Leonard ingresó a la habitación de Samantha observando a distancia que "ella" parecía estar dormida, él se acercó sentandose en el borde de la cama viéndo con nada más que la ligera luz de una lámpara distante, la claridad de la puerta abierta que daba al pasillo y una de las ventanas cuyas cortinas no habían sido cerradas. "¿Por qué estará tan cobijada? La temperatura está programada idónea" Pensó por unos instantes. Sin embargo, no le dió mucha importancia y continúo observando a "su prometida" que seguía "durmiendo" gracias a la oscuridad y lo cobijada que estaba la chica en cuestión, ha Leonard nunca le pareció sospechosa. "No debí discutir con ella, no… Ni siquiera debí decirle aún lo de Patricia, sabía que no lo tomaría tan bien"Pensó Leonard observando a "Samantha dormida" "No pude hablarle tampoco del viaje que tengo pensado hacer con ella, espero que eso no solo la ayude a relajarse más si no ta
9:30 am. — ¿Aún no ha despertado? — Preguntó Leonard a su secretaria quien recién ingresaba a la oficina en la mansión Campbell. — No señor, la señorita Thompson sigue dormida según me informó la sirvienta a su cargo Clarisa. "Que extraño… Si ella se fue a descansar tan temprano ¿Por qué sigue durmiendo? ¿Estará enferma? No, quizá lo hace a propósito, debe seguir molesta conmigo por lo que le informé, no quería hacerlo, pero tendré que cancelar todo con Patricia" — Dile a Juliana que preparé los platillos favoritos de Samantha, así mismo tomaré el almuerzo con ella en el jardín trasero. — Si señor. — Decía Angelina saliendo de la oficina. *****Samantha recién despertaba, sintiéndose bastante exhausta. Recordaba que volvió faltando media hora para las cuatro de la madrugada y había una mujer extraña en su habitación, que le explicó todo lo sucedido en la mans
Reina recordó que hace unos tres días atrás, su abuelita y ella tuvieron una reunión en la cual hablaron de varios temas, entre ellos, Luka; ya que la bella mujer rusa tenía que cumplir su trabajo como ayudante de la empresa y a su vez, como la vigilante de su hermano, que aunque fuera alguien capaz solía dejarse llevar fácilmente cuando el tema incluía a Chelsea Smith, lo suficiente, para no prestar atención al "terreno" donde se metía. Leonard Campbell, así como la familia Thompson no eran personas con las que ellos quisieran tener problemas, pero sabía que su hermano seguía cegado por la venganza. Sin embargo, había algo más…Un pequeño detalle del que se enteró recientemente pero lo suficientemente drástico que tenía a Reina con los nervios de punta queriendo que su hermano esté lo más lejos de Samantha posible. — No confío en ti, al menos no para eso. Las frías palabras dichas por la mujer tras el es
El médico del hospital privado con el que Leonard tenía conecciones le atendió de inmediato. — ¿Ella está bien? Tengo entendido que le encontraron desmayada en su habitación. — Preguntaba Leonard al doctor Hans. — Tengo malas noticias señor Campbell, tras el desmayo, se realizó un chequeo general, se hicieron todas las pruebas necesarias y aunque aún faltan muchas más, las primeras arrojaron resultados desfavorables, cuando su tía recobro la conciencia nos ayudó a saber lo que sucedía. — No ande con rodeos, dígame de una vez de que se trata. Fue en ese momento que el médico comenzó a explicarle de la enfermedad detectada en su tía y que al parecer ella misma ya lo sabía y lo había mantenido oculto, una grave que para desgracia de la buena mujer, ya se encontraba en fase terminal. — ¿Ella fue la que le pidió que me lo dijera? — Si señor Campbell, ella no quiere verlo, al menos no por ahor
9: 30 am. "Por fin…" La joven rubia abrió sus bellos ojos de un tono miel claros, seguidamente se sentó en la cama sonriente sin poder contener la emoción. — ¡Este día me siento con todos los ánimos del mundo!Decía mientras salía de la misma y hacía algunos estiramientos matutinos. Caminó hasta la puerta doble de cristal, abriendo una de ellas y asomándose en el balcón de su nuevo departamento. "Extrañaba la vista del parque, extrañaba la ciudad donde nací y crecí" Con ese pensamiento en mente; Chelsea Smith, finalmente había regresado a New York. La bella mujer de exquisitas curvas, así como un cuerpo alto y atlético escuchó el sonido de su teléfono celular, de inmediato ingresó y lo tomó en sus manos lanzándose a la cama y contestando a la llamada. — Hola Jackson, acabo de despertar iré para allá enseguida. Chelsea tenía varios
1: 30 pm. — ¿Contactarás con ella? — Preguntó Edik para después llevar a su boca la pequeña taza con café. — ¿Por qué lo haría? Decía Luka sentado trás el escritorio. — No sé, creo que debes tener algo en mente a parte de hacerme enviar a alguien a vigilar todos sus movimientos. — Si me presento ahora, más adelante podría sospechar de mí, además… Chelsea no es nada despistada. — Mmm… — Edik veía preocupado a su amigo, quien se había puesto de pie y se servía un poco de agua. — Luka, ¿La amas de verdad? Hablo de Chelsea. — ¿Ah? ¡¿Te volviste loco?! — Decía Luka mientras caminaba por la oficina hasta una larga ventana sosteniendo en su mano el vaso con agua. — ¿Por qué me haces una pregunta tan absurda? Si tienes tanto tiempo libre para pensar estupideces debería ponerte otro trabajo más. — ¡Oye! Claro que no hermano, solo me estoy preocupando… No tiene relació
3: 00 pm. Los hermosos ojos de un color miel claro veían los bocadillos coloridos alrededor de la larga mesa. — ¡Por Chelsea! — Brindaron sus amigas en el departamento de la mujer de 29 años de edad. — ¿Lograste contactarte con tu hombre? — Preguntó la mejor amiga de Chelsea, Tiffany, mujer morena de cabello castaño, pero tintado rojo claro y de ojos azules claros. — ¡Oh Fany! No digas eso, él no es mi hombre, además… Tiene prometida. — ¡No seas modesta! Estamos entre amigas, por supuesto que es tuyo aunque esté "comprometido" con otra, es una niña fea que no te llega ni a los talones. — ¡Es cierto! — Decía otra de las amigas. — ¡Llámalo y verás cómo al escuchar tu voz querrá verte de inmediato! — ¡Toma! ¡Házlo! — Decía Tiffany pasando a Chelsea el teléfono, mientras la otra amiga le subía el volúmen a la música. Chelsea miraba su teléfono celular fijamente d
"No…" "No debería permitir esto" "No cuando él está bajo sospechas, no cuando podría ser mi peor enemigo" Los pensamientos de alerta en Samantha se hacían presentes, sin embargo, al mismo tiempo sus labios se movían lentamente con los de ese hombre. Un beso suave y lento que causaban que su cuerpo inmóvil comenzara a sentirse acalorado. — No~ — Susurró Samantha apartando sus labios lentamente de los de Leonard. — Lo siento. — Dijo él alejándose de la hermosa mujer y caminando rápidamente fuera de la cabaña. Samantha cubrió su rostro con ambas manos lamentándose internamente por haber besado a ese hombre. Le molestaba. Ella estaba molesta consigo misma por la actitud que recién había tenido. "Es el primer día en este lugar y yo… Se que tengo que retener a Leonard pero ni siquiera se por cuantos días, no se por que me enfado tanto c