224. ¿YA PUEDO ASESINARLA?

SIGRID

Obvio y no la culpo, si sumido en la oscuridad, donde no da la luz, solo se observa un ojo dorado que la mira como una serpiente esperando a engullirla.

—Yo… — da un paso atrás con terror.

—Mejor párate en la otra esquina —le ordeno suspirando, así evito una tragedia.

Silas de repente sale de su rincón donde él mismo se quedó de guardia.

Va a la mesa y comienza a trinchar la carne finamente como me gusta, a servir en mi plato las cosas que prefiero, le quita la grasita del jamón que no me agrada y sirve un poco de vino en mi copa.

Todo con destreza y rapidez, me quedo absorta descubriendo que ha examinado todos mis gustos.

Debe ser parte de su entrenamiento para ser el esclavo perfecto.

—Mi señora, subiré el fuego de la calefacción, debería quitarse esa capa tan pesada, será incómoda para comer, ¿le traigo otra más ligera? —me pregunta como quien no quiere las cosas.

Pero ya sus manos van a bajar la mullida capa, a descubrir la parte de arriba de mi cuerpo.

El vestido bor
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo