3: 00 pm. Los hermosos ojos de un color miel claro veĂan los bocadillos coloridos alrededor de la larga mesa. — ¡Por Chelsea! — Brindaron sus amigas en el departamento de la mujer de 29 años de edad. — ÂżLograste contactarte con tu hombre? — PreguntĂł la mejor amiga de Chelsea, Tiffany, mujer morena de cabello castaño, pero tintado rojo claro y de ojos azules claros. — ¡Oh Fany! No digas eso, Ă©l no es mi hombre, además… Tiene prometida. — ¡No seas modesta! Estamos entre amigas, por supuesto que es tuyo aunque estĂ© "comprometido" con otra, es una niña fea que no te llega ni a los talones. — ¡Es cierto! — DecĂa otra de las amigas. — ¡Llámalo y verás cĂłmo al escuchar tu voz querrá verte de inmediato! — ¡Toma! ¡Házlo! — DecĂa Tiffany pasando a Chelsea el telĂ©fono, mientras la otra amiga le subĂa el volĂşmen a la mĂşsica. Chelsea miraba su telĂ©fono celular fijamente d
"No…" "No deberĂa permitir esto" "No cuando Ă©l está bajo sospechas, no cuando podrĂa ser mi peor enemigo" Los pensamientos de alerta en Samantha se hacĂan presentes, sin embargo, al mismo tiempo sus labios se movĂan lentamente con los de ese hombre. Un beso suave y lento que causaban que su cuerpo inmĂłvil comenzara a sentirse acalorado. — No~ — SusurrĂł Samantha apartando sus labios lentamente de los de Leonard. — Lo siento. — Dijo Ă©l alejándose de la hermosa mujer y caminando rápidamente fuera de la cabaña. Samantha cubriĂł su rostro con ambas manos lamentándose internamente por haber besado a ese hombre. Le molestaba. Ella estaba molesta consigo misma por la actitud que reciĂ©n habĂa tenido. "Es el primer dĂa en este lugar y yo… Se que tengo que retener a Leonard pero ni siquiera se por cuantos dĂas, no se por que me enfado tanto c
Samantha se sorprendiĂł al ver a Leonard tan descubierto. "¡No puede ser! ¡No espere que saliera tan rápido!" PensĂł la joven.  — ÂżYo? Bueno… Claro que es a mĂ jaja ~ — RespondĂa Samantha nerviosa a la pregunta de quĂ© hacia ahĂ. — Solo… Solo habĂa olvidado decirte algo y al escuchar que estabas en la ducha me quedĂ© esperando aquĂ, es solo eso… Si… Solo eso… Leonard veĂa dudoso a su prometida. — Mmm… Entonces ÂżQue es lo que querĂas decirme? — Preguntaba el atractivo hombre dirigiĂ©ndose al armario y sacando una de sus pijamas. — No… Yo… Me irĂ© y volverĂ© cuando te hayas vestido. — Samantha saliĂł corriendo de la habitaciĂłn en ese momento sintiĂ©ndose acalorada. "¡Pervertido Leo! ¡¿Que le pasa?! ¡Seguro pensaba cambiarse delante de mi!" Samantha finalmente detenĂa sus pasos bajando las escaleras hasta la primera planta y saliendo al sector trasero de la casa. Observab
***** ………. En la actualidad. ……….Esa mañana en la casa del lago. Samantha Thompson reciĂ©n se levantaba de la cama cuando diĂł un gritĂł de sorpresa llevando su mano a su pecho izquierdo sintiendo su corazĂłn alterado latiendo desenfrenado. — ¡¿QUE HACES AQUĂŤ?! — GritĂł ella molesta a Leonard, quien estaba tranquilamente sentado en el borde de la cama observando a Samantha. Él vestĂa un atuendo informal de tonalidades claras y cruzado de brazos con una expresiĂłn seria veĂa a su prometida sentada y alterada. — No querĂa despertarte. — RespondiĂł con una pacĂfica voz. Samantha hizo un gesto de molestĂa mientras pasaba sus manos por su cabellera acomodando la misma que estaba desaliñada. — ÂżQue quieres? — Pregunto ella viendo con frialdad a ese hombre de ojos azules marinos. — Disculparme… La señorita Thompson se sorprendiĂł por un instante
1: 30 pm. — ¡Suficiente! Estoy agotada, descansemos un poco. — DecĂa