328. EL DUQUE ES UN CABRÓN

ELLIOT

Rossella bajó la cabeza, tosiendo un poco y jadeando de prisa. Creo que se me fue la mano.

—Déjame ver, ¿te lastimé? Espera, Rossella, no, no te levantes, yo me agacho… —la quise detener cuando se agarró a mis piernas y comenzó a levantarse.

Se limpió los labios hinchados con la mano. Fui enseguida a revisar si estaba herida.

—Yo… perdí el control, no…

—Está bien —tomó mi dedo, que acariciaba su barbilla, y lo lamió sin dejar de observarme de una manera que hacía vibrar cada centímetro de mi cuerpo.

Su voz gutural, por el uso que le estaba dando a su garganta ahora mismo, me encendió aún más.

—. Elliot, yo… te pedí que pararas porque…

Dio otro paso hacia adelante; estaba atrapado contra el borde de la bañera.

—Quiero que te corras en este sitio —tomó mi polla con su mano y la coló entre sus piernas.

Por la diferencia de alturas, solo la punta rozó la resbalosa hendidura, pero eso bastó para hacernos sisear ambos de placer.

—¿Te molestaría si te pido que me llenes con tu semilla
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo