Samantha mostrĂł una expresiĂłn de incredulidad. No podĂa creer que algo asĂ fuese posible, tener sentimientos por dos hombres no era lĂłgico para ella, que en su pasado habĂa amado Ăşnicamente a uno, Johan Robinson. Pero tampoco podĂa negar que el cariño que le tuvo a Leonard en el pasado fue sincero, puro, agradable y que inclusive en la actualidad esos sentires seguĂan en su corazĂłn causando que tuviera momentos de duda y bajara la guardia con Ă©l, permitiendo roces sobrepasados entre ambos. Samantha veĂa el anillo de compromiso en su dedo anular, ese que perteneciĂł a su madre y ahora, su padre o hermano dieron a Leonard. — Desde un inicio la intenciĂłn de mi familia ha sido que sea la esposa de Leonard Campbell, pero… No quiero, ÂżSe sentirá Andrew decepcionado de mĂ por ello? — ÂżNo quieres? ÂżNo acabas de decir que tienes sentimientos por Ă©l? — Nunca dije eso exactamente, además, no son lo su
Minutos despuĂ©s. "Luka me dijo que habĂa visto a Leonard dirigirse a las afueras del jardĂn trasero" PensĂł Samantha buscando a su prometido en el jardĂn de la casa de Madison. Fue en ese instante que escuchĂł cerca la voz de ese hombre, una a la que estaba bastante familiarizada y jamás podrĂa equivocarse.  "Debe ser por aquĂ" PensĂł ella acelerando sus pasos. ……….Mientras eso sucedĂa, Leonard nuevamente discutĂa con Chelsea. — ¡¿Me has lastimado y dices que fue un accidente y que no me sucediĂł nada?! — GritĂł ella molesta. — Exacto, ya te he revisado y pareces estar bien ni siquiera luce un poco inflamado. — ¡No eres un doctor! ¡No sabes nada! — SeguĂa enojada la joven rubia mientras su rostro estaba bañado en lágrimas. — Piensa y haz lo que quieras entonces, me tengo que ir, no puedo dejar a mi prometida sola con ese
— ¡Lo sabĂa! Ella te ha engañado, solo mĂrala y aĂşn asĂ estabas de terco que la amas y querĂas ser fiel, tremenda zorra resultĂł ser. — DecĂa Chelsea enojada. — Ahora queda claro que solo yo te amo de verdad y que deberĂamos quedarnos juntos mi amor. — Dijo acercándose a Leonard y abrazándolo por su espalda. Leonard no podĂa creer lo que habĂa presenciado quedando inmĂłvil viendo como Samantha habĂa desaparecido de su vista junto a Luka, dejando atrás no solo todas las posesiones de su familia sĂ no tambiĂ©n a Ă©l.— ¡Esto es tu culpa! — GritĂł exaltado a Chelsea, quien le quedĂł viendo sorprendida. — ¡No debĂ dejarme influenciar por ti! Jamás debĂ permitirlo… — En ese instante Ă©l se alejĂł rápidamente de la joven rubia. — Si vuelves a acercarte a mi, me harĂ© cargĂł de que tĂş familia quedĂ© en la ruina total, sabes que puedo lograrlo fácilmente, a partir de hoy tu has dejado de existir para mi. Habiendo dicho eso, Leonard se marchĂł rápidamente
El alto hombre ruso llevaba cargada entre sus brazos a Samantha que despuĂ©s de unas horas de viaje se habĂa quedado profundamente dormida. — Ella no dejĂł de llorar hasta dormirse. — MencionĂł Edik viĂ©ndo a Luka llevarla a una habitaciĂłn del pequeño motel. — Te quedarás con ella hasta que te avise a dĂłnde dirigirte, no te muevas ni un momento de su lado. — ¡No! ¡¿Estás loco?! Yo deberĂa ser quien se ocupe de esto y tĂş te quedarás aquĂ con ella, si algo te pasa Reina y yo moriremos. — No exageres, solo tĂş morirás, el abuelo no dañarĂa a Reina aunque parezca lo contrario. — ¡¿TĂş quĂ© sabes?! ¡Ella no puede ser la cabeza de la organizaciĂłn! Luka exhalĂł pasando su mano derecha por su cabellera semi larga color avellana. — Me voy, si nos demoramos más no podrĂ© hablar con Don Salvatore y es probable que Andrew muera está misma madrugada, además irĂ© bien resguardo no tienes que exager
