Siento muy temprano a mi padre prepararse para ir a trabajar. Con dificultad abro los ojos y veo que ya hay claridad a través de las cortinas de mi habitación. Me levanto para asegurarme de que tome un desayuno decente, no solo una taza de café.
Se ríe cuando me paro con las manos en la cintura al pillarlo infraganti con su desayuno austero y humeante. Le preparo unos huevos y tostadas muy rápido, me sirvo un vaso de leche y me siento junto a él. Yo estoy acostumbrada a comer temprano, por lo que hacer esto no es para nada un sacrificio.
Tras despedirme de él, por su petición insistente, vuelvo a la cama. Intento dormir
Es mi primer fin de semana aquí, como mi padre no debe ir a trabajar, aprovecho para levantarme tarde.Piringa me ronronea en la oreja, buscando que le acaricie la barriga. Pero yo me encuentro totalmente absorta en el libro de Dan Brown, mi padre ya no me pregunta por qué leo dos o tres libros a la vez y cómo hago para no confundir las historias. Pues, de la misma manera que puedo estudiar siete u ocho asignaturas en el colegio, sin confundir los contenidos.No me imagino respondiendo con una fórmula de la fuerza centrípeta a un ejercicio de estequiometría.Escucho el mensaje entrante en mi teléfono y veo que es Arturo.Arturo: Buenos días, preciosa.¿Cómo dormiste?Yo: Buenos días, hermoso. Dormí muy bien, gracias. ¿Y tú?Arturo: Yo muy bien, soñé contigo. Te veía vestida de p
Tras casi dos semanas de haber llegado aquí y de mi pololeo con Arturo, me encuentro con un dilema enorme. Y es que nada es para siempre.Ya falta poco para que Arturo se vaya de regreso a Chañaral con su madre, ella vuelve de su visita a casa de sus padres en dos días, y la parte más dura para ambos es que ella ha estado renuente a nuestra relación, dice que somos muy jóvenes y que no tenemos experiencia.En una semana cumpliré los 17 años y Arturo los cumple el próximo mes. Entonces, no sé a qué se refiere con lo de muy jóvenes, sin experiencia eso es obvio, pero hay chicos más jóvenes que nosotros y ya están a punto de casarse.No es que yo quiera llegar a eso, pero es un pololeo y que ella ve mal por todos lados.Y para hacerlo más terrible aún, ella quiere llegar aquí de su viaje, con la intención de llevarse a Artu
Estoy helada, no puedo creer que mi padre recibiera una carta de mi madre y no me dijera. Ni siquiera la ha abierto.Me tiro de rodillas al suelo, no sé qué hacer. Con el sobre en mis manos aún, las lágrimas brotan sin que pueda hacer algo para detenerlas.Podría abrirla y leer que dice, ¿me recordará? ¿Le preguntará a mi padre por mí?Decido dejarla donde estaba, con el cable de celular arriba. Cuando me pregunte por él, voy a decirle que lo dejé en su cajón. Quiero ver hasta dónde llegará a mentirme, nunca creí que esto pasaría.Me pongo de pie y me voy al baño, me lavo la cara y salgo a la terraza para tomar aire, con mi teléfono en la mano, le escribo a Arturo:Yo: "Necesito verte, ahora, por favor. No puedo esperar hasta la tarde."La respuesta es inmediata:Arturo: "Qué te pasa
No lo puedo creer, esta breve carta es demasiado reveladora. Es por esto por lo que nadie me dijo nada. Y, mi pobre padre, sí tenía familia, pero ¿por qué la perdió? Me pongo de pie y lo abrazo fuertemente.- Debió ser un infierno para ti todos estos años, papi – me siento a su lado y me sonríe casi sin ganas -.- Sólo al principio – se mira las manos -. El primer año fue el más duro - le tomo la mano para que sienta mi apoyo -. Pero mi amor por ti apagó todo ese dolor.- Sólo te puedo decir... – se me quiebra la voz ante esta verdad que me ha llegado de frente -. Gracias, padre, porque ahora me doy cuenta de que no necesité a una mamá, menos una como ella.- Hija, lo más sano es perdonar, si no te volverás como tu abuela.- ¿Y que tiene eso de malo? – me mira sorprendido -. No es tan terrible, al men
Me despierto por el calor, es sofocante. Estoy tapada completamente, algo que no suelo hacer a menudo. Seguro que en la madrugada hizo frío. Veo la hora, ya son las 10:17, hora de desayunar y de comenzar la limpieza que quedó pendiente. Afortunadamente no es mucho, así que tendré tiempo de preparar algo delicioso.Mi padre está tomando su infusión de limón y jengibre, dice que le ayuda a despertar mejor que un café. Creo que probaré su teoría, me sonríe y me dice que hay tostadas, mermelada y jamón. Me río, porque soy yo la encargada de las compras.Me siento a su lado y baja la Tablet, seguro leía el diario.- No hagas planes para hoy, tendremos una invitada - lo miro sorprendida, ¿una invitada? -.- Eh... había invitado a Arturo y su padre a almorzar – le digo con vergüenza -. Lo siento.- Pues te toca cocinar para cinco - se
Apenas conseguí comer algo, el conocer a la madre de Arturo me tiene bastante mal. Esla primera vez que una persona me da miedo, y ni siquiera la conozco. Le dije a mipadre y se ofreció a estar conmigo, incluso me dijo si quería invitar a Camila, para quetuviera todo el apoyo del mundo. Me pareció muy lindo, pero la verdad es que tengo atodos estos hombres de mi lado. Arturo me prometió que no dejaría que me tratara mal,lo que aprecio bastante, pero me da miedo que llegue a hacerlo, nunca he tenido que pasarpor la aprobación de alguien… Ay, como extraño en este momento mi vida lejos detodo esto.
Ha pasado casi una semana desde el lío con la madre de Arturo. Ya que se está quedando con nosotros, supadre sólo ha llamado, tiene miedo de que encuentren a Arturo.Al parecer, la bruja se lo quierellevar por otras razones. Resulta que el padre de Arturo es dueño de 20% de la empresafamiliar de sus suegros, que se dedica a la minería. Graciela quiere tener a Arturo como intercambio, así ella leentrega la custodia al señor González a cambio de ese porcentaje.Y, pues sí, Arturo es condenadamente millonario.Su madre lo quiere sólo por dinero, el accionista con el que se involucró tiene el 30%,así que todo se resume a dinero.La bruja quiere el porcentaje que su padre le entregó al señor González cuando se casaron y así poder irse de Chañaral. Pero a pesar de eso, Arturo está tranquilo. Me está ayu
Me despierto cuando mi padre y Arturo entran cantando, con una bandeja con desayuno en las manos de mi padre y un cupcake con una vela encendida en las manos de Arturo. Me avergüenza, porque estoy toda despeinada, a pesar de que Arturo lleva varios días aquí, siempre me cepillo el pelo antes de que me vea, por lo que en vano trato de bajarme el cabello rebelde y peinarlo un poco con mis dedos.Se paran cada uno a un costado de mi cama y me siento, para que mi padre pueda depositar la bandeja, Arturo me ayuda a acomodar las almohadas tras mi espalda. Deben haberse levantado muy temprano, porque tengo tostadas, jugo fresco, huevos revueltos y leche caliente con menta, tal como me gusta. Un p