Miro mi anillo de compromiso y viajo hasta el día en que Arturo me lo dio. Han pasado más de diez años desde que acepté ser su esposa, pero nos tardamos cinco años en contraer matrimonio.
Decidimos seguir esperando al menos hasta que termináramos nuestras carreras, una vez egresados nos casamos e iniciamos otro nivel de relación. Aunque nuestros amigos y compañeros de universidad nunca nos creyeron que la intimidad no era parte de nuestra rutina, para nosotros era suficiente que fuera verdad.
No voy a negar que hubo momentos en los que casi caemos, porque vivir juntos fue todo un reto en muchas cosas, incluida esa. Pero lo logramos, pasamos la prueba y llegamos al matrimonio tal como queríamos, maduros, seguros y con muchas ganas.
Estoy sentada en mi oficina, pensando en mi amado esposo. Cada día más guapo, más celoso y protector, pero solo puedo pensar que se pondrá peor.
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El primer amor puede llegar en cualquier momento, incluso cuando ya crees que lo habías tenido frente a ti.Ese primer amor puede ser fugaz o eterno. El primer amor puede hacerte perder la cordura u obligarte a centrar tus pies en la tierra.El primer amor puede llegar en el invierno o en el verano, pero nunca te fíes de uno que ha llegado en la primavera, porque por esas fechas las alergias nos pueden nublar la vista y elegir al equivocado.El amor inocente siempre será el mejor de todos, porque esa es la mejor manera de conocer a alguien, sus intenciones y cuánto tiempo podría quedarse contigo… tal vez para siempre.Pero cuidado con el dolor, porque a veces es inevitable y tienes que aprender a vivir con él, porque será imposible sacarlo tú sola. Así como yo no he podido sacarte a ti de mi corazón.
Terminó el colegio, al fin soy libre de descansar. Me lo merezco, luego de un año intenso de clases, me gusta estudiar e ir al colegio, pero ya que el próximo es el último para mí, los profesores se encargaron de saturarnos con información y ensayos de la prueba de selección universitaria para nos vaya bien y quedemos entre los mejores puntajes nacionales y seamos merecedores de ofertas académicas en las mejores universidades con becas incluidas.Por supuesto que agradezco esas intenciones, pero en verdad varias veces sentí que se pasaron de la raya. Tres ensayos mensuales fueron demasiados, además de los deberes que nos dejaron para las vacaciones de invierno y los recesos de semana santa y fiestas patrias.
Hoy llega mi padre, son casi las nueve de la mañana y con mi nana ya tenemos la casa limpia. Ahora me dirijo a comprar el pan, porque no nos ha dado tiempo de prepararlo nosotras mismas. Y es que muy rara vez compramos ese rico manjar, mi nana hace un pan de muerte, seguro que mi papá hará un puchero por eso.Cuando voy llegando de regreso a la casa, veo que un taxi se para frente a la puerta y que mi padre se baja de el. Corro para abrazarlo, pillándolo de sorpresa. Me abraza y me levanta en el aire, giramos riendo porque desde el verano que no nos veíamos.-Estás bella, hija mía – me dice dejándome en el suelo -. Cada día más grande y hermosa.-Papi – lo vuelvo a abrazar, me acurruco en su pecho -. Que bueno que pudiste venir para navidad, ¿cómo estuvo el viaje?-La verdad, no tengo idea – me aparto de él y lo miro divertida -. Me dormí a
Hoy ya es 24 de diciembre de 2014.Tengo trece navidades sin mi madre, sin saber de ella. Ni un llamado, ni una carta, ni un presente. Cada año, en esta fecha sobre todo, pienso en ella. Pero este año, me toca pasarlo con mi padre luego de tres navidades separados por su trabajo. Eso quita de mi cabeza cualquier pena que pudiera tener, aunque no viva conmigo, este hombre vale por los dos.Me arreglo el vestido rojo que mi nana ha hecho para mí. Tiene un corte princesa, con mangas hasta el codo, un escote cuadrado y unas flores burdeo bordadas a mano en la parte inferior. Es que ella es la mejor en estas cosas, en realidad lo es en todo.Me miro al espejo, soy una chica normal. Delgada, pero sin un cuerpo espectacular. No podría ser modelo jamás. Mi cabello es el típico, nada extraordinario y mis ojos de color marrón oscuro. Mi piel es blanca, creo que demasiado, esa es la razón de que deba usar protector so
Todas mis cosas están arregladas, he estado una semana preparando mis maletas, para que nada de lo necesario se me quede. Al fin ha llegado el momento de volver a esa ciudad, aburrida y llena de gente.Cerca de las cuatro y media de la tarde, mi nana me dice que ya es hora de irnos al terminal. Faltan tres horas, pero ella quiere llegar con tiempo, no sé para qué. Cada año es exactamente lo mismo.Llama un taxi, mientras yo saco mis pertenencias a la sala. Maleta, mochila y un reproductor mp3, mi chaqueta para la bajada en Caldera y la mejor sonrisa que puedo tener.No ha habido día en que mi nana no me diga lo necesario que es que ella viaje a ver a su hermana y que yo pase tiempo a solas con mi padre, que ya estoy grande y que puedo viajar sola, etc. Y sigue sin entender que soy como ella, no estoy de acuerdo.El taxi toca la bocina, tomo mis cosas y las saco a la calle. El chofer se baja para meterlas en el maletero y
Abro los ojos cuando el auxiliar del bus me toca el hombro y me dice que ya pasamos el peaje. Le doy las gracias, pero pudo despertarme a la altura del aeropuerto, son unos quince minutos más de sueño. Me doy cuenta que no tengo acompañante y el asiento del frente está libre, le pregunto si me puedo cambiar allí y me dice que no hay problema.Me acomodo en el asiento y me arreglo el pelo, saco de mi mochila la chaqueta, seguro que hace frío igual que siempre. Muchos creen que, por ser el norte, en verano, no hace frío. Se equivocan, las mañanas son muy heladas, a veces con niebla, mejor dicho,camanchaca, asíle llaman acá. Tras pasar el aeropuerto, me quedo atenta al camino, una de las cosas que me gusta de este trayecto es la animita que le hicieron a la Difunta Correa.Algo de lo que me contó mi padre de esa historia me fascinó. Se trata de una mujer argentina, que
Es lo único que me faltaba, es como que quiero empezar a arrepentirme de haberle dicho que sí. Mi padre y sus ganas de ayudar a todos, pero no sé qué tanto hablo si yo soy igual.Me miro al espejo para ver cómo estoy, pero después pienso que no voy a ver a nadie importante para mí, así que me da lo mismo. Además, aunque quisiera, no podría mejorar mucho mi aspecto- ¿Lista? - me pregunta curioso cuando subo al auto -.- No lo creo, pero vamos – él sólo se ríe, de mí, por supuesto -.- Antes de irnos, te tengo otro regalo - saca una caja -. Hablé con tu abuela, está de acuerdo con esto porque eres responsable, seria y pasaste a cuarto medio.Abro el paquetito y hay un teléfono, grande. Jamás había tenido teléfono personal, mi nana nunca quiso que tuviera uno.- Papi, yo... no sé