Samantha recostándose al tronco de un grueso árbol y sacando su botella de agua. — Tu fuiste la que dijo que querĂa una caminata montaña arriba. — ¡Dijiste que habĂa una vista espectacular! ¡Mentiroso! Solo hemos caminado por dos horas sin descanso. — Jajaja~ — Leonard comenzĂł a reĂrse ante el comentario de su enojada y agotada prometida. — Cariño, hemos caminado solo por 20 minutos, además… ÂżPor quĂ© querrĂa mentirte para hacerte caminar en vano? — ÂżPor quĂ©? ¡Se me ocurren muchas razĂłn ahorita mismo! AsĂ que no me provoques por quĂ© me voy a desquitar contigo Leo. Leonard retrocediĂł tres metros deteniĂ©ndose justo delante de Samantha e inclinándose un poco para estar a la altura de ella. — Adelante cariño, puedes desquitar tu irá en mi. — DecĂa Leonard sonriendo. Samantha se quedĂł seria observa
"Se que no deberĂa reclamarle nada… No es el hombre al que amo y tampoco con el que me quiero llegar a casar, inclusive… me acostĂ© con otro estando comprometida con Ă©l… No deberĂa sentirme decepcionada de que ame a su ex" Samantha tenĂa aquellos pensamientos mientras se ponĂa de pie. — Quiero volver. — Dijo en un tono calmado y silencioso. — Acabamos de llegar, al menos tenemos que merendar algo y descansar un poco cariño. — ¡NO! — GritĂł Samantha. — ¡Quiero volver! AsĂ que bajemos ya… Leonard se puso de pie acercándose a Samantha pero ella le dio la espalda y continĂşo caminando alejándose de Ă©l. — Cariño, ÂżNo estás haciendo todo esto solo por esa llamada o si? — Él finalmente se acercĂł lo suficiente para detenerla de la muñeca. — ¡SuĂ©ltame Leo! ¡¿Por quĂ© me enojarĂa por esa llamada o que ames a tu ex?! ¡Lo que me enoja es que eres tan mentiroso que no puedo confiar en ti! ¡M
7: 10 pm.Samantha veĂa con atenciĂłn a ese hombre que cortaba algunas verduras preparando la cena mientras tarareaba una canciĂłn; seguidamente la mirada de la joven se paseo por su brazo y su rodilla lastimadas y vendadas. Ella recordaba que por más que empujĂł, maldijo y mordiĂł a Leonard, Ă©l no la soltĂł llevándola a la casa prĂłxima al lago cargada, donde finalmente le soltĂł y ella se fue a su habitaciĂłn donde se habĂa terminado de bañar y cambiar. RecordĂł que no encontraba un botiquĂn de primeros auxilios en su habitaciĂłn y le dolĂa mucho todo el cuerpo hasta que Leonard llamĂł a la puerta y ella le dejĂł ingresar para pedirle agresivamente que le lleve un botiquĂn. "Al final… Él ha terminado vendado mis heridas y ayudándome"PensĂł la joven observándolo. "Pero… Eso no cambia el hecho de que no puedo confiar en Ă©l y de que se ha quedado de ver con su ex y ni siquiera me ha dicho nada de ese tem
"No hay manera… Los nĂşmeros que vi en el interior del anillo que me dio Leonard, Ă©l mismo dijo que no les preste atenciĂłn que no eran nada" "Sin embargo… Leonard es un mentiroso y se que me oculta muchas cosas" Con ese Ăşltimo pensamiento en su mente, Samantha se quitĂł el anillo lentamente y acercándose a la luz de la lámpara comenzĂł a ver su interior una vez más. — Uno, dos… Nueve… Doce… ¡Son doce! — ExpresĂł emocionada. — Sssh… — Hizo Edik un gesto de silencio con su dedo en su boca. — Cierto… Lo siento, pero en este anillo hay un patrĂłn de doce dĂgitos, solo que me lo dio Leonard y dijo que no era nada importante, no se si tiene o no tiene que ver con esa puerta bloqueada en la habitaciĂłn de mi padre, para empezar… ÂżPor quĂ© Leonard grabarĂa en mi anillo de compromiso algo asĂ? No tiene sentido. — ÂżPodrĂas prestarme esa sortija un momento? — PreguntĂł Edik extendiendo su mano y Samantha asi