SÉFIRA Traté de mantenerme lo más calmada posible para que las ondas del agua no me delataran. No sabía que eran esas cosas, pero estoy segura de que Lucien ya lo sabe. —¿Esa maldit4 mujer, es más fuerte de lo que pensé? Escuché la voz de un hombre que no reconocí. Parece que hay más de uno con él en medio de estas criaturas. —Es una guardiana y la Reina, por experiencia propia sé el poder que te da aún más. ¡¿Jazmín?, no puede ser, ella está… detrás de esto también! —Por experiencia propia, dices, no fuiste capaz ni de defenderte de la asesina de mi padre. —No me recuerdes ese día dónde lo perdí todo por su miserable codicia. —Pero aun así estás aquí—, otra voz más ronca y grave habló, parecía un lobo mayor, pero esa aura tan extraña no puede ser de un lobo, al menos no uno común. —Tú aquí eres la menos confiable, tu supuesta venganza en contra del hombre que amabas aún no queda del todo clara. —Yo… yo… soy leal a ustedes, jamás mentí cuando dije que lo
VICTORIA Inara solo movía la cola feliz, ambas lo veíamos con orgullo. Las gemelas fueron a abrazar a su compañero, sonriendo, llorando de alegría. —“Oye Inara, ¿qué te hizo Errick cuando te llevó aquella vez?” —“Eso no te importa” —“Me sentí muy rara en esos días, un calor constante me arropaba el cuerpo y solo se calmaba cuando Lucien hacía de las suyas” —“Déjame en paz, no te lo diré” Fruncí el ceño sin decir más, es obvio que no me lo dirá. Me fijé que los ojos del lobo de Santi me veían, una sonrisa enorme se dibujó en mi rostro y salí lo más rápido que pude hacia él. —Bienvenido, espero que te guste tu humano, no tengo nada malo que decir de él. Rodeé mis brazos en su cuello, sintiendo como su nariz me olía, pasando esa punta oscura y húmeda por mi cuello. Se sentía cálido, realmente Santi, más que mi amigo, era como ese hermano que nunca tuve. Aunque tenga dos de sangre, jamás me trataron como tal. Acaricié su pelaje transmitiendo ese mensaje
LUCIEN Quería arrancarle la cabeza, pero eso sería una muerte muy rápida. Tampoco puedo tocarlo porque Victoria se enojaría mucho conmigo y ni Errick ni yo la queremos de enemiga. Son aterradoras cuando se molestan ambas. —Le regalaste una pieza importante al enemigo. —A ti no te importaba ella. —Lastimó a mi compañera, amenazando no solo su vida, sino la de mi cachorro que ya crecía dentro de ella. Daniel estaba alterado, enojado, parecía que quería saltarme encima, jamás lo había visto de esta forma por ella. —¿Pasó algo en tu manada que deba saber? Creo que di en el clavo porque rápido esquivó mi mirada y no dijo nada, un pequeño destello de tristeza cruzó en sus ojos, pero fue tan rápido que ya no estaba seguro. Después de calmarnos seguimos armando un plan, defensas, cualquier cosa que nos ayude a ganar esta vez. —Mis hombres estarán listos escondidos en el bosque, aquellos con don como el de mi beta, será quien los mantenga ocultos hasta el momento adecuado.
