La mujer le gruñe corriendo hacia él, antes de alcanzarlo Alessio desaparece terminando por clavar la espada en su corazón. Gira para enfocar a Marcelo quien había desaparecido. Éste lo busco, y fue a por él. Ninguno se le iba a escapar, todos iban a morir por su mano.
Todas y cada una de las creaciones de su padre, iban a morir.
El maestro se disponía a huir sabiendo que no tenía oportunidad contra el rey. De pronto sintió como algo se desprendía de su cuerpo.
Este medio gira la cabeza por el borde de sus hombros. Alessio le había extraído la columna vertebral completa con solo una mano y en un solo golpe, dejando un vacio en su espalda. Marcelo cae al piso completamente sin vida.
Muchos días habían transcurrido y Noah no tenía noticias de Lía… la chica no había vuelto aparecer, y eso que salía todas las noches con Sebastiano. Comenzaba a pensar que jamás la volvería a ver.—Esa chica no ha aparecido más, ¿Porque crees que sea? La voz de Sebas llamo su atención.—Todo es por tu culpa, si no la hubieras herido quizás…—¿Qué esperaba que hiciera? Le reclama.—Dejame resolver esto a mí, yo se cómo manejarla. La conozco desde que es una bebé.—¡Cómo quieras viejo! Se encoge de hombros.
El móvil de Alessio comenzó a sonar cuando acomodaba su saco. Fijándose que era Dante.—¡Habla!—Ven enseguida… un idiota a mordido a una humana y la chica a quedado viva.—¡Mierda! Corta la llamada.—¿Qué pasa? Le pregunta su esposa acomodando su vestido.—Un problema, debo ir a Biachi's. Le dice sin muchos ánimos.—¡No tardes! Súplica la joven.—Volvere enseguida amor. Besa su frente.El italiano se marcha mientras que Lía se queda en esa casa nuevamente s
No le quedó más remedio que defenderse, y proteger la identidad de su amado. Alessio lo era todo para ella, su alma y no permitiría que nadie lo lastimara, aunque lo último distaba mucho de suceder. Él no era rival para nadie, asumió que Noah sería quien saldría afectado o quizás muerto en cuanto Alessio se enterará que había sido el quién la había secuestrado.Primero, la cataña desarmo a Sebastiano, y de un golpe lo envío lejos. Siguió velozmente contra Noah, pero él se conocía todos sus movimientos. La chica empuñaba la katana del chico de ojos esmeralda, pero hacia abajo.—No quiero hacer esto Noah. Le advirtió.—De aquí no saldrás hasta que hayas contestado a mis preguntas, sé
—No has sido el mejor de las parejas, debiste decirle la verdad desde un principio. Suelta Noah.—¡¿Qué verdad?! Pregunta ella frunciendo el ceño.—Si él, o alguien más logra eliminarme… responde Alessio haciendo una pausa. —Todos los vampiros morirán. Yo soy la razón por la que todos siguen con vida Lía.—¡No! No es cierto. Niega con fuerza.—Es cierto, yo he descubierto su secreto. Es por esa razón que me he empeñado en cazarlo y elimínarlo. Si lo hago, todo se acaba. Todos desaparecen, y el mundo estaría libres de esos bichos.—Pero yo soy… Un mes después, por la noche… en Bérgamo.Sebastiano se baja del coche con su katana enfundada en la cintura. Miro hacia todos lados, observando si no habían vampiros ocultos por los alrededores. Al notar todo tranquilo de momento le da la vuelta al coche.—Todo está muy tranquilo por aquí, viejo.Noah se bajaba del coche totalmente repuesto de sus heridas. Llevando su espada en la cintura.—¡Paciencia muchacho! Ya vendrán… —No aprender nada aún.—¡Claro! Solo vendrán a por mí. Niega el joven poniendo los ojos en blanco.Capitulo 47 Inmortal
PrefacioEl clima era templado ese día del mes de octubre en Bérgamo (Italia)… Jessel Cárter salía de su trabajo un poco más tarde de lo usual. La joven mujer de 30 años trabajaba cuidando a una anciana en su casa. Pero justo ese día, la hija de la señora regreso tarde a la residencia, lo que le resto tiempo y luz del día a la empleada para volver a la suya propia.A Jessel no le agrada caminar hasta la estación del tren cuando comenzaba a oscurecer. Por dos principales razones, la primera esta rubia llevaba un peso extra en su vientre. La mujer contaba con 8 meses de embarazo, era una ardua tarea hacer el viaje a pie desde su trabajo hasta la estación, su barriga era demasiado grande como para esas andanzas. Y dos, porque se aproximaba el invierno
Recogía su largo cabello negro en una coleta alta. Era una molestia mientras ejercitaba su cuerpo en el gimnasio dentro de su propia casa. Todas los días al ocultarse el sol, Alessio Biachi entrenaba un poco antes de pasarse el resto de la noche en uno de sus antros.Alessio descubrió qué, el mundo de los negocios era muy provechoso. No había mejor manera de conseguir alimento fresco que haciéndose el dueño de todos los antros nocturnos de Italia.Ya qué, estos se volvían muy concurridos por las noches, llenándose de jóvenes humanos de todas las edades. Y eso equivaldría a mucha sangre nueva.Desde luego que a él no le hacía falta tener que trabajar o llevar las riendas
—Llegas tarde Lia. ¡Joder! ¿Hasta cuándo?—¡Lo lamento!La joven de cabello color miel, ojos azul oscuro mira en dirección al piso, mientras es reprendida por su jefe… aquel vampiro era muy cruel para con sus empleados. No toleraba faltas, y eso que solo se había retrasado 5 minutos.—No me digas que lo sientes, con un demonio. ¡Me tienes harto!—No volveré a llegar tarde, se lo prometo señor Matteo.—Estupida, vete a trabajar. ¡Eres una idiota! Masculla.