Samantha abriĂł sus ojos viendo la claridad de un nuevo dĂa.Cuando se bajĂł de la elegante cama en la que estaba viĂł por su ventana un jardĂn reconocido. "La mansiĂłn de Luka" PensĂł la joven. "ÂżCĂłmo lleguĂ© acá? ÂżNo estaba yo camino a verme con Andrew fuera de la ciudad? DespuĂ©s de salir de la casa de mi amiga en auto, Iba… Iba en el aviĂłn de Luka, entonces como…" Tock, tock, tock… Cuando la joven escuchĂł el sonido de la puerta se acercĂł abriendo la misma. — Que bueno que ya estĂ©s despierta, prepárate rápido y ven conmigo. — Dijo Reina viĂ©ndola de pies a cabeza. — ÂżQue está pasando? — PreguntĂł Samantha confundida. — ÂżDĂłnde está Luka? ÂżQue sucediĂł con mi hermano? Sin embargo, no obtuvo respuesta alguna de la mujer rusa. **********Una hora despuĂ©s, Samantha bajaba las escaleras a la primera planta y se encontrĂł un rostro
***************•••••***************>>> Samantha:No querĂa dejarlo ir. Mis brazos se volvieron a aferrar a su fuerte cuerpo nuevamente. Quizá Madison tenĂa razĂłn. HabĂa desarrollado sentimientos por los dos hombres y mi confundido corazĂłn no lograba darse cuenta a cual querĂa más. Mis lágrimas caĂan sin parar y sentĂa ese profundo vacĂo y temor en mi interior. Le besĂ©. Le besĂ© una y otra vez más. Tantas hasta que Luka me envolviĂł en sus brazos y me correspondiĂł con la misma intensidad. En muchas ocasiones Leonard confesĂł sus sentimientos, más yo no le creĂ. En una sola Luka lo hizo y confĂe en sus palabras que eran fuertemente respaldadas por sus acciones.ÂżPero era realmente amor lo que sentĂa? Luka se alejĂł nuevamente de mi tomándome de la mano e ingresamos rápidamente a su mansiĂłn, Ă©l
***************•••••***************Tres años despuĂ©s: — Date prisa Sam, los invitados están comenzando a llegar. — DecĂa Andrew sonriente. — ¡Dame un momento! Unos minutos más y estarĂ© lista, ve a recibirlos tĂş. — Dijo Samantha maquillándose. — Bien, irĂ© yo. ……….Una vez Andrew bajĂł al jardĂn frontal de la mansiĂłn Thompson donde se estaba realizando un importante evento veraniego, comenzĂł a recibir a los distinguidos invitados entre esos amistades de la familia. — ¡Oh querido Andrew! Luces tan apuesto como siempre. — Dijo Madison alegre besándole la mejilla con cariño. — Un gusto Madi, cada ves que te veo luces más radiante con ese embarazo. — RespondiĂł Andrew para despuĂ©s dirigir su mirada al esposo de Madison. — Felicidades Gerald, serás un excelente padre. El abogado Gerald Taylor sonriĂł agradeciendo. — ÂżDĂłnde está mi amiga? — P
El profundo dolor que invadĂa su ser era aplastante, la sensaciĂłn asfixiante acompañada de ese nudo en la garganta, el mar de lágrimas que bañaba su rostro sintiendo el salado sabor de las mismas al caer por sus labios color cereza, los cuales estaban semi abierto debido al grito entre cortado que salĂa de su boca, el temblor de su delgado y frágil cuerpo que no podĂa ocultar frente a esos policĂas y detectives que la veĂan con lástima. — Señorita Thompson, lamentamos mucho lo sucedido, pero necesitamos hacerle algunas preguntas. — La voz gruesa y sonora del detective era como un ligero susurro ante la mujer castaña sentada frente a el. Era como si nadie existiera en ese lugar más que ella, en su mente incontables momentos pasaban como la reproducciĂłn de un vĂdeo mudo; dulces recuerdos desde niña junto al CEO de las compañĂas Thompson y a su vez, su amado padre de solo cincuenta y ocho años. Uno que lamentablemente habĂa perdido su vida esa madrugada. Una detective morena extend