VICTORIA Me levanté temprano ese día y para mi sorpresa Lucien no estaba en la cama, eso era raro en él. Después de bañarme me coloqué un vestido sencillo que me llegaba a las rodillas y me arreglé el cabello en un moño alto. En eso, Lucien entra apresurado, dando grandes pasos hacia mí. —Nena, tenemos un problema, parece que los movimientos ya comenzaron, están atacando a todas nuestras manadas aliadas, justo ahora. —¿Todas? —Así es, Daniel se quedará aquí y estará atento, le pediré a Violeta que suba a ayudarte, los altos mandos serán enviados a diferentes manadas, no te preocupes, regresaré bien. Él me abrazó con delicadeza, dejando un par de besos sobre mi cabeza. Justo cuando estaba por alejarse, tomé su mano para que no se fuera, algo me decía que no lo dejara ir. —No te vayas, quédate, envía a alguien más, yo… —Tranquila— se acercó para abrazarme y consolarme, pero yo estaba lejos de sentirme así, —debo ir, es mi gente, todo estará bien. Bajó colocando un suave beso
NARRADOR Lucien sintió que algo estaba sucediendo con su compañera, pero al tratar de regresar, las piedras blancas que sostenían el portal fueron destruidas. Tuvo que obligarse a ver a su enemigo al frente. Esas maldit4s cosas de nuevo obstruyendo su camino y esta vez ya no estaban solas. No tenía tiempo que perder, algo lo jalaba con urgencia hacia atrás, un llamado silencioso de su compañera. Dio paso a Errick y desató toda su aura de autoridad, los lobos bajaron sus cabezas, retorciéndose en el suelo tratando de luchar contra el fuerte dominio de su Rey. Mientras ellos luchaban con una muerte segura, las criaturas y los cazadores avanzaban hacia su objetivo. Solo tenían una misión, retrasar todo el tiempo posible la retirada del enorme lobo negro que tenían al frente. En la manada real, una lucha interna se desató, estaban siendo atacados no solo desde el exterior sino también desde adentro. Daniel luchaba con todo su poder fuera, Kaden hacía todo lo posible por evitar el
NARRADOR A Daniel se le sumó Kara, ambos pudieron detener el avance de aquellas cosas. —Ve a ayudar a la manada, yo estaré bien, corre, no te preocupes. Kara vaciló, pero aun así, hizo lo que dijo. Daniel se quedó de pie en la entrada hasta que la presencia de Séfira llamó su atención. No sabía de donde venía exactamente, pero la sentía con claridad, ella estaba allí. Dentro, Victoria Envolvió con cuidado a su cachorro en una manta y volteó a ver a Ben, —agárrate fuerte de mi vestido y por nada del mundo lo sueltes. —Si mamá. Ella lo guía hasta el estante al fondo de la habitación, jaló un libro hacia atrás y los engranajes comenzaron a sonar. El estante de deslío hacia un lado revelando una puerta secreta que conducía a unas escaleras en forma de caracol. Tomó su celular para alumbrar el camino, el pasillo era estrecho, bajo, nada se escuchaba más que un sonido escalofriante de brisa que recorría el pasillo como si fuera un fantasma. Cuando Jazmín llegó a la habitación, tir
NARRADOR No, no puedo dejar que se los lleven. Era todo lo que ella pensaba en ese momento, con su último aliento de energía, dio paso a Inara, la loba emergió con fuerza. Todo su pelaje blanco brillando, su electricidad cubriendo el cuerpo mientras los demás elementos giraban a su alrededor. Sus ojos ya no eran blancos y azules, eran dorados, su tamaño había aumentado tan grande como su compañero. Soltó un fuerte rugido haciendo que Jazmín cayera al suelo tomándose del pecho. —“Tomaste la elección equivocada Jazmín y por eso vas a morir” Se lanzó sobre ella, dónde apenas un grito corto salió de sus labios antes de que su cabeza volara en dirección a los pies de Emerson. Él luchaba con fuerza por no someterse ante la loba, pero no podía, desesperado, ordenó a las criaturas que la atacarán. Ellos trataron de avanzar, alejándose con ambos cachorros, pero no llegarían lejos. Otro rugido furioso salió de Inara, desplegó sus rayos mezclados con fuego, envolviendo los cuerpos de a
LUCIEN —Debemos irnos, ella no está muy lejos. Comencé a seguir a Cristal, los demás venían detrás pendiente de cualquier cosa. Solo observamos montones de cenizas que pertenecían a esas cosas. Ni Errick ni yo podíamos percibir el olor de nuestra compañera o de nuestros cachorros, eso nos estaba inquietando. Caminamos y caminamos y yo ya estaba perdiendo la poca paciencia que tenía. Observé al frente una montaña de tierra no más alta que nosotros. La simetría era perfecta, redonda, cubierta de tierra y raíces. Nos detuvimos justo frente a ella y yo no entendía lo que pasaba. Cristal se giró para verme, me dio una sonrisa y luego se hizo a un lado. —Ellos están ahí, tienes que sacarlos, Victoria corre el riesgo de no volver a despertar si tarda más. ¿No despertar?, no me detuve a preguntar, solo saqué mis garras y comencé a rasgar con todas mis fuerzas, la tierra. Sentía como pequeñas astillas se clavaban en mi piel, pero nada de eso importaba. —¿Cómo que corre el riesgo