Catalina:Se acercaba la boda y la presentación en sociedad de la pequeña, Pilar y Cayetano tenían que presentarse como la familia feliz y borrar el escándalo de la llegada no planificada de María E.Mi madre me había organizado unos días en Santa Marta, volver.Me tocaba volver para tratar de canalizar mis emociones, mis sentimientos y lo que conllevaba separarme de Cayetano Rodríguez, sé que tuve culpa, pero no podía ser egoísta con Pilar, menos con Bodoque, Sarita estaba en una encrucijada también y llevaba días extraña. Por otra parte, Nath ya se había recuperado de la paliza que casi lo hace dormir para siempre, Cayetano no quería verlo ni en pintura y era para menos, mientras que Constanza se encontraba nuevamente al pie del cañón… trato de sabotear el vestido de novia de Pilar, se entero que Cayetano se casaba y que no era ni conmigo y la agarro contra rubiales, armando tremendo tropel el día de la serenata qué Tano le hizo a Pilar…Flashback:“—Malagueña… salerosa, eres linda
Tano:Soy del aire, no soy de nadie. Me case en el mismo instante en el que presente en sociedad a mi hija, Pilar lucia hermosa, un vestido blanco sobrio, mi hija como un copo de nieve, pero, mi felicidad no era la que deseaba, porque definitivamente con la mujer que me case, no era Catalina, mi colombiana de ojos saltones.No se había presentado a ninguna de las dos festividades y era entendible, en parte.Mi padre estaba un poco confundido, pero sabía que entre Raquel y Marina lo pondrían al tanto, las personas que llegaron recibieron muy bien los acontecimientos, entre todos ellos; Nathan estaba ahí, decidido a hablar conmigo. Acepte verlo y hablar con él en cuanto pilar iba acompañada de Marina y bodoque saludando en las mesas, ya habíamos hecho esto oficial y sólo faltaba que mi corazón sanará.Caminamos hacia una de las habitaciones privadas del lugar y me pidió perdón, empezando con que él estaba enamorado de Pilar desde que la vio, y que en ningún momento había querido dañarme
Catalina:En el vuelo antes de la muerte de Pilar:No salía de mi cabeza, su recuerdo aún me pesaba en el alma y en el corazón, en cuanto yo aborde ese avión para Santa Marta, iba con el corazón roto, aunque yo misma sabía que yo tenía el control de la situación y saber que Pilar era feliz, valía la pena todo lo que había hecho y tarde o temprano Cayetano lo entendería. —¿Podría sentar aquí al señor Abadallah?—preguntó con tremenda cara de susto la azafata, mientras que un hombre altísimo, como del mismo porte de Tano, sumándole una cabeza más de altura, estaba furico, se le podía notar en la respiración agitada y en el movimiento de sube y baja de su ancha espalda.—¡Claro, no hay problema de mi parte!—le regale a ella una sonrisa y, aliviada, le indico al señor que se sentará a mí lado, cuando este iba a protestar, se dio la vuelta para verme.Un hombre de rasgos muy diferentes a un latino o europeo, su boca y nariz perfecta, su piel azúcar morena, una exquisita barba y unos ojos m
Tano:En las noches pensaba en todo lo que me había pasado en tan corto tiempo, una bebé, quien solo veía como pasaban cosas y no entendía el porqué.Yo tampoco sabía porque esto me pasaba, me había convertido en padre, en prófugo del amor y en viudo, en corto tiempo y enferntandome a mil demonios, al miedo que desprendía mi ser por todo lo que había pasado, y ahora con esto.Sólo me quedo juntar las manos sin separarlas, hincarme a la santa Macarena y pedirle por ese amor que tenía rezagado en mi corazón y quería desprender, porque quise a mi esposa, pero amaba a Catalina y ella ya había encontrado a un hombre que de por vista encima, se veía que era estable y que también se moría por ella, que podía darle el mundo entero y, aunque tal vez yo también, mi pensamiento bohemio había regresado… querer tomar la guitarra y vagar en distintos lugares, sin responsabilidades, sin dolores ni preocupaciones… pero era al contrario, era donde debía agarrar más fuerza y terminar de criar a mi hija
Tano:El tipo nos vio con ojos asesinos, bueno, más bien a mí.Catalina correspondió al beso con demasiada devoción, y esto me confirmaba que ese beso, con ese tipo no había sido real, que yo era el hombre de su vida y que a pesar de las bajas que habíamos vivido, esto seguía siendo real.Me aleje de ella y la solté, mientras me saboree los labios y vi al tonto ese directo a los ojos, no bajando el temple, porque no debía hacerlo.—Buena tarde, nuestra recepcionista nos comunicó que le urgía hablar con el señor Antonio Rodríguez, en su representación, estoy yo, Cayetano—extendí mi brazo hacia adelante, esperando a que estrechara mi mano en señal de guerra reafirmada.El extendió su mano y así firmamos el comienzo de una guerra campal, en donde la victoria sería Catalina Granados, aunque yo sabía que ella era sólo mía como yo era de ella.—Soy Abadallah, Samir, un gusto.—¿Qué lo trae por acá?—dije, seguro de mi mismo. —Lo mismo que a usted le interesa—acotó—Los negocios y las mujeres
Pilar antes de partir:Yo me arrepiento del mal que haya hecho, de los pecados cometidos y sobre todo… de faltarle a mi hija, por no ser fuerte y no poder lidiar con él cáncer, de no poder asistir a un festival del día de las madres y lo peor, lo que me pesará de por vida; el haberla abandonado en una cesta y dejado en la puerta del apartamento de su papá.Aunque siempre confíe en que Cayetano la cuidaría bien, tenía miedo y sólo deje a mi hija a la deriva de un casanova que follaba con cualquier mujer con tal de satisfacer sus necesidades y que, además; estaba comprometido con una de las modelos italianas más chulas del momento.Hoy, después de contar la verdad de mi cáncer, de poder hablar con Catalina Granados y así poder vivir aunque sea un tiempo la felicidad que soñé siempre tener, me decidí a escribir mi última voluntad al momento de dejar este mundo terrenal, porque quería dejar todo organizado y que, mi hija conociera el lado sincero de su madre, sin filtros y sin rencores. M
Tano:Habían pasado dos semanas después de lo estipulado a leer los últimos deseos de Pilar, me ahogaba del llanto que tenía que soportar con la carta que le había dejado a nuestra hija fui un fisgón al leer lo que no me correspondía, pero ella estaba segura al cien por ciento que Catalina sería la madre ideal para bodoque y, lo agradecía infinitamente porque yo también lo creía y lo quería así.Catalina era la primera que debía de estar en el notario, después del tropel que tuvimos por el árabe idiota que andaba tras ella, yo debía controlar mis celos y aprender a confiar, pero me era imposible por el tema que yo la quería solo para mí, no iba a mentir, la extrañaba demasiado pero no sabía a dónde iría ese amor tan grande que tenía por ella y mi estúpido orgullo me hacía no poder pedirle disculpas y es que ¿por qué yo tenía que pedir disculpas?Flashback:Después de haber amanecido juntos en la cama, volver a hacer el amor como locos, terminamos en la ducha lo que habíamos empezado e
Catalina:Salimos del despacho del abogado, Pilar se tenía varios ases bajo la manga, sabía que ella no dejaría que Constanza se interpusiera en nuestra relación con Cayetano pero el inconveniente era que Tano estaba siendo muy posesivo, y las peleas y los golpes no solucionaban nada, Samir me llamó esa noche, lo ignore totalmente, mi corazón y mi ser le pertenecía ya a Cayetano Rodríguez y a Bodoque preciosa, que ya casi con ocho meses, empezó a formular mejor la palabra papá y de corrido y eso me emocionaba mucho, y que mejor que estar cerca de esa bebé que me había unido a Cayetano, porque no sólo fue el conocernos en Santa Marta, sino encontrar a Pilar y querer a esta bebé esponjosa que tenía tanto parecido a su papá y los ojos preciosos de su mamá.—¿Qué piensan hacer ustedes dos?—Dijo Janice, limpiando se las lágrimas.—¿Hacer de que?—dijo Sarita.Esto era una locura, demasiada gente había venido a escuchar la última voluntad de la rubia, el señor Antonio se reía de ver a Cayeta