quedarme entre el personal con la cara hacia abajo, no quería tener problemas hoy."Por favor Dios que no me vea" Rogaba en mi mente una y otra vez, para mi mala fortuna mi madre se acercó a mí y colocó sus manos en mi brazo moviéndome de forma brusca de dónde estaba.— Madre — Susurré con algo de miedo.— ¡¿Acaso nadie oye?!— Preguntó entre gritos muy cerca de mí — ¿Está todo listo?!— Volvió a preguntar mirándome fijamente, mi cuerpo se estremeció pero trata de mantenerme tranquilaSi no lo hacía me iría pero.— Si madre— Susurré sin mirarla— está todo listo como usted lo ordenó Ella me soltó y se alejó un poco de mí.— Súbete y vístete, cambia esa cara — La oí decir subí lo más rápido que pude las escaleras sin correr no quería escuchar más gritos viniendo hacia mí.— Largo ustedes también — Le dijo al personal.Entré al pequeño ático en el que estaban mis pertenenci
Valentina Petrova Abrí los ojos y lo primero que vi fue un techo color blanco me senté y detalle aquel lugar parecía ser una recámara una antigua.¿En dónde estaba?!Me levanté y me acerqué a la ventana, había un enorme bosque, pero también habían casas más pequeñas y personas caminando por el lugar¿Cómo había llegado aquí?parecía ser medio día ¿había dormido toda la noche y parte del día? pero como... y ahi recordé lo último que viví antes de desmayarme.Los lobos peleando.La sangre.Nicolás.Otro hombre El pinchazo en el brazo.Ellos me habían traído hasta aquí!!¿Que eran ellos?Mire mi brazo solo para asegurarme si lo que había visto era real, ahí tenía la herida que me lo confirmaba, mi brazo estaba vendado, no pude evitar quitar la venda había tres enormes marcas.El lobo que me quería hacer daño.Oh Dios ¿A dónde me habían traído?Mire mis manos estaban rasposas y tenían algunas heridas pequeñas.Comencé a caminar de un lado para otro asustada, pensando en las razón por la