388. VAMOS AL RESCATE

KATHERINE

Esta era la situación más bizarra y loca de toda mi existencia.

Sin embargo, me iba dando cuenta de que no parecía quererme hacer daño, o sea, ¿qué tanto debía lamerme y olfatearme para darme una mordidita?

Me atreví a abrir una rendija de mis ojos; solo veía pelaje oscuro frente a mi mirada.

El corazón me latía de prisa, y sentí el resoplido y la humedad de su nariz metida dentro … dentro de mi escote.

Estaba sin palabras, ¿acaso me libré de un pervertido para encontrarme con otro?

Una idea algo absurda atravesaba mi cerebro aturdido: debía salir de esta situación, buscar a Lavinia; si me iba a comer, que lo hiciera de una vez.

Mi mano temblorosa fue subiendo centímetro a centímetro; me sentía tan pequeña con esa enorme bestia acechando sobre mí.

Mis dedos se movían incontrolablemente, acercándose a su… su... ¿Dónde lo tocaba?

¿En el hocico?…

No, no. ¿Y si abría de repente la boca? El recuerdo de esos caninos, la matanza, todo estaba muy fresco en mi mente…

No llegaba a la
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP