Valentina Petrova — ¿Está todo listo?— escuché a mi madre preguntar con vo fuerte.Decidí no responder y simplemente quedarme entre el personal con la cara hacia abajo, no quería tener problemas hoy."Por favor Dios que no me vea" Rogaba en mi mente una y otra vez, para mi mala fortuna mi madre se acercó a mí y colocó sus manos en mi brazo moviéndome de forma brusca de dónde estaba.— Madre — Susurré con algo de miedo.— ¡¿Acaso nadie oye?!— Preguntó entre gritos muy cerca de mí — ¿Está todo listo?!— Volvió a preguntar mirándome fijamente, mi cuerpo se estremeció pero trata de mantenerme tranquilaSi no lo hacía me iría pero.— Si madre— Susurré sin mirarla— está todo listo como usted lo ordenó Ella me soltó y se alejó un poco de mí.— Súbete y vístete, cambia esa cara — La oí decir subí lo más rápido que pude las escaleras sin correr no quería escuchar más gritos viniendo hacia mí.— Largo ustedes también — Le dijo al personal.Entré al pequeño ático en el que estaban mis pertenenci
Valentina Petrova Abrí los ojos y lo primero que vi fue un techo color blanco me senté y detalle aquel lugar parecía ser una recámara una antigua.¿En dónde estaba?!Me levanté y me acerqué a la ventana, había un enorme bosque, pero también habían casas más pequeñas y personas caminando por el lugar¿Cómo había llegado aquí?parecía ser medio día ¿había dormido toda la noche y parte del día? pero como... y ahi recordé lo último que viví antes de desmayarme.Los lobos peleando.La sangre.Nicolás.Otro hombre El pinchazo en el brazo.Ellos me habían traído hasta aquí!!¿Que eran ellos?Mire mi brazo solo para asegurarme si lo que había visto era real, ahí tenía la herida que me lo confirmaba, mi brazo estaba vendado, no pude evitar quitar la venda había tres enormes marcas.El lobo que me quería hacer daño.Oh Dios ¿A dónde me habían traído?Mire mis manos estaban rasposas y tenían algunas heridas pequeñas.Comencé a caminar de un lado para otro asustada, pensando en las razón por la
Valentina Petrova Abrí las ventanasRespiré profundo.No puedo creer que fuera hacer esta locura, me daban miedo las alturas, pero no iba a quedarme aquí, en un pueblo lleno de Lycan y con un hombre que dice que yo soy su destinada y todo eso.Me rehúso.Yo me iré a la cuidad, viviré una vida sumamente feliz sola sin que nadie me diga que hacer.Mire hacia abajo y sentí que vomitaria en cualquier momento, esto estaba muy alto."Vamos Valentina tu puedes" me di ánimo a mi misma.Pasé la ventana pisando así el techo de abajo, el espacio era bastante reducido, si pisaba mal podria caer, caminé con cuidado y por la orilla tratando de tomarme de los muros para evitar caerme, miraba solo hacia el frente, mis manos comenzaban a doler al igual que me brazo herido"Yo puedo, no me voy a caer" Esto había sido una muy mala idea.Me detuve un segundo para ver por dónde bajaría, a unos metros había una enredadera y lo que podría usar como una escalera.Solo eran unos metros más adelante, sentía
Nicolás Harrison ¿Cómo era posible?¿Una humana?!¿Eso es lo que la Diosa Luna había enviando para mí y para mí especie?¿Cómo haría que ellos aceptarán ser dirigidos por ella?!Intentar salir por la ventana ¿A quien se le ocurriría eso?! Es una maldita humana débil, si hubiese caído de ahí hubiese muerto y yo me quedaría solo, nadie mas que ella va a poder llenar ese vacío.Una carcajada me saco de mis pensamientos.Vi a mi beta en mi sofá riendo.Lo miré mal lo que hizo que volviera a ponerse serio y se acomodara un poco incómodo.— ¿Que diablos te parece gracias Enrique?! — grité furioso.— Vamos, es ingeniosa, primero escapa de sus padres para no saber de ti y después intenta escapar de aquí ¡Por la ventana!— no estaba tan seguro de lo primero. Algo me decía que ella tenía planificado eso hace rato, tenía un bolso con ropa y aquella ropa no parecía ser de una niña de sociedad como ella tampoco la cantidad de dinero que tenía metida en ese bolso. Solo quería escapar habían sido
Valentina Petrova.Me había tomado el tiempo de elegir lo que me podría y como me vería, habían traído el almuerzo para mí mientras me arreglaba supongo que Nicolás no quería que bajara.Al inicio pensé en colocarme el vestido más feo pero luego me di cuenta que no tenía porque seguir vistiendo así, yo ya no vivía con ellos, no tenía por qué pensar así, ellos no podían pegarme más ¿O si? No, claro que no.Escuché la puerta abrirse y ahí estaba Nicolás, vestía un traje negro sin corbata viéndose algo casual pero a la vez formal, yo por otro lado había tomado un vestido rojo que acentuará mi figura.Sus ojos recorrieron mi cuerpo y luego se volvió a soltar y mis ojos azules.— ¿estás lista? — Pregunto serio, asentí.— Vamos que el camino es largo.Ninguno de los dos dijo nada mientras bajábamos a las escaleras y al salir de casa y subirnos a la camioneta color negro él iba de chofer y yo de copiloto. Mientras salíamos del pueblo no pude evitar divisarlo un poco, se veía colorido a pesar
Valentina Petrova Llegamos a un edificio elegante, Nicolás estacionó el carro y ambos nos bajamos en silencio.Caminamos hacia el ascensor, nos subimos y este nos llevó hasta el penthouse nos bajamos y solo me senté en el sofá y me quité mis tacones suspiré dejándome caer Yo me sentía mucho más tranquila pero no podía dejar de pensar en lo que había dicho mi padre que ya no había trato eso decía que tenía que regresar a la casa de ellos. Tenía que escapar, ahora con más ganas lo intentaría, no iba a regresar esa casa nunca. — ¿Por qué no me lo dijiste?— la voz de Nicolás me sacó de mis pensamientos centré mi vista en él que estaba sentado junto a mí. Esta vez su voz no era de reclamo podía llegar a creer que incluso era de lástima y era lo que no quería. No quería que él me tuviera lastima.— ¿Decirte que?— intenté hacerme la tonta, no quería hablar del tema. — ¡Basta ya Valentina!— exclamó Nicolás levantándose del sofá y quedando frente a mí— ¡¿Por qué no me dijiste que te mal
Valentina Petrova Luego de aquello, compramos solo lo necesario me sentía incomoda con lo que él había dicho y es que no sabía cómo actuar ni que decir ahora.¿Él tenía razón?Quizás si, quizás lo que estaba sintiendo era celos ¿Y si era esa cosa mágica que él decia?Traté de dejar eso a un lado y olvidarlo.Nos subimos al auto y el manejo hasta donde dijo estaba su oficina, el edificio era enorme y muy elegante, no esperaba menos de alguien con su estatus social, estacionó y en silencio subimos en el ascensor.Nos llevó al último piso.— Buenos días Señor Harrison — Saludo una mujer con uniforme, regalandole una sonrisa.— Buen día— saludo serio sin siquiera mirarlaVeníamos tomados de la mano pero apenas diviso a una mujer pelinegra cerca de la puerta me soltó.Fruncí el ceño.— Nicolás, al fin llegaste pensé que no lo harías — Dijo ella mientras se acercaba y corrí abrazarlo.— Pensé que no ibas apoyarme en esto, yo no sé que hacer Tenía muchas ganas de alejarlos pero me quedé est
Valentina Petrova Llegamos a una especie de casa abandonada fui la segunda en bajar de la camioneta me dejaron caer en una cama sucia. Me amarraron a una ventana que tenía rejas. — yo no sé absolutamente nada Yo solo soy humana no debería ni siquiera estar aquí— dije tratando de que quizás él me soltara pero sin embargo él solamente soltó una carcajada para luego dejarme sola. Entonces de esto se trataría mi vida de que personas me tomaran y ya? Me preguntó si él se dará cuenta que no estoy. Nicolás...Prometiste que nadie iba a hacerme daño prometiste que ibas a acabar con cualquiera que se atreviera a tocarme ¿Dónde estás?Me acosté en aquella cama sucia, no sé cuánto tiempo pasó pero escuché como más personas iban llegando. — Dónde está?— Preguntó alguien era un hombre — En el cuarto No creo que sepa nada Creo que solo conseguimos a alguien que no tiene nada de información — Claro que tiene información Ella es la compañera de vida de Nicolás, ella es importante para él —