Hola mis queridos lectores, ¿Qué opinan de la llegada de Jennifer? ¿Será que Andrea caerá en la tentación? Me dejan sus teorías y si les está gustando la historia me dejan un me gusta y un comentario. Gracias por la oportunidad que le están dando a la historia.
Andrea Me veo en el espejo y me gusta lo que veo. Un maquillaje con ojos ahumados, labios color rojo y mi cabello recogido en un moño bajo. El vestido parece hecho a la medida, entallado en las partes justas resaltando mi busto y caderas. La espalda descubierta y el estilo del corte sirena resaltan mi trasero. No puedo negar que las palabras de Jenny siguen rodando en mi cabeza. ¿Debo ceder a mis deseos? Cada maldito contacto con Lorenzo es un interruptor directo a mi v*agina. Cada vez que Lorenzo me ha robado un beso, por las noches he tenido sueños húmedos. Al principio me sentía una pervertida, pues los sentía reales, sentía como las manos de Lorenzo exploraban cada rincón de mi cuerpo, sus dedos dentro de mí, penetrando mi v*agina hasta que llegaba al más delicioso de los orgasmos. Me despertaba mojada, toda sudorosa y con ganas de más. Si antes pensaba que Lorenzo era el hombre más guapo del mundo, la versión madura de él me tiene en constante excitación. Obvio a él jamás s
Lorenzo Juro que casi me da un infarto cuando Andrea se despojo del abrigo, ver si hermosa espalda descubierta hasta el comienzo de su trasero. Si ella supiera lo que provoca en mí, no jugaría de esta manera, desafiandome. Sé que piensa que estoy aprovechando la situación y sí en parte sí, cada oportunidad que tengo me apoderó de sus deliciosos labios, los cuales soy adicto. No puedo comportarme como el cavernícola posesivo que soy, porque eso la alejaría de mí. Necesito que confíe en mí, que todo esto es para poder cuidarla y protegerla. Después de un breve espectáculo que le brindamos a los presentes, nos sentamos en nuestra mesa dónde desgraciadamente se encuentra Francesco con su nieta, Romina. Veo la intranquilidad de Andrea, procedo a tomar sus manos entre las mías, le doy un pequeño masaje lo cual la relaja. Llega Roberto junto con Sofía, vestida como siempre elegante pero su rostro demuestra que quisiera estar en cualquier lado menos en esta cena. El ambiente se torna
Francesco Ver a esa m*****a mocosa ser recibida por la asociación como la gran Heredera, me revuelve el estómago. Yo debí estar ahí, ser reconocido como el verdadero dueño de Mio Cuore. No veo la hora de irme de esta m*****a fiesta donde todos esos malditos me han menospreciado por años, viéndome solo como el hermano del gran Stefano Carlucci. La única que me entiende es mi nieta, Romina. Ella al igual que yo nos merecemos ser los dueños de Mio Cuore, hemos estado aquí mientras la niña jugaba a su vida de socialité en San Francisco. Mio Cuore desde el principio debió ser mía, pero mi hermano se me adelantó casándose con Lucia. ¿Quién podía saber que esa regordeta sin gracia era la dueña de las tierras de Mio Cuore? Lucia Natale, siempre estaba detrás mío, queriendo llamar mi atención pero yo solo tenía ojos para Isabella, la mujer más hermosa de Turín. Lucia era una joven regordeta, no era fea pero no se comparaba en belleza a Isabella. El verano en que alcance la mayoría de edad
Andrea En qué estaba pensando cuando decidí contarle a Jenny sobre lo que pasó entre Lorenzo y yo. Los gritos que todavía da, de seguro lo han escuchado todos en la casa. —¡Gracias Diosito por escuchar mis oraciones!—dice una muy dramática Jenny que está de rodillas con las manos levantadas al cielo. —¡Basta! No te conté para que todos en la casa se enteren que Lorenzo me dió mi primer orgasmo—digo casi en un susurro con las mejillas calientes. —Es que solo mirarlo es un orgasmo visual—suelta mi amiga y no puedo evitar reírme. Tiene razón, Lorenzo es es el cazador que sabe cómo quiere comerse a su presa y si soy honesta después de anoche, mi cuerpo lo desea más que antes. —No lo puedo negar pero tengo miedo. Sé que cometí el error de entregarme a tonto de Jared, pensé que en verdad me quería—digo recordando que solo me quiso utilizar para acercarse a Jeff pero Jenny se encargó que pagara haberse burlado de mí. —Nena no fue tu culpa que confiaras en el meñique ese. Ese bueno para
Lorenzo Hoy es la fiesta de Navidad, en la que todos nos reunimos en la Casa Grande laga recibir a todos los colaboradores de Mio Cuore y agradecerles su valioso aporte. También marca que dentro de un mes estaré casándome con mi piccolina. Un mes que no sé si me podré contener si Andrea me sigue tentando como lo ha venido haciendo la última semana. No niego que he disfrutado dándole su merecido castigo, como cuando fuimos a la cita con la ginecóloga. Tenía puesto un mini vestido negro, ceñido que se amoldaba a la perfección a su hermoso cuerpo. Cuando se quitó el abrigo que tenía puesto y ví su espalda expuesta se activo en mí el macho cavernícola que estoy tratando de controlar. Mi primer instinto fue el de ponerla contra la camilla, con su hermoso trasero redondo a plena vista, abrirles las piernas y enterrarme en ella, que sienta como me tiene duro con solo verla. Mis bolas están azules y no hay ducha lo suficientemente larga que me ayude. No importa cuantas veces logre mi lib
Andrea Reviso por última vez que todo este perfecto para esta noche. Dentro de poco estarán llegando los invitados, incluyendo al resto de mi familia. Solo espero que se sepan comportar y no hagan un espectáculo como lo hicieron en la vendimia. —Tranquila, tu príncipe llegará pronto—me dice Jenny con una gran sonrisa cuándo me ve que tengo mi mirada fija en la puerta principal. Y justo en ese momento, como si mi amiga lo hubiera llamado, aparece Lorenzo, vestido totalmente de negro, un traje hecho a la medida. Apenas entra con su mirada recorre el salón hasta que su mirada se fija en mí. La forma en que me mira hace que me humedezca y me arrepiento de haberle hecho caso a Jenny. Veo como camina con grandes pasos hacia donde estoy parada, hipnotizada por ese hombre corpulento, con mirada depredadora por el cual mi cuerpo desesperado ansía su toque. —Dios, si es todo un semental. Con razón la tiene así—escucho a Jenny y quisiera reclamarle pero no puedo, tiene razón. Lorenzo me t
Lorenzo No estaba preparado para ver a mi piccolina, vestida de forma tan sensual y llamativa. Algo no muy frecuente aquí en Piamonte, sobre todo ahora con estás bajas temperaturas. Pero ella vestida así con ese hermoso vestido verde caña, ajustado a su hermoso cuerpo y ese escote asimétrico que resalta sus deliciosos senos, nos hace pensar que estamos en una estación más cálida y no en invierno. Ella es la reina de la noche, todas las miradas están fijas en ella, y yo no puedo estar más orgulloso de ella. A su lado permanece su amiga, Jenny, a lo que me recuerda que debo darle un hermoso regalo de agradecimiento pues estoy seguro que ella es quien asesora a mi piccolina con sus muy deliciosas travesuras. A lo que me recuerda al castigo que debo darle esta noche, por ser tan descarada y provocarme de esa manera. ¿Cómo se atreve a estar caminando por todo el salón sin ropa interior? Imaginarme su intimidad libre a mi acceso me tiene a punto de estallar. ¿Por qué prometí hacerla mí
Renata Odio a Andrea, es una m*****a piedra en mi camino. Lorenzo solo tiene ojos para ella, no importa lo que haga, solo me evade, como si fuera una plaga. Siempre ha sido así, aún cuando era una niña espantosa que vestía como niño, siempre sucia jugando entre los viñedos, yo veía como él la miraba con tanto amor y ternura, la miraba como yo deseaba que me mirara a mí. He estado enamorada de Lorenzo desde que tengo uso de razón. Me acuerdo de ese pequeño que llegaba a la Casa Grande, acompañando a su padre que venía a hacer negocios con mi tío Adriano. Al principio las visitas eran esporádicas hasta que nació Andrea. Pero todo cambió con la muerte de mi tío Adriano, Andrea quien lo vió morir entre sus brazos, cayó en una depresión. Dejó de ser una niña risueña a una taciturna, vistiendo raro y su apariencia dejaba mucho que desear. Sofía, se alejó mucho más de ella si era posible, dejándola sola, situación que aprovechaba Lorenzo. No perdía la oportunidad para consolarla y apoyarl