Estoy helada, no puedo creer que mi padre recibiera una carta de mi madre y no me dijera. Ni siquiera la ha abierto.
Me tiro de rodillas al suelo, no sé qué hacer. Con el sobre en mis manos aún, las lágrimas brotan sin que pueda hacer algo para detenerlas.
Podría abrirla y leer que dice, ¿me recordará? ¿Le preguntará a mi padre por mí?
Decido dejarla donde estaba, con el cable de celular arriba. Cuando me pregunte por él, voy a decirle que lo dejé en su cajón. Quiero ver hasta dónde llegará a mentirme, nunca creí que esto pasaría.
Me pongo de pie y me voy al baño, me lavo la cara y salgo a la terraza para tomar aire, con mi teléfono en la mano, le escribo a Arturo:
Yo: "Necesito verte, ahora, por favor. No puedo esperar hasta la tarde."
La respuesta es inmediata:
Arturo: "Qué te pasa
No lo puedo creer, esta breve carta es demasiado reveladora. Es por esto por lo que nadie me dijo nada. Y, mi pobre padre, sí tenía familia, pero ¿por qué la perdió? Me pongo de pie y lo abrazo fuertemente.- Debió ser un infierno para ti todos estos años, papi – me siento a su lado y me sonríe casi sin ganas -.- Sólo al principio – se mira las manos -. El primer año fue el más duro - le tomo la mano para que sienta mi apoyo -. Pero mi amor por ti apagó todo ese dolor.- Sólo te puedo decir... – se me quiebra la voz ante esta verdad que me ha llegado de frente -. Gracias, padre, porque ahora me doy cuenta de que no necesité a una mamá, menos una como ella.- Hija, lo más sano es perdonar, si no te volverás como tu abuela.- ¿Y que tiene eso de malo? – me mira sorprendido -. No es tan terrible, al men
Me despierto por el calor, es sofocante. Estoy tapada completamente, algo que no suelo hacer a menudo. Seguro que en la madrugada hizo frío. Veo la hora, ya son las 10:17, hora de desayunar y de comenzar la limpieza que quedó pendiente. Afortunadamente no es mucho, así que tendré tiempo de preparar algo delicioso.Mi padre está tomando su infusión de limón y jengibre, dice que le ayuda a despertar mejor que un café. Creo que probaré su teoría, me sonríe y me dice que hay tostadas, mermelada y jamón. Me río, porque soy yo la encargada de las compras.Me siento a su lado y baja la Tablet, seguro leía el diario.- No hagas planes para hoy, tendremos una invitada - lo miro sorprendida, ¿una invitada? -.- Eh... había invitado a Arturo y su padre a almorzar – le digo con vergüenza -. Lo siento.- Pues te toca cocinar para cinco - se
Apenas conseguí comer algo, el conocer a la madre de Arturo me tiene bastante mal. Esla primera vez que una persona me da miedo, y ni siquiera la conozco. Le dije a mipadre y se ofreció a estar conmigo, incluso me dijo si quería invitar a Camila, para quetuviera todo el apoyo del mundo. Me pareció muy lindo, pero la verdad es que tengo atodos estos hombres de mi lado. Arturo me prometió que no dejaría que me tratara mal,lo que aprecio bastante, pero me da miedo que llegue a hacerlo, nunca he tenido que pasarpor la aprobación de alguien… Ay, como extraño en este momento mi vida lejos detodo esto.
Ha pasado casi una semana desde el lío con la madre de Arturo. Ya que se está quedando con nosotros, supadre sólo ha llamado, tiene miedo de que encuentren a Arturo.Al parecer, la bruja se lo quierellevar por otras razones. Resulta que el padre de Arturo es dueño de 20% de la empresafamiliar de sus suegros, que se dedica a la minería. Graciela quiere tener a Arturo como intercambio, así ella leentrega la custodia al señor González a cambio de ese porcentaje.Y, pues sí, Arturo es condenadamente millonario.Su madre lo quiere sólo por dinero, el accionista con el que se involucró tiene el 30%,así que todo se resume a dinero.La bruja quiere el porcentaje que su padre le entregó al señor González cuando se casaron y así poder irse de Chañaral. Pero a pesar de eso, Arturo está tranquilo. Me está ayu
Me despierto cuando mi padre y Arturo entran cantando, con una bandeja con desayuno en las manos de mi padre y un cupcake con una vela encendida en las manos de Arturo. Me avergüenza, porque estoy toda despeinada, a pesar de que Arturo lleva varios días aquí, siempre me cepillo el pelo antes de que me vea, por lo que en vano trato de bajarme el cabello rebelde y peinarlo un poco con mis dedos.Se paran cada uno a un costado de mi cama y me siento, para que mi padre pueda depositar la bandeja, Arturo me ayuda a acomodar las almohadas tras mi espalda. Deben haberse levantado muy temprano, porque tengo tostadas, jugo fresco, huevos revueltos y leche caliente con menta, tal como me gusta. Un p
Tras mi cumpleaños y luego de terminar peleando con mi nana porque se molestó de que Arturo estuviera a solas conmigo, y de que mi amado padre tuviera que cargar con todo eso, le veo feliz.Luego de la tormenta que armó mi nana, al día siguiente cuando llamó a mi padre por eso, le quité el teléfono y le dije muy claramente lo que no había tenido oportunidad de decirle:“-Pues, si usted está enojada por eso, yo lo estoy tres veces más de que fuera a encontrarse con su hija y no me lo dijera – le digo muy calmada, tratando de mantenerme con la voz inalterada, pero por dentro es todo lo contrario -. Usted sabe cuánto he querido saber de ella toda mi vida y me lo ocultó. Eso es más grave que el que yo me encuentre sola por treinta segundos con mi pololo, con la puerta de mi habitación abierta y con mi padre en casa.-Estás siendo insolente conmigo, Es
Me quedo paralizada, me giro para asegurarme de que es ella. Se ha aclarado el color del cabello, pero sigue excesivamente maquillada y con sus joyas de realeza pobre. De inmediato le pongo mala cara, mejor pongo ambas barras de chocolate en el carro (los necesitaré) y me dispongo a avanzar, necesito leche y huevos. Pero ella me detiene tomándome por el brazo.- Tú eres la única culpable de que mi hijo no esté conmigo, ni siquiera responde el teléfono.- Eso se lo buscó usted sola. Y a pesar de que no sé dónde está Arturo, espero que tenga el amor que necesita - me safo de su mano con uñas perfectas -. Ahora, si me disculpa, me tengo que ir. Tengo que arreglar mi regreso.- ¿Te vas? - conseguí lo que quería, distraerla -.- Si, no tengo nada más que hacer aquí – trato de mirarla con la peor cara de furia -. Y el encontrarme con usted, s&oa
Me despierta la luz del sol que entra en mi cuarto, no sé cómo llegué aquí. Al parecer me dormí en la terraza, porque aún tengo la ropa de anoche. Seguro mi padre me trajo de vuelta, y seguro me llega tremendo reproche más tarde. Me desperezo y me levanto, veo mi teléfono y reviso si mis mensajes le llegaron a mi mamá. Me encuentro con que los vio, pero no respondió. Tal vez ya se arrepintió de tener contacto conmigo.Mientras busco ropa limpia, me da pena pensar en esa posibilidad, yo realmente estaba dispuesta a perdonar su abandono y a tener una relación sana con ella, pero tal vez ella no está lista. Tal vez